Augsburgo y Nuremberg, fueron las ciudades taller del Renacimiento. Sus artesanos unían calidad estética y precisión técnica para realizar productos de lujo que abastecieron a toda Europa. Una muestra del buen hacer es el reloj musical con autómatas de Mathäus Rungel, ejecutado en 1625, que se encuentra en el Palacio Museo Zwinger de los electores de Sajonia. .
El reloj no solo muestra la pericia, también el buen gusto y la conjunción de varios oficios. Los múltiples autómatas que se moverían al ritmo de la música generada en el propio reloj dan idea del virtuosismo de la industria de precisión augsburguesa.
Nos fijamos en las alegorías de las Artes Liberales de la parte superior como exponente de que no se descuidaba la formación matemática y que se reconocía la deuda con ella.
El mueble tiene planta cuadrada con torreones octogonales. Las Artes Liberales están en el cuerpo de encima del reloj.
La Aritmética porta reloj de arena y una regla de medir, y a sus pies libros y tablillas con cálculos. La Geometría con compás en mano, coronada e instrumentos a sus pies. La Astronomía utiliza un astrolabio y a su lado hay una esfera y cuadrantes.
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