Revista Cultura y Ocio

Admito ser un escritor mediocre…

Publicado el 09 mayo 2017 por Griselrnunez
Admito ser un escritor mediocre…
Llegaste a ese punto. Ese momento en que no importa qué escribas, sientes que todo está mal hecho. Encuentras errores de redacción. El texto está repleto de palabras que se escuchan muy simplonas. Y la historia que tanto te costó planificar parece sacada de un cajón de viejos calcetines sucios. 
Bajas la pluma. Dejas la computadora. Afrontas la realidad: eres un escritor mediocre. Te sientes derrotado y no sabes qué hacer. Si estás en esa fase, si por un segundo te sentiste identificado, déjame decirte que no eres el único. No soy una escritora profesional. Tampoco soy una experta en lingüística o alguna clase de estudiante prodigio que se haya leído centenares de libros. Soy una persona como tú, a quien le encanta escribir y que hoy solo pretende compartir una idea: está bien ser mediocre. 
“¿Por qué está bien ser mediocre?”, estarás pensando. Te explicaré: es normal que todo aprendiz de escritor caiga en la zona de la mediocridad en algún momento. Sentirte mediocre es una buena señal. Demuestra que admites que necesitas mejorar y reconocer el problema es el primer paso. 
Una vez un perro amarillo muy sabio dijo: “Amigo, ser malo en algo es el primer paso para empezar a ser bueno en eso”. Esta enseñanza aplica a la escritura. Más allá de la carga poética, teórica o estructural que tiene, la escritura se necesita practicar. No hay otra forma de aprender. 
No creo que Tolkien haya escrito El señor de los anillos en su primer intento. Tampoco creo posible que Gabriel García Márquez publicara una obra sin antes tachar o eliminar partes del texto. Y no me atrevo a decir que Isaac Asimov jamás pensó en dejar de escribir por considerar malos sus escritos. Todo experto fue alguna vez un principiante y la mediocridad es una de sus tantas fases. 
Entonces, ¿reconoces también que eres un escritor mediocre? Si es así, aquí te dejo algunas ideas para mejorar tu proceso de escritura
COMPROMÉTETE 
Toda práctica necesita un compromiso. No esperes mejorar si no le dedicas tiempo, si no te esfuerzas. Necesitas tomar la decisión absoluta y aceptar las responsabilidades que vienen con esta. 
Tal vez te toque dejar el celular de lado por un momento. Seguramente no tendrás mucho tiempo para ver tus series. Quizás termines perdiendo unas horas de sueño. Pero si de verdad estás comprometido, nada de esto será en vano. Lo harás sin quejarte. Sin sufrir por dedicar tiempo y esfuerzo a mejorar como escritor. 
La práctica hace al maestro. Si quieres experiencia, tómate en serio el oficio de escritor
LEER 
¿Quieres aprender a redactar mejor? ¿Ampliar tu vocabulario? ¿Imaginar nuevas formas de desarrollar tu historia? ¿Extender los límites de tu creatividad literaria? Lee. 
Aunque parezca una recomendación cliché, la lectura te ayuda a mejorar como escritor. Pero hay algo que debes tener en cuenta: tus hábitos de lectura. Si la practicas como una vía de escape para desconectar tu mente de la realidad y relajarte, no te servirá. Para que te ayude a mejorar como escritor tienes que leer críticamente, como un ejercicio de análisis. 
Piensa como escritor y cuestiona el texto. ¿Por qué el autor decidió estructurar la historia así? ¿Qué lo llevó a pensar que ese evento necesitaba estar presente en tal capítulo? ¿Por qué eligió esa palabra en lugar de la otra? ¿Qué pasaría si cambio el orden de sucesos o convierto este personaje en uno principal? 
¡Ah! y no olvides variar de género. Sal de tu zona de confort y descubre nuevos autores. 
PRACTICA 
Es obvio que necesitas escribir. ¡Escribir más! No es que te sientes a escribir todos los días. Es que le dediques tiempo, que lo hagas una práctica semanal, que sea parte de tu horario. 
No lo dejes para la próxima semana. Aprovecha el momento que tengas libre y, en lugar de procrastinar, escribe (así sea lo que se te venga a la cabeza). Escribe, escribe y escribe hasta que no puedas más. Después evalúa lo que escribiste y si no te gustó, reescríbelo utilizando otra técnica. No te rindas y, lo más importante, no dejes de practicar. 
No sientas vergüenza si piensas que tu obra es una mediocridad, que tú eres mediocre. Todos pasamos por eso en algún momento. Ten en cuenta que la etapa se vuelve en un problema si tomas el camino de la derrota y dejas la escritura de lado. Es simple: si quieres mejorar, necesitas trabajar más. 
Nadie nace sabiendo y te aseguro que incluso el autor que más admiras pasó por la misma etapa en donde te encuentras estancado. La única diferencia es que tú estás todavía dando los primeros pasos. Como siempre, te invito a mantener tu mente abierta para seguir mejorando. No dejes que la pereza o el desánimo te ganen. 
Así que… ¡déjame un comentario! y después ¡ponte a escribir!
 Nota: Esta colaboración fue hecha por Isabel Lam.
Le puedes escribir a su correo-e: [email protected].

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