Los alimentos probióticos contienen bacterias vivas que son beneficiosas para la salud humana. Favorecen la digestión y también benefician a las mujeres embarazadas y a los reción nacidos.
Se reduce a la mitad el riesgo de que los bebés sufran eccemas, asma, y dermatitis tópica, lo cual se dedujo de un estudio realizado en la universidad noruega de Ciencia y Tecnología en futuras madres que tomaron suplementos probióticos desde la semana 36 hasta el tercer mes de vida del bebé, con lo cual también ofrecieron protección al niño a través de la leche materna.
Los cambios hormonales, el estrés y la fatiga alteran la flora intestinal de mujeres embarazadas y provocan grandes molestias digestivas, incluidas náuseas, vómitos, estreñimiento e indigestiones. Para tratar estos síntomas de forma tradicional se procura emplear medicamentos suaves para que no afecten al desarrollo fetal, pero en muchas ocasiones sus efectos no llegan a ser del todo eficaces.
La eficacia de los probióticos en las embarazadas
El consumo de alimentos y suplementos probióticos, sin embargo, es eficaz porque restaura el equilibrio de la flora intestinal. Las bacterias actúan frente a infecciones e intoxicaciones, las cuales se desarrollan en un 70% en el intestino.
Estos alimentos, por tanto, ofrecen protección frente a infecciones vaginales, repiratorias y urinarias en un momento en el que los tratamientos médicos o el uso de antibióticos es delicado e incluye ciertos riesgos para el feto.
Las bacterias que forman una flora intestinal sana se introducen en el cuerpo durante el nacimiento y son vitales para el bebé.
Alimentos probióticos
Yogur, kéfir, quesos crudos, encurtidos, miso, tamari, chucrut.
Suplementos disponibles en farmacias que contienen millones de bacterias vivas.
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Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure