Revista Psicología

Alardeando de un trabajo que detestas

Por Paulo Mesa @paucemeher

Secretamente me lo había preguntado muchas veces, pero no me atrevía a ponerlo en público por aquello del "qué dirán" de mí en plena era de la web 2.0 y ante las deslumbrantes oportunidades de interacción que nos ofrece. Podría ser que yo sonara anticuado o me fuera en contra de la sagrada sabiduría contemporánea de las redes sociales que tan convincentemente nos han hecho creer que "existimos si estamos presentes en ellas". Ya me he ensañado un poco contra Facebook (en especial por el uso que se le da, porque la herramienta en sí me parece formidable...) y esta vez el turno es para Linkedin.

El espacio para alardear

Sí, la imagen de este post habla por sí misma. Incluso no hay necesidad de traducirla porque en nuestros países de habla hispana, sobre todo en las ciudades capitales con presencia de multinacionales, estos nombres de cargos en inglés son bastante comunes y hasta apetecidos, así se trate de que solo pongas sellos en un triste papel o de verdad tengas que joderte el pellejo cumpliendo metas en un territorio de ventas. Entonces no se nos haga raro encontrar en Linkedin desde la "Broom manager" hasta el "Corn cake operations manager".

Muchas veces cuando me "invitan" en Linkedin, antes de aceptar o rechazar, me tomo el trabajo de leer el perfil y me sorprende que gente tan "brillante y talentosa" me busque para algo... en fin.

Te busca gente necesitada

Hace un par de años estuve en una conferencia sobre las inmensas bondades de un buen perfil en Linkedin y lo que eso puede significar para la carrera de alguien... creo que no mucho en realidad si no haces la tarea de pagar la opción Premium, y aun así tampoco he escuchado muy buenos comentarios de quienes la han pagado. Puede haber casos afortunados entre los lectores y algún otro indignado que diga lo contrario, pero hablo desde la generalidad de los casos desafortunados que conozco. En realidad, lo que me ha pasado y me sigue pasando en Linkedin, es que me contacto con gente que cree que yo le puedo ayudar a conseguir un mejor empleo desde donde estoy, gente que cree que tengo cómo ayudarles a seguir subiendo en alguna otra escalera corporativa o que sencillamente quieren venderme algo.

Estos últimos individuos (u organizaciones) absolutamente desconocidos para mí, cuando tuve un trabajo con un "impresionante letrero", empezaron a saltar como Liebres en la pradera y mientras me buscaban como contacto, también se conseguían mi número de teléfono y me llamaban a mi oficina, o comentaban en algún post que yo hacía en Linkedin. No los culpo, tienen que vender... y las redes sociales son para conectar, pero qué coincidencia... Lo "casual" es que tampoco con lo que me ofrecieron lograron serme útiles; yo era útil para ellos a cualquier precio y así enfocaron todos sus esfuerzos, pero ellos no estaban ocupados en ser útiles para mí, para mi proceso o para la organización que representaba. No me interesaban en absoluto.

Alardeamos con un trabajo que detestamos

Cuando converso con varios de mis amigos y amigas, el tema común es que: detestan el trabajo que tienen, odian a su jefe, les aburre la excesiva burocracia, están hartos del mismo salario de hace tres años con el cuádruple de trabajo que tienen hoy y en general ya no van más con los chismes, rivalidades, anacronismos y competiciones en las que se ven envueltos en sus trabajos. También hay estudios sistemáticos que parecen respaldar las impresiones que informalmente recojo sin tanta metodología, solo con un café o una cerveza.

En general, cuando veo los perfiles de muchos de ellos (sobre todo cuando hacen alguna actualización), dibujo una suave línea en mi boca con la mueca de una sonrisa condescendiente mientras sigo leyendo. Algunos de ellos me han confesado sus peripecias para "engalanar" sus perfiles, porque de verdad están desesperados y esperan enganchar algún incauto. En el fondo sé que detestan ser el "Corn cake regional sales analyst", tomando pedidos todo el día y peleando con clientes tóxicos, tacaños y desordenados que solo quieren joder.

Algo empalagoso

Atado a lo anterior, la vida laboral convencional puede generar un tremendo hastío. Normalmente muchas empresas usan Linkedin para buscar nuevos empleados y es una tendencia que va en alza... y eso sin duda está bien, es útil, esta red es una herramienta estupenda para este fin... la cuestión está cuando los empleados, en horas laborales, usa Linkedin...

¡Sí, adivinaste! Lo hacen para buscar cómo largarse, porque de resto, si de redes sociales se trata, la lista la comandan Facebook, Twitter, Instagram y otras tantas. Estas son estupendas para perder el tiempo mientras trabajas. Linkedin es más trabajo.

Linkedin es como una especie de bolsa de empleo con vitrina. Este o aquel sube algún artículo superficial con un título despampanante que al final no dice nada y se queda esperando a que le den "Recomendar". Meterse a Linkedin en el trabajo es como habilitar una asignatura en la universidad cuando todos han terminado el semestre y se han ido de vacaciones. Tú ves las fotos en Facebook de sus bronceados cuerpos mientras beben junto a una piscina y tú simplemente estás estudiando en Linkedin..., en serio que es vomitivo.

No sé qué pueda ser más empalagoso entre ver las fotos de chicas con el cuerpo retorcido y semidesnudas que se auto-publican en Facebook (no me quejo, me alegra verlas así niñas...) o la diversa gama de mis contactos que cuentan desde que llegan a la cafetería de al lado, suben la foto de la empanada que se están comiendo y después anuncian al mundo cuando entran al baño a eliminar todo lo que se comieron....

No lo sé, quizás sea más empalagosa la lectura de los New trends in talent and HR strategy resumido en tres confusos y generales párrafos que subió alguien con la intención de decir: ¡Miren lo que me leí en inglés, oh qué interesante soy...!. Esa sensación me ha producido Linkedin desde hace mucho tiempo; al final hay una voz interior que me dice: ¡Qué pereza esto... es algo como del trabajo! ¡Linkedin es como seguir trabajando en casa! Todo el mundo tan serio, tan profesional, tan "trascendental", tan "en venta". Por eso será que me paso meses enteros sin entrar ahí, por eso será que la bandeja de spam de mi correo se llena de mensajes de esa red, por eso será que no me interesa marcar esas notificaciones como correo seguro: porque en Linkedin no estamos seguros de nada de lo que dice ahí... en realidad.

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