Revista Cultura y Ocio

Aire de Dylan. Enrique Vila-Matas

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Aire de Dylan. Enrique Vila-Matas
     "Algunos entran muy tarde en el teatro de la vida, pero cuando lo hacen parece que entren sin brida y directos ya hasta el final de la obra. Ése fue mi caso. Y hoy puedo afirmarlo con toda seguridad. La representación empezó la mañana en la que mi mujer me entregó una carta que acababa de llegar de Suiza, una invitación a participar en un congreso literario sobre el fracaso."
     En este tiempo que la literatura se funde con la tecnología se ha puesto de moda leer sobre libros, librerías, bibliotecas... En este tiempo en que los críticos y los bloggers dan sus opiniones al aire o a páginas, hay autores que hablan de ello en voz alta, como lo hizo hace no mucho Vila-Matas. Y es en este tiempo en que aparece el autor fracasado como protagonista, sin miedo a ser fracasado y conferenciando incluso sobre el tema. Partiendo de esta base, y preguntándome si Vila-Matas intentaba una vez más dejar un mensaje en su nueva obra me acerqué a este libro cuyo tema es casi tabú. Hoy traigo a mi estantería virtual su última obra, cuyo título me cautivó desde el primer momento. Se trata de Aire de Dylan.
     A través de un escritor fracasado sin nombre, conocemos a Vilnius, un joven que parece querer fracasar y cuyos dos rasgos más sobresalientes son su físico parecido a Dylan y tener un progenitor ya fallecido, un autor de nombre Lancastre, cuya autobiografía quiere inventar ya que fue destruída a manos de su madre.Completa el cuadro la amante de Vilnius, Débora.
     El tema literario es recurrente en este autor, y sus narradores siempre objeto de elucubraciones sobre si se trata de alter ego del mismo. Dice el propio autor
     "Creo personajes (los diferentes narradores de mis historias, por ejemplo) que son variantes de mi mismo, sin ser jamás yo."
     Y deja así zanjado el tema.
    En esta obra, a golpe de ritmo teatral, nos presenta las obsesiones literarias del autor, una de ellas el objetivo final de la vida. Y lo hace dando un giro enseñándonos un personaje diferente, el fracasado, el hombre sin aspiraciones que no busca ningún objetivo ni persigue un fin en la vida. Tenemos así a Vilnius y su archivo sobre el fracaso y la curiosa vida que le lleva a representar el papel de un moderno Hamlet con su padre muerto y sus villanos adecuados. Tenemos el arte, el esfuerzo el autor muerto que se reinventó y que tal vez bocetó una autobiografía magnífica que quedó destruída por el camino; y en la otra cara de la misma moneda el no hacer nada. Volvemos al Hamlet moderno descubriendo el papel que jugaba Débora en vida del fallecido autor y nos sorprendemos con los contrastes entre padre e hijo y sus puntos de convergencia con nombre de mujer.
     No hace falta leer mucho para descubrir las formas que tanto me gustan de Vila-Matas pero, si no lo conoces, tendrás que avanzar un poco más para caer en esta maraña a ritmo de teatro, llena de referencias culturales cruzadas. Una tela casi familiar en torno a las desaparecidas memorias que hay que reinventar y las personas que tuvieron cerca. Padre, madre, hijo y amantes respectivos nos van atrapando poco a poco, casi sin darnos cuenta, mientras disfrutamos de cada palabra. Tengo que reconocer que no es Dublinesca, y que este autor me ha dado un par de obras que no han conseguido cautivarme, pero últimamente me he reconciliado con él y su literatura, la que escribe y aquella de la que habla.
     Hoy traigo un libro sobre autores, cine, generaciones, Hamlet... una historia condensada en poco más de doscientas páginas que merecen la pena ser descubiertas. Un libro que rescata al aún vago Oblómov de las olvidadas páginas de la literatura rusa para mostrarnos su cara más actual y que lo hace con una profunda vena cómica.
     A fin de cuentas... Oblómov es un personaje supérfluo que no es capaz de esforzarse por nada ni mover un dedo por nadie, que esquiva sus obligaciones en la medida que le resulta posible. Y... si soy sincera... creo que conozco gente así, ¿vosotros no?
     Gracias

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