Según un estudio dirigido por el American Journal of Epidemiology, aquellos que manifiestan siempre una actitud mental positiva ante la vida eran mucho menos susceptibles de padecer enfermedades mortales, incluyendo cánceres, enfermedades pulmonares, cardiovasculares y derrames cerebrales.
El coautor de la investigación, Eric Kim, asegura que se trata de personas que, por lo general, se cuidan, ya sea manteniendo una dieta saludable, haciendo ejercicio o respetando la calidad del sueño.Pero no solo eso, los resultados dejan en evidencia el efecto biológico que genera este positivismo, ya que también se vincula con una reducción de la inflamación, unos niveles saludables de las grasas en sangre y una mayor cantidad de antioxidantes.
En este sentido, el estudio, basado en el seguimiento, durante ocho años, de 70.000 enfermeras sanas en edades comprendidas entre los 58 y los 83, determinó que las más positivas teenían casi un 40% menos de probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares y cardíacos.
“Aunque la mayoría de los esfuerzos en medicina y salud pública están destinados a la reducción de los factores de riesgo de las enfermedades, cada vez hay más evidencias que demuestran que la resistencia psicológica puede ser determinante. Nuestros hallazgos sugieren que deberíamos esforzarnos más en promover el optimismo, que ha demostrado estar relacionado con hábitos más sanos y con mejores formas de afrontar los retos de la vida”, afirma Kim.
La positividad también puede (y debe) entrenarse. Como defienden los autores del estudio, mediante pequeñas acciones cotidianas se puede fomentar el optimismo:
Centra tu atención en aquello que te aporte algo positivo
La mente es poderosa, aquello en lo que nos fijamos se expande. Fijarte en las cosas buenas que hay a tu alrededor te ayudará a cultivar una actitud positiva.Da las gracias
Igual que los autores del estudio, Calvet advierte que, muchas veces, se da por sentado todo lo bueno que se tiene en la vida, atendiendo solo a las contrariedades. “No des nada por sentado, agradece cada cosa buena que hay a tu alrededor por pequeña que sea.Puedes tener una libreta de agradecimientos y dedicar cada día unos minutos a escribir todo aquello por lo que estás agradecido, tanto las pequeñas como las grandes cosas. Además créate el hábito de dar las gracias diariamente, como mínimo, a una persona que te importe”, añade.
No te tomes nada de manera personal
En este sentido, explica que si los hijos no se están comportando como uno espera, por ejemplo, no debe tomarse como un ataque deliberado y orquestado para hacer sufrir, o sin una cita, la pareja llega tarde, tampoco debe ser entendido como un ataque.“No te tomes las cosas de manera personal y vive tranquilo. Cuando notes que te estás enfadando con alguien o con alguna situación, saca el foco de tu persona y no lo vivas como una ofensiva”, aconseja la coach.