Agua y frío bajo el viaducto

Y pienso en Bonnie and Clyde, no se quisieron rendir
Love of Lesbian Me he sentido bien sobre el margen eterno del agua, escuchando los coches  por encima del viaducto acelerando ruidosos con el eco inflexible del petróleo. Ya no hay sol ni viejas canciones americanas, solo el silencio el espesor radical de la saliva, la piel ejerciendo sobre la piel novedosa frontera: santo y seña. Canciones de segunda, poesía engalanada bajo el acorde pregrabado lejos de la etiqueta .mp3 y las conversaciones en torno al fútbol, aburridas, fuera de contexto porque el contexto es siempre imprescindible: el año, la fecha exacta, el tiempo necesario, la cuenta atrás, el próximo concierto de la agenda No quiero ser un Enemigo, no esta noche. Ni mañana.