Revista Salud y Bienestar

Alergia Leche: Llega otra revisión

Por Mikkoriumaplv

Alergia Leche: Llega otra revisiónSe aproxima nuevamente la fecha de la revisión de mi hijo para su alergia a las proteínas de leche.
Todas las veces anteriores me encontraba bastante entusiasmada con la idea de que los resultados de las pruebas nos dieran un diagnóstico de superación de su alergia.
Pero esta vez no sé qué me ocurre. Han sido tantas las decepciones, tantas las veces que he visto tras el Prick/Rast cutáneo cómo los habones de su brazo empezaban a crecer, tantas veces de resultados en sangre negativos… creo que esta vez ya no soy capaz de albergar el optimismo.
Y no quiero oir nada sobre estadísticas de un 80% de curación de alergia alimentaria antes de los 4 años… como siempre les debe pasar a los otros.
De hecho, he empezado a imaginar cómo será la vida de mi hijo de adulto con alergia a las proteínas de leche de vaca. Le he imaginado con 30 años tomando café sólo sin leche y leyendo las etiquetas de los productos cuando compre en el supermercado. Es duro pensar que no lo superará, pero es que estoy convencida que aunque llegue a tolerar la leche de vaca, este alimento siempre va a suponer un problema en su dieta.
Llevarse por el pesimismo no es bueno, pero tampoco creo que sea lo mejor que a los padres de alérgicos alimentarios se nos cuente que esto es una enfermedad normalmente pasajera, liberándola así de carga emocional.
Os cuento que mi hijo, tras meses y meses de dieta exenta de lácteos, superó en el hospital una provocación a la ingestión de leche de vaca y que nos mandaron a casa con un diagnóstico de “Alergia superada”.
El problema surgió una semana después cuando su cuerpo volvió a generar anticuerpos y reaparecieron los síntomas de alergia: vómitos, hinchazón cutánea. Y de vuelta corriendo al hospital… hasta hoy.
Así que durante una semana sin alergia fuimos libres, en el sentido completo del término: libres para comer lo que queríamos, para salir a un restaurante, para no estar lavándonos de continuo… libres sin que el niño se sintiera diferente a sus amigos.
Comprenderéis el bajón emocional tras una semana de libertad con la vuelta a las restricciones alimentarias por la alergia.
Por eso a día de hoy, me cuesta albergar esperanzas. Es doloroso ver transcurrir el tiempo sin que mejore su alergia.
Os contaré qué resultados obtenemos esta vez. A lo mejor me equivoco y conseguimos superar esta alergia.
Foto: SRD

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