Alatriste no conquista a los espectadores con su nueva adaptación

La semana pasada se estrenó, con datos muy por debajo de los esperado, la adaptación televisiva de Las aventuras del Capitán Alatriste. Como era de esperar Arturo Pérez Reverte, autor de la saga de novelas en la que se basa la serie, compartió en Twitter su opinión sobre el primer episodio. Y lo hizo con su estilo habitual: desde un pedestal que lo eleva cientos de metros por encima de los mortales.

Así, decía cosas como: “En la HBO, Alatriste sería distinto. Pero esto es España. Las serie de televisión que se hacen aquí, todas, nada tienen que ver con la HBO”. A lo que no tardaron en responder los guionistas españoles. Estos le recordaron series como Crematorio (Canal+).  

El problema, en mi opinión, es el de siempre. Cuando se adaptan novelas tan conocidas como Alatriste muy poca gente va a quedar contenta con los resultados. Cada uno, durante las lecturas, ha creado su particular mundo, puesto cara a los personajes, etc. Si a este punto de partida le añadimos que la cadena que adquiere los derechos rebaja los elementos clave de la historia para gustar a su  público fiel de la cadena, tenemos un fracaso.

El primer cambio para mal fue rejuvenecer al protagonista. Entiendo que en la serie Isabel, por ejemplo, que iba a desarrollar la vida de la Reina Católica, se buscara a una actriz joven que pudiera (con el arte del maquillaje) interpretarla desde que es una adolescente aspirante al trono a una señora entrada en años. Ese no es el caso de Alatriste, un hombre maduro, curtido en mil batallas, que lo han convertido en un ser rudo y atormentado. Y es así desde la primera entrega del escritor, por lo que no se entiende la elección de Aitor Luna.

No obstante, podemos decir que la audiencia le concedieron uno de sus deseos, no convertir a la serie en una nueva Águila Roja. Y, salvo que la serie comience una tendencia al alza en los capítulos que decida emitir Tele5, o el héroe del s.XVII no llegará a conseguir los premios que la serie de aventuras de La1, sus millonarias audiencias ni las temporadas de la citada serie.  Y no lo ha sido porque, pese a los intentos del montaje, no es una serie divertida que pueda enganchar a los jóvenes de la casa a seguir las aventuras del espadachín.

Tampoco, en mi opinión, es una serie que pueda atraer a los seguidores del programa Sálvame. Y ese fue el programa elegido por la cadena para promocionar la serie con “entrevistas” a los protagonistas en varias ocasiones. Tardes de disfraces con los colaboradores del programa. Y, salvo alguna excepción, no creo que Pérez Reverte y Jorge Javier compartan seguidores. Pérez Reverte no ha opinado sobre esta estrategia de promoción, pero no es difícil saber que no le gustó. De su boca han salido frases, parafraseadas, como esta: me alegro del que el equipo de la serie no cediera a las presiones para salvamizar a Alatrisete.