Revista Opinión

¿Admite la masonería a mujeres? ¿Admite la masonería a personas que no sean creyentes?

Publicado el 23 mayo 2015 por Habitalia
Orlando/MasoneríaHOY
Respuesta ultracorta: SÍ en ambos casos, con matices.

Como ya he comentado de pasada en otra ocasión, la masonería moderna, llamada en un alarde de marketing desastroso "especulativa" se considera que se origina el 24 de junio de 1717 en Londres, cuando cuatro logias se reúnen para establecer las bases de lo que sería la primera Gran Logia.

Las logias de masones proceden de los gremios medievales de constructores, que fueron perdiendo poco a poco su carácter regulador y formador de la profesión y fueron derivando en lugares de libre expresión y de crecimiento moral personal y colectivo. Estas logias de masones operativos estaban regidas por una serie de normativas, llamadas Old Charges, que eran variadas y, lógicamente, estaban más orientadas en regular los aspectos operativos del trabajo en piedra y de la construcción.

Así pues, los masones de estas cuatro logias encargan pocos años después al escritor y pastor presbiteriano escocés James Anderson que redactara un nuevo conjunto de normas para uso de la nueva Gran Logia. Este trabajo sería conocido como "Las Constituciones de Anderson", y es uno de los documentos históricos más importantes sobre la aparición de la masonería en su forma actual.

En dichas constituciones se establecen unas regulaciones, y la capacidad de la Gran Logia para hacer nuevas regulaciones, siempre que los viejos Landmarks sean cuidadosamente preservados.

¿Qué son los Landmarks? En las constituciones de Anderson no se definen de ninguna forma. Se trataría de unos antiguos e inalterables preceptos masónicos. No obstante, a pesar de ser antiguos, supuestamente universales e inalterables, ha habido varios intentos de definición desde mediados del s. XIX, enumerando entre 3 y 54 Landmarks diferentes como preceptos masónicos universales, antiguos e inalterables.

Aunque ya en las constituciones de Anderson aparecen unas frases diciendo que los masones no pueden ser estúpidos ateos o libertinos irreligiosos, en regulaciones posteriores a las constituciones de Anderson se establece claramente como norma de obligado cumplimiento que los masones y quienes deseen serlo crean en la existencia de un dios revelado y que no haya presente ningún masón durante la iniciación de una mujer. Estas normas serían consideradas por los masones ingleses un desarrollo de los Landmarks originales, y por tanto, por su propio origen, inalterables. Y por ello, toda organización que no las cumpliera, desde su punto de vista, quedaría automáticamente fuera de lo que es considerado masonería, junto con todos sus miembros.

La Gran Logia Unida de Inglaterra aprueba estas normas, y el Gran Oriente de Francia, la otra gran organización masónica, tras varios años de vacilaciones, termina por no aceptarlas, negándose a exigir la creencia en un dios revelado. La Gran Logia Unida de Inglaterra retiró su reconocimiento al Gran Oriente de Francia, que en respuesta hizo lo propio.

Posteriormente surgiría una nueva organización masónica que haría de la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres una de sus banderas, llamada la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano. El Gran Oriente de Francia reconocía a las organizaciones que iniciaban mujeres como masónicas, a diferencia de la Gran Logia Unida de Inglaterra, que no reconocía ni a las organizaciones que iniciaban mujeres ni a las que mantenían relaciones con éstas últimas. Finalmente, el Gran Oriente de Francia aprobaría también no solo el reconocimiento de mujeres procedentes de otras organizaciones, sino la iniciación de mujeres por ellos mismos.

Así, poco a poco, se fueron conformando dos versiones de masonería: la de las Grandes Logias o Grandes Orientes que siguen el patrón de la Gran Logia Unida de Inglaterra (llamados "regulares, tradicionales, anglosajones...", que no consideran masónicas a las organizaciones que permitan la iniciación de mujeres, ateos o agnósticos; y la de las Grandes Logias o Grandes Orientes que siguen el patrón del Gran Oriente de Francia (llamados "irregulares, liberales, adogmáticos, continentales..."), que no ven problema alguno para consideran a una organización como masónica el hecho de que inicie a mujeres, ateos o agnósticos.

Por tanto, la masonería sí admite a mujeres, agnósticos o ateos, solo que no son reconocidos como masones por ciertas organizaciones masónicas ni ellos ni las organizaciones en las que son admitidos. Es importante añadir que este problema de reconocimiento a nivel institucional, en muchos casos, no impide que a título personal muchos masones anglosajones consideren hermanos a todos los efectos a personas iniciadas en logias adogmáticas.


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