– Marina Muñoz Cervera –
Tanto el sobrepeso como la delgadez extrema suponen un riesgo para la salud.
La percepción del tamaño o figura corporal depende de muchos factores, entre ellos, la cultura, la moda, el estado de ánimo, etc. Hay culturas que interpretan el sobrepeso o la obesidad como belleza, mientras que la delgadez se considera signo de debilidad.
Las anteriores interpretaciones pueden dar lugar a la adopción de hábitos alimenticios pocos saludables, que ponen en riesgo la salud de las personas.
La moda o las tendencias del momento, también ejercen una poderosa influencia en la percepción de la figura corporal, que puede llevarnos a una insatisfacción personal si no nos sentimos incluidos en el estereotipo. El resultado de lo anterior es la necesidad imperativa de conseguir lo deseado a través de una alimentación poco sana.
En términos generales, un peso ideal es el término medio, ni el sobrepeso ni la delgadez extrema, es decir, un peso adecuado a nuestro tamaño, edad y sexo.
¿Porqué engordamos?
Nuestro organismo almacena los alimentos en forma de grasa, para que puede ser utilizada como energía en momentos en los que no disponemos de alimentos. Esta habilidad del cuerpo es muy importante en tiempos de hambruna, ya que permite la supervivencia. Sin embargo, esta misma virtud del cuerpo, se transforma en un problema cuando seguimos comiendo y no quemamos las calorías que ingerimos.
Las calorías:
Una caloría se define como la unidad de energía aportada por el alimento.
Para que no se produzca aumento de peso, debe existir un equilibrio entre las calorías ingeridas y las gastadas en función de las actividades diarias, funciones internas del cuerpo y actividad física.
Si aportamos más energía de la que gastamos, engordamos (balance energético positivo). Por el contrario, si gastamos más energía de la que ingerimos, adelgazamos (balance energético negativo).
Para mantener un peso corporal saludable, tenemos que equilibrar la energía que consumimos, a través de los alimentos, con la energía que gastamos.
Tasa de Metabolismo Basal:
Nuestro organismo necesita energía para llevar a cabo sus funciones vitales, como respirar, metabolizar los alimentos, para que funcione el corazón, el cerebro, el hígado, etc. Esta energía consumida no depende de nuestra actividad, porque la gastamos sin que medie nuestra voluntad.
A esta energía que gastamos para vivir, aunque no nos movamos, se la conoce como «Tasa de Metabolismo Basal».
Ecuación de balance energético:
Para obtener un equilibrio energético, tenemos que balancear la cantidad de energía ingerida con los alimentos (en forma de calorías), con la cantidad utilizada en las funciones vitales internas (Tasa Metabólica Basal) y la actividad física que realizamos a diario.
– Mantendremos el peso, cuando consumimos el mismo número de calorías que gastamos, aproximadamente, de forma continuada.
– Subiremos de peso, si consumimos más calorías de lo que gastamos, porque nuestro cuerpo estará almacenando el exceso de energía en forma de grasa.
– Bajaremos de peso, si consumimos menos energía de la que gastamos, ya que nuestro organismo estará utilizando las reservas de grasas para cubrir sus necesidades energéticas.
¿Cómo adelgazamos?
La pérdida rápida de peso no es saludable, a pesar de que existen prácticas que la promueven.
Parece lógico pensar que si tenemos un exceso de grasa y utilizamos un quemagrasa, estabilizaremos nuestro peso y ya estaremos bien. Sin embargo, los productos comerciales que se anuncian con este fin suelen tener efectos secundarios, que ponen en riesgo la salud e incluso la vida.
Para adelgazar sin poner en riesgo en nuestra salud, tenemos que reducir la ingesta de calorías, pero consumiendo alimentos nutritivos que cubran nuestros requerimientos de vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas, agua y fibra.
Si limitamos nuestro consumo de alimentos ricos en calorías, aumentando la ingesta de alimentos nutritivos poco calóricos como verduras, frutas, etc., controlando la medida de las porciones de comida y aumentando la actividad física, conseguiremos bajar de peso de forma gradual, obteniendo un buen estado de salud física y mental.
Con esta entrada hemos comenzado la lección 9, «Alcanzando y manteniendo un peso corporal saludable» (tema 4: Hábitos y estilos saludables) del curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que estamos incluyendo dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.
Y para terminar, comentaros que es importante entender que nuestro sabio organismo convierte el exceso de consumo de alimentos en grasa, para obtener energía en tiempos de necesidad. Es como una despensa en la que almacenamos todo aquello que no necesitamos en el momento preciso, pero que puede hacernos falta en el futuro.
Comer de más nos lleva a tener una despensa tan llena que ocupa media casa y dificulta nuestra habitabilidad, es decir, nos conduce a un almacenamiento excesivo de grasa y ello dificulta nuestra vida, conduciéndonos a la enfermedad.
Por el contrario, comer menos de lo necesario, nos lleva a tener una despensa tan vacía que no tenemos nada para las emergencias y también pone en peligro nuestra vida.
Entradas relacionadas:
Antropometría: IMC y otros índices.
Fuente:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.
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