Revista Cultura y Ocio

Actividad agropecuaria en el virreinato

Por Enrique @asurza

La actividad agropecuaria prehispánicas fueron profundamente transformadas con la introducción de las nuevas técnicas, especies y herramientas de los conquistadores.
Los patrones andinos también cambiaron con la implantación de nuevas formas de organización social de la actividad agropecuaria.
Los peninsulares trajeron el cereal europeo más preciado, el trigo; también plantas como la vid, los cítricos y el ajo; animales como la vaca, los cerdos y las gallinas. Se introdujo el uso del caballo y el burro, que fueron utilizados en los ingenios y en la preparación de la tierra con el arado de tiro. El consumo del maíz y la coca, que antes de la conquista estuvo reservado para las élites, fue masificado por los españoles.

Agricultura y Minería

Inicialmente, la organización de la actividad agropecuaria fue introducida por los mayordomos españoles de los encomenderos, de manera que los indígenas encomendados pudieran satisfacer el pago del tributo en bienes. Casi no se pensaba en la comercialización de estos productos ya que la escasa población de las ciudades recién fundadas no permitía un gran mercado. Pero el inicio del auge minero a finales del siglo XVI amplió el mercado en ciudades como Potosí.

Mercados Agropecuarios

Ante las demandas de alimentos de las zonas mineras, los valles circundantes empezaron a especializarse en la producción de cereales como el trigo y el maíz.
Pero los mercados para productos agropecuarios no podían estar a más de un día de camino debido a las características perecibles de estos bienes, a menos que estos pasaran por un proceso de transformación, como el trigo convertido en harina o las aceitunas en aceite. Además, el gran volumen y peso de la producción agropecuaria implicaba un elevado costo de transporte. Esto limitó las posibilidades de la especialización regional agropecuaria y tuvo que montarse todo el abanico de producción agraria en torno a cada mercado importante (ciudades o asentamientos mineros). En contraste, la costa se vio beneficiada por el transporte marítimo, que permitió la especialización de las agricultura ante la posibilidad de llevar los productos a más de mil kilómetros de distancia.

La Ganadería

Esta actividad sirvió para múltiples necesidades, desde la alimentación hasta el transporte. Así, por ejemplo, el ganado caprino proporcionaba leche y el sebo se usaba para producir jabón. Las llamas y mulas servían como medios de transporte adecuados a cada tipo de zona geográfica y, además, se podía aprovechar el sebo y el cuero como materia prima. La ganadería alcanzó un mayor desarrollo en regiones del norte argentino y Chile, que por entonces eran parte del virreinato peruano.

División de las tierras

Con el establecimiento de las reducciones durante el gobierno del virrey Toledo, el territorio agrario del Perú quedó dividido en dos sectores: el territorio indígena y el territorio español.

Comunidades Indígenas

Los terrenos de las reducciones en las que fueron congregados los indígenas tenían términos o linderos, dentro de los cuales se delimitaron las tierras para cada ayllu, así como las tierras del común o de todo el pueblo. De ahí derivó el término comunidad indígena. Estos terrenos estaban destinados al cultivo de bienes que servirían como pago del tributo. Los bosques y pastos que estuvieran dentro de los límites eran de libre aprovechamiento. Los funcionarios del Estado intentaron implantar la propiedad privada de las parcelas para cada familia, pero abandonaron la idea y dejaron en manos de las autoridades étnicas el reparto de las tierras. El aislamiento en el que quedaron los pueblos de indigenas les permitió mantener las prácticas agrarias tradicionales, estableciéndose una agricultura colectiva de subsistencia.

Las Haciendas

Los terrenos concedidos a los españoles inicialmente sirvieron como estancias propicias para la cría de ganado y el cultivo de diversas especies. Posteriormente, los dueños instalaron ingenios, trapiches o tinas para labores como el procesamiento de los olivos y la fabricación de la chancaca. Dentro de sus territorios construyeron capillas para el culto, viviendas para el terrateniente o el administrador y galpones para los trabajadores. Estos complejos constituyeron las denominadas haciendas.

Las Chacras

Eran terrenos pequeños o medianos a cargo de españoles, mestizos o indígenas ladinizados, que cultivaban parcialmente para el consumo familiar y el mercado, Las chacras, nombre con el que se les conocía, se establecieron generalmente cerca de las ciudades. Este tipo de terreno no alcanzó a multiplicarse.

Esclavos y Yanaconas

El desarrollo de las haciendas dependía en buena medida de la mano de obra con la que se contara, pero la escasez de trabajadores era una constante, pues, por un lado, los acaparaba la mita minera y, por otro, la crisis demográfica continuaba. Los esclavos fueron un valioso activo en las haciendas de la costa. En cambio, en la sierra fueron los indígenas desvinculados de sus comunidades o yanaconas quienes proporcionaban la mano de obra en las haciendas.

Especialización de la actividad agropecuaria

Aunque la especialización agropecuaria fue parcial, determinadas regiones destacaban por ciertos productos. Así, a finales del siglo XVI, en la cota norte(Piura y Tumbes) predominaban el algodón y el ganado caprino; la costa central, desde Lambayeque hasta Lima, era la zona del azúcar, mientras que desde Ica hasta Arica abundaban los viñedos, los olivares y los frutales. La ganadería de vacunos se concentró en la sierra norte, aunque en la sierra central también estuvo presente esta actividad combinada con la producción de maíz y trigo. El cultivo de tubérculos y cocales junto con la ganadería de vacunos y camélidos andinos fue característico de la sierra sur.

especializacion agropecuaria-virreinato

Intercambio Agropecuario

Productos Nativos

Los pobladores peruanos domesticaron una gran cantidad de plantas en beneficio de una alimentación nutritiva. Entre ellas se encuentran la oca, el aji, el olluco, el pacay, el lúcumo, el frejol, el pallar, el zapallo, el maíz, la calabaza, el palto, el maní, el guayabo, la yuca, el camote, la papa, etc. Otras plantas, como el algodón, sirvieron para la confección de bellísimos textiles, entre otros usos. Animales como los camélidos (alpacas, llamas, vicuñas y guanacos), el cuy y el perro fueron domesticados para distintos fines. La dieta de los antiguos peruanos incluía peces, moluscos y crustáceos que eran intercambiados entre la costa y la sierra.

Productos Foráneos

Entre los productos extranjeros que llegan al Perú figuran: hortalizas como la lechuga, la acelga, la col, la coliflor, la espinaca, la alcachofa y el apio; tubérculos como la zanahoria, el nabo, el rábano y la betarraga; frutas como la naranja, el limón, la toronja, la manzana, la pera, la cereza, el membrillo, el higo, la sandía, la fresa y el melón; cereales como el trigo, la cebada, la avena, el centeno y el arroz; leguminosas como las lentejas, las habas, los garbanzos; además de la vid, el olivo, la caña de azúcar y el café. También fueron introducidos en el Perú animales de ganadería mayor como la vaca, el burro y el caballo; de ganadería menor y aves de corral.


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