Alcachofa

Alcachofas

Planta hortícola propia de climas cálidos, cultivada por sus brotes tiernos de flor que son cosechados durante la época invernal del año.

Descripción

Es una hortaliza que se mantiene en el terreno varios años. Posee un tallo subterráneo del cual parten las raíces y nuevos hijuelos. Su parte comestible son las inflorescencias, grupo de flores, cuando están tiernas.
Los caracteres principales que distinguen las variedades de alcachofa son el tamaño y el color de la cabeza, la carencia de espinas y la precocidad.

Clima y suelo

La alcachofa es sensible al frío y a la humedad, por lo que es más propia de climas cálidos o templados.
Exige suelos profundos y ricos en materia orgánica, prefiriendo los arcillosos a los arenosos, pero no encharcadizos. El pH debe ser neutro o ligeramente alcalino.
La alcachofa agota mucho el suelo, por lo que el abonado ha de hacerse aportando una buena cantidad de estiércol descompuesto y los abonos químicos siguientes por área:

Alcachofa

- Dos kilos de nitrógeno (en cobertura y en varias veces).
- Un kilo y medio de anhídrido fosfórico (de fondo).
- Dos kilos y medio de óxido de potasio (de fondo).

Cuidados

La plantación se realiza normalmente a finales de verano.
Para su multiplicación no suelen utilizarse las semillas (por las diferencias que se pueden producir con la planta madre) sino trozos del tallo subterráneo o hijuelos seleccionados, que se obtienen "descalzando", retirando la tierra del pie de la planta, la hortaliza al practicar el aclareo de retoños (al rebrotar la vegetación tras la muerte de la floración anterior), y se plantan a unos 10 cm de profundidad cuidándolos adecuadamente para su arraigo. El marco correcto oscila de 90 a 120 cm entre filas y de 60 a 80 cm. entre plantas.

Alcachofas 2

La producción suele iniciarse en el otoño o a finales de invierno y se prolonga hasta la terminación de la primavera, debiendo, al final del ciclo productivo, ser suprimidos los riegos y abonados para que la planta entre en un estado de reposo. Cuando de nuevo inicie una etapa vegetativa habrán de ser cortados los tallos productores por su parte baja y ser aclarados los retoños, dejando de uno a cinco de buena calidad (aprovechando el resto para nuevas plantaciones) y empezando así otro ciclo de cultivo.
La duración total del cultivo es habitualmente de dos a tres años.
Las labores culturales se reducen a escardas, limpieza de malas hierbas rompiendo a la vez con la azada la costra superficial del terreno, aporcados, arrimar tierra a la base de los vegetales, y los riegos y abonados periódicos.
La recolección se hace cortando las cabezas con una buena parte de su pedúnculo.