Revista Filosofía

Algunos proyectos nuevos para el 2016

Por Zegmed

Como se ha hecho recurrente, no me queda sino disculparme por la falta de constancia en el blog. Los compromisos académicos de diverso tipo (¡o simplemente la necesidad de no hacer nada académico!) limitan bastante mi trabajo por aquí. Es verdad que prometí empezar a poner cosas ya escritas en inglés, algo que creo que podré hacer con más facilidad después de fiestas; pero incluso eso probó ser un poco más complicado de lo esperado dada la extensión de algunos de mis papers. Creo que me toca aceptar que mis publicaciones por aquí serán siempre más esporádicas, pero al menos a lo que sí me comprometo es a no abandonar el blog por completo: material seguirá circulando, pero de seguro con la frecuencia con la que lo ha hecho en los dos o tres últimos años.

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Dicho eso, con un poquito de tiempo en estos días, se me ocurrió que sería bueno hacer un pequeño balance de mis publicaciones recientes y, sobre todo, compartir con ustedes qué cosas emergen como ideas en el horizonte. Esto último lo hago también como una forma de ayuda-memoria, dado que algunas de estas ideas son muy recientes y terminan anotadas en un papelito que luego puede perderse con facilidad.

La subversión de la esperanza (Lima, Septiembre, 2015)

Fue sin duda una alegría presentar mi segundo libro en mi país, poco antes de regresar a Chicago. El proceso de publicación fue relativamente rápido para estándares editoriales y creo que la recepción ha sido positiva. La presentación del libro fue un momento emotivo, pero a la vez intelectualmente estimulante (para más sobre esto, vean el siguiente punto). Creo que es importante difundir algunas ideas y, en mi caso personal, poder hacerlo en el contexto de una comunidad de amigos y colegas cuyo interés en la teología de la liberación compartimos es una gran alegría. Yo siento como una gran responsabilidad, pero a la vez como un gran honor, la posibilidad de insertar mi trabajo en esta tradición teológica y sigo haciendo esfuerzos por contribuir de manera positiva. El libro se encuentra disponible en librerías en Lima, para aquellos interesados en leerlo. También he donado copias a las bibliotecas de la University of Notre Dame y The University of Chicago, por si alguien en EEUU está interesado en acceder a ellos via Inter Library Loan. Finalmente, los editores me indican que pronto estará disponible la versión e-book del libro. Una nota final de enorme agradecimiento corresponde, pues la confianza que los equipos editoriales del Centro de Estudios y Publicaciones, el Instituto Bartolomé de las Casas y la Pontificia Universidad Católica del Perú depositaron en mí fueron esenciales en el buen término de este proyecto.

“Los aportes de Zizek a la reflexión teológica: Una respuesta a Lucho Bacigalupo” (2016)

El día de la presentación de La subversión de la esperanza, mi amigo y maestro de tantos años, Lucho Bacigalupo, presentó algunas observaciones críticas respecto de mi tratamiento del aporte de Zizek para la reflexión teológica. Lucho sugirió, usando el método de correlación crítica de Tracy que yo mismo usé en el libro para otros fines y el cual respaldo plenamente, que mi tratamiento de Zizek no era del todo justo y que quizá tocaría repensar lo que dije sobre el autor esloveno en el capítulo 2 del libro. Ofrecí una respuesta rápida a Lucho en el panel, pero creo que sus observaciones críticas, cuya agudeza es para mí signo de respeto intelectual y de amistad, merecen más comentario precisamente por estas dos razones. Haciendo uso de algunas reseñas de los últimos libros de Zizek, de los comentarios de Lucho y de mi propio juicio de valor al respecto, mi meta es escribir un texto pequeño en el que aquello que Lucho llamó una “pequeña falla de Nazca” luzca un poco más como placas tectónicas estables.

Dos lenguajes teológicos: Un ensayo sobre el carácter público de nuestras creencias religiosas (Bogotá: Universidad de San Buenaventura, 2016).

