Algunas claves para mejorar la conducta de los niños que se portan mal

Algunos niños tienen un mal comportamiento de forma regular, y esto puede provocar frustración y crispación a los padres, pero como ya hemos comentado en otras ocasiones, una de las herramientas que se necesitan con los niños es la paciencia y en grandes dosis. No hay que perder la calma, es necesario analizar las razones de su comportamiento, hay que tener en cuenta que decir que un niño se porta mal es una valoración arbitraria, se podría decir que una afirmación sin criterio de equidad y pensando exclusivamente en nuestros intereses particulares, ya que su comportamiento es algo que no nos gusta.

Es posible que un niño pueda tener un problema de conducta, o quizá su mal comportamiento es el resultado de la situación y el entorno que le rodea, lo cierto es que son varias las causas que pueden explicar un mal comportamiento de los menores. Pueden sufrir carencia de necesidades básicas, tener problemas de sueño, que se hayan alterado los hábitos y rutinas, por encontrarse mal y comunicarlo mediante la manifestación de irritabilidad, por tomar unos medicamentos que le provocan una reacción farmacológica que los altera, por padres muy permisivos y ante una pequeña negativa explotan y muestran su ira, y así un largo etcétera. En este sentido, hoy queremos hablar sobre algunas claves para mejorar la conducta de los niños que se portan mal y que en algunos casos serán de gran ayuda.

Que un niño hable con un tono de voz elevado, o que cuando vaya a un supermercado, al pediatra o a cualquier otro lugar, empiece a tocarlo todo, no quiere decir que se esté portando mal. No será la primera ni la última vez que veamos como un padre riñe a su hijo por tocar todo lo que está a su alcance. En este caso hay que tener claro que en la mayoría de ocasiones los niños están explorando un mundo que es desconocido para ellos, su forma de actuar es fruto de la curiosidad y de todos los estímulos que tiene a su alrededor. Por ello es recomendable que antes de visitar un centro comercial, una tienda o cualquier otro lugar, se explique a los niños lo que van a ver, es un modo de prepararlos para la novedad con la que se encontrarán, una anticipación que reducirá esas ansias de ver, tocar y experimentar.

Los niños pueden tener dos polos opuestos, ser muy cariñosos y agradables, y ser ruidosos, desordenados, impulsivos y hacer muchas cosas que a los padres no agradan. Evidentemente no se puede esperar que los niños se porten como los adultos esperarían, esto es algo que se debe comprender y por ello, la mejor solución es tener paciencia, brindarles mucho cariño y atención, esto reducirá un poco el mal comportamiento según el juicio de los adultos.

Como hemos comentado en muchas ocasiones todos los excesos son malos, incluso cuando se trata de cosas buenas. Hablando de estimulación, un ambiente que tenga muchos estímulos ayuda a los niños a tener más experiencias del entorno y aprenden a más velocidad, pero un exceso de estímulos puede llegar a sobrepasar la capacidad de los pequeños para poder afrontarlos, el resultado es que se crea confusión y se genera ansiedad y sobreexcitación, dando lugar al mal comportamiento. Lo mismo ocurre en el caso contrario, la falta de estimulación provoca aburrimiento y deriva en un mal comportamiento. Un ejemplo, si un niño debe ir de compras con sus padres a tiendas de ropa, como no le llama la atención y le aburre, lo expresa mediante el comportamiento.

Antes de que valoremos si nuestro hijo se está portando bien o mal merece la pena analizar el contexto de la situación y plantearse algunas preguntas, ¿estará aburrido?, ¿estará cansado?, ¿tiene hambre?, ¿se encuentra mal o le está sentando mal la medicación?, ¿se está esperando un comportamiento que no es propio de su edad y desarrollo?, ¿está sobre estimulado o necesita ser estimulado? Son preguntas muy sencillas de contestar y las respuestas pueden ser la clave para conseguir que desaparezca el mal comportamiento.

Este es un tema del que se puede hablar largo y tendido, ya sabemos que cada niño es un mundo y que las personalidades y situaciones son distintas, pero hay un patrón común y con él se puede mejorar el comportamiento infantil. Próximamente volveremos a tratar este tema con algunas claves y técnicas que favorecen el cambio de comportamiento.

Foto | Sharon Mollerus

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