. Aloys Adorn. Adorn hijo. El protagonista bautiza esta película, en la que desde su torre de marfil vive aislado (debido a su clara fobia social), lo que le impide romper la barrera entre su universo y el de los demás, por mucho que ansíe formar parte de esa "fiesta".
En esta ópera prima del suizo Tobias Nölle (Ganadora del Fipresci a Mejor Película este año en la Berlinale) Aloys es un hombre que vive en su mundo gris espiando y grabando a la gente, por encargo y por placer, como detective privado. Con la muerte de su castrador padre y compañero de trabajo, su vida se tambalea hasta el punto de llegar a perder unas cintas y la cámara en una triste noche de despiste y borrachera.
Lo que seguirán serán las llamadas de una misteriosa voz femenina (de la persona que le ha robado las cintas) que se pondrá en contacto con él para guiarle por su mente a realizar paseos, que tornarán en visitas a bosques, zoos y hasta una maravillosa fiesta (increíble momento del film este último, con colores, música, personajes peculiares y mucha alegría). Ella, Vera, será el detonante de los cambios en Aloys, pero el film no se limitará a mostrarla como una simple "Manic Pixie Dream Girl" (o lo que es lo mismo, no sólo un personaje que alegra y soluciona la vida al protagonista, sino un ser peculiar y perdido al que Aloys también tendrá que apoyar).
Un sensible retrato que estrena Atera Films el próximo 2 de diciembre, y en el que el poder de la imaginación dará los mejores minutos de la película, haciéndonos reflexionar sobre cómo muchas veces debemos salir de nuestras fantasías y zonas de confort para afrontar una realidad incontrolable, salvaje, viva, que aunque da miedo debemos afrontar.
Prima lejana de Her de Spike Jonce (más en el presente y en tono europeo, recuerda en ciertos matices como el pinganillo y el afecto por una voz desconocida que parece lo más real para el introvertido protagonista), se brinda como un cuadro sobre el amor y la conexión entre dos bichos raros que no saben entender este mundo en el que vivimos, y que tendrán que esforzarse el uno por el otro de la mejor manera que sepan. Tobias Nölle juega con dos partes claramente diferenciadas: el universo verdadero de los protagonistas (frío, gris, real, triste, urbano) y su universo mental donde todo es posible y los personajes reales se mezclan son situaciones inventadas.
Lo onírico juega un papel importante en el film, en el que el realidad-imaginación están dispuestas para que entremos de lleno con Aloys en eso que Vera se empeña en remarcar: "todo lo que nos emociona está en nuestra cabeza".
Altamente recomendable si entiendes lo difícil que resulta en ocasiones enfrentarse al mundo grande, áspero y opaco de los otros.