Aunque este libro ya está terminado, será publicado oficialmente a inicios del año que está por empezar. Se trata de una versión considerablemente revisada de mis tesis de maestría en filosofía en la PUCP. El texto fue “corregido y aumentado” para hacer su lectura más fluida y su argumento más consistente. Añadí, además, un nuevo prefacio y una nueva introducción para colocarlo en el contexto histórico-político de su publicación. Aquí un breve extracto proveniente del prefacio:

Una de las mejores formas de entender el proyecto detrás de Dos lenguajes teológicos consiste en señalar que nuestras creencias religiosas no son una materia exclusivamente privada. Ellas tienen siempre un carácter comunitario, público. Por lo mismo, aunque son tremendamente importantes en la intimidad, ellas siempre nos invitan a su comunicabilidad. Cuando eso sucede en un contexto inmensamente pluralista como el de nuestra aldea global, se hace necesario buscar modos de expresar nuestras creencias que permitan entrar en conversación con otras posiciones. Ello requiere un ejercicio consciente de reflexión crítica que, desde mi perspectiva, permite establecer dos lenguajes teológicos (muy generalmente, dos modos de hablar de Dios) que aquí he llamado minimalismo teológico y maximalismo teológico.

El lenguaje minimalista opera como una estrategia de abstracción cuya finalidad es fundamentalmente pública, esto es, su meta es comunicar lo esencial de nuestras creencias religiosas de un modo que sea comprensible para personas que no las comparten y que a la vez permita consolidar sus ideales más fundamentales en la sociedad en la que vivimos. Como esto, evidentemente, no supone el establecimiento de una teocracia, corresponde preguntarse, entonces, cuáles son esos ideales más fundamentales y cómo pueden ser ellos traducidos en la esfera pública. Ese es un ejercicio que cada creyente y cada comunidades de creyentes debe discernir haciendo uso de su racionalidad práctica y su capacidad para la deliberación.

El lenguaje maximalista apela más bien a la experiencia más robusta y encarnada de nuestra fe. Hablamos aquí de doctrinas y prácticas mucho más cultural e históricamente enraizadas que, en realidad, configuran nuestro día a día: el tipo de Dios en el que creemos, la Iglesia a la que vamos, los preceptos rituales y morales que ella exige, etc. Todo eso configura la riqueza de quiénes somos y nada de lo que en este libro planteo invita a dejarla de lado. El lenguaje minimalista, entonces, es una abstracción respecto del lenguaje maximalista y, de hecho, tiene un valor sobre todo funcional para el contexto de la esfera pública. Dos lenguajes teológicos, entonces, es un esfuerzo por delinear estas dos formas de hablar de nuestra experiencia de fe en diálogo con el pensamiento de William James y Gustavo Gutiérrez.

“Teología de la liberación: Nuevas perspectivas” (2016)

Recientemente he estado trabajando en mi proyecto de tesis de doctorado. Parte de ese proceso consiste en la presentación de un boceto inicial que debe ser aprobado por el asesor y el comité que hará las veces de jurado en el futuro. Esa primera versión, redactada en cuatro páginas en inglés delinea bien lo que quiero hacer (algo que ya he compartido con ustedes en su versión inicial en el pasado). Uno de mis proyectos este año es escribir una versión ampliada de ese texto programático (quizá diez páginas) y publicarlo en español. Tentativamente, me gustaría titularlo como he sugerido en negritas más arriba. Obviamente, el título copia el del famoso libro de Gustavo Gutiérrez, pero añade un “nuevas” con el interés de hacer notar los nuevos desafíos que esta tradición de pensamiento y praxis tiene en el horizonte. Mi trabajo, sin embargo, no supone de modo alguna ruptura con el de Gutiérrez. Por el contrario, como se verá cuando el texto se encuentre terminado, implica más un esfuerzo por desarrollar puntos que el teólogo peruano identificó ya como centrales para la teología de la liberación hace cerca de quince años, pero que no han sido trabajados  con detenimiento aún.

