Revista Ciencia

Agricultura de conservación: productiva, sostenible y… desconocida

Por F.guiral - S.pérez

Aún con la resaca del Congreso Biospain 2010 celebrado la semana pasada en Pamplona, el lunes pasado se inauguró en Madrid otro evento de primera magnitud: el Congreso Europeo de Agricultura de Conservación. La Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, daba el apoyo oficial  a esta tecnología agrícola aún minoritaria, pero que se está haciendo un hueco poco a poco en el panorama agrícola comunitario.

 Este congreso, cuya hoja de ruta es el lema “Avanzando hacia la sostenibilidad agroambiental, climática y energética” está organizado de forma conjunta por la Asociación Española de Agricultura de Conservación-Suelos Vivos (AEAC.SV), el IDAE, el CSIC y la Federación Europea de Agricultura de Conservación (ECAF).

Agricultura  de conservación: productiva, sostenible y… desconocida
 Ayer tuve la oportunidad de asistir a la rueda de prensa de las jornadas, que contó con la participación del europarlamentario francés Stepháne Le Foll, quien ha abanderado en Bruselas las aportaciones de la agricultura de conservación a la lucha contra el cambio climático. En su intervención, Le Foll comentó que “nos enfrentamos a un debate en profundidad en torno a la PAC y al modelo de agricultura que queremos para el siglo XXI”, según el eurodiputado francés “se hace necesaria una agricultura sostenible, pero también productiva. En contra del mito de que en Europa tenemos el estómago lleno, en la actualidad hay 18 millones de habitantes del continente que no cuentan con las aportaciones nutricionales necesarias recomendadas para su salud”.

 Le Foll recordó que las técnicas de la agricultura de conservación son compatibles con todos los modelos agrícolas, tanto el ecológico como el que recurre a semillas modificadas genéticamente. “La agricultura de conservación es clave hoy y lo será en el futuro, para hacer frente a los serios retos a los que se enfrenta la agricultura comunitaria, como son el cambio climático y la erosión”, concluyó.

 Por su parte Ángel Sánchez de Vera, jefe del Departamento de Agricultura del Instituto para el Desarrollo y Aprovechamiento de la Energía (IDAE), incidió en el importante ahorro de combustibles que suponen las tecnologías de siembra directa. “No hay que olvidar que el mayor consumo de energía en el desarrollo de las tareas agrícolas viene del empleo de la maquinaria. El ahorro que supone la agricultura de conservación puede llegar hasta un 35% en el caso de cultivos de secano”, explicó.

 Por último, Jesús Gil Ribés, presidente de la Asociación Española de Agricultura de Conservación- Suelos Vivos (AEACE.SV),  remarcó que esta tecnología está hecha a la medida de España, ya que nuestro suelo sufre dos graves problemas: la erosión y la desertificación. “Cada año se pierden 80 toneladas por hectárea de suelo”, añadió. “La agricultura de conservación, que consiste en no labrar el suelo e incorporar los rastrojos al terreno, causa una décima parte menos de erosión que la agricultura convencional. A esto hay que añadir la disminución de las emisiones de CO2 y el aumento de la fijación de carbono en el suelo y la materia orgánica beneficiosa para la tierra”.

 ¿Si están tan claras las ventajas de la agricultura de conservación por qué es prácticamente desconocida para el público general y también para los agricultores? En la actualidad, en España el porcentaje de siembra directa ronda el 3,7%, en línea con la media europea.

 Para Jesús Gil Ribés es fundamental superar la “resistencia” de los agricultores causada por el desconocimiento y para ello la Administración Pública debe apostar por transferir la tecnología de los centros de investigación a los productores. “Necesitamos más técnicos de campo que hagan de nexo de unión entre ciencia y agricultor”, comentó.

 Sostenible, productiva y versátil, esta técnica se puede incorporar a todos los modelos de producción, la agricultura de conservación tendrá mucho que decir en los próximos años. De momento se va haciendo hueco de forma discreta, pero firme, en los foros técnicos y científicos. Confiemos en que sea capaz de llegar también a los productores que son los que, como siempre, tienen la última palabra.

¿Qué es la agricultura de conservación? Dossier informativo

Resolución del Parlamento Europeo sobre la agricultura de la UE y el cambio climático

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