Agria y triste

-Tengo hambre, madre.
¿No es agria la emoción de esa mujer del Campo de la Verdad que no dispone de pan por duro que sea, para su hijo hambriento? Agria, bien agria es la vida para los parias que arrastran sus miserias bajo la República como las arrastraron bajo la monarquía.Agria la República que no ha sentado a su mesa a los que la establecieron, que, sin agradecimiento ni justicia, favorece a sus enemigos y persigue a los que lucharon por su triunfo.Y triste.Triste para el despertar de los niños que tienen al padre en la cárcel, para los hogares que han quedado sin cabeza de familia, tras el muro de una penitenciaría.Agria y triste la República más joven del mundo.

AgoraCórdoba, 8 de Junio de 1935