Reseña de Roberto Morozzo, Monseñor Romero: Vida, pasión y muerte en El Salvador (2016)

A mediados de año termine de leer las más reciente biografía de Monseñor Romero. Un estudio de extraordinaria calidad publicado en italiano en el 2008 y en español en el 2010. A pesar de que se trata de un texto con varios años ya, no estoy al tanto de que haya sido reseñado en el Perú, al menos, y creo que vale difundir su contenido. El nivel de la investigación es altísimo y la capacidad de Morozzo para los matices en puntos cruciales merece, sin duda, cuidadosa lectura. Es una pena, aunque este es una crítica más bien periférica, que haya sido traducido con el título que consigno. En italiano, el libro se se llama Primero Dios: Vida de Óscar Romero, título que de hecho resume mucho mejor el argumento del libro: a saber, que el compromiso de Romero con los pobres de El Salvador fue siempre consecuencia de su profundo amor por Dios y nunca un mero acto político.

“Romero y la teología de la liberación” (2016)

La biografía de Romero junto a otros materiales a los que he tenido acceso ha dejado claro para mí que al menos unas pequeñas notas en relación a las conexiones históricas y teológicas de Romero con la teología de la liberación son necesarias. Mi plan, entonces, es escribir un texto breve en el cual estas conexiones se hacen explícitas tomando material de Morozzo, el diario de Romero y algunos testimonios. La consigna es clara: demostrar con evidencia firme que pretender desligar por completo a Romero de esta tradición de pensamiento es inconducente. Algo he dicho ya sobre esto en el capítulo 5 de La subversión de la esperanza, pero en este nuevo texto me interesa afinar la puntería y delimitar más la cuestión.

“Martirio: Un nuevo esfuerzo de reflexión sistemática” (2016)

Hace más de 30 años, Leonardo Boff publicó un ensayo en un famoso número de la revista Concilium editado por Edward Schilleebeeckx y Johannes Baptist Metz con un título similar al que aquí consigno. Su texto, así como los de Jon Sobrino, Karl Rahner y otros trataba de repensar el significado del martirio a la luz de la experiencia latinoamericana y más allá de ella. El capítulo 5 de La subversión de la esperanza publiqué representa un texto con ánimo similar, a la luz del martirio de Monseñor Romero. Con el tiempo, sin embargo, y después de tomar una clase sobre escatología en la Universidad de Chicago empezó a germinar el interés de escribir un texto más amplio en su rango histórico. Ninguno de los textos mencionados, incluido el mío, había hecho el esfuerzo de rastrear el concepto de martirio de modo sistemático en el momento clave de su gestación: el de la Iglesia temprana. Así, lo que abundaba son textos cuyo único foco es el de los mártires de los primeros siglos o textos (siendo los de Sobrino los más destacados) que teniendo en cuenta los primeros muy superficialmente, se movían pronto a la situación contemporánea. Mi meta es trazar un arco en el que ambas experiencias pueden ser comparadas orgánicamente.

Una primera versión de este texto ya está escrita en inglés. Ella se detiene en el contexto político teológico de los mártires de los primeros siglos, examina el caso de Ignacio de Antioquia y el de Policarpo, y plantea algunas posibilidades de interpretación a partir de las teología de Atanasio de Alejandría para luego pasar a las consideraciones teológicas contemporáneas siguiendo las reflexiones de Sobrino y Ellacuría. En este sentido, este trabajo no toma ninguna distancia fundamental respecto de la obra de estos dos teólogos de la UCA, pero creo que profundiza sus argumentos y plantea distinciones que me parecen importantes. En cierto sentido, también, este texto es una versión ampliada del capítulo 5 de La subversión de la esperanza. A diferencia de los otros textos, estimo que este tendrá una longitud mayor, lo que podría implicar que se publique en un par de entregas. Veremos cómo se dan las cosas.

Bueno, este es mi reporte/ayuda-memoria de fin de año. Espero que estos proyectos resulten de su interés y, de ser así, les agradecería cualquier recomendación bibliográfica o sugerencias respecto de cómo tratar los temas si alguna de mis ideas no parece del todo convincente.

¡Feliz año nuevo!


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