Revista Historia

Alumnos platenses realizaron corto sobre "La Noche de los Lápices"

Por Daniela Daniela Leiva Seisdedos @elarcondeclio
 "La historia resignifica nuestra vida como seres sociales"

Vivimos en un mundo cuya cultura es eminentemente audiovisual. La imagen es una de las principales fuentes de conocimiento. El cine, como la televisión, ejerce un gran atractivo sobre los jóvenes.
El cine es un medio de comunicación y por tanto es necesario interpretar sus resultados para descubrir qué es lo que nos quiere comunicar. 
Una película se compone de millones de elementos diferentes que en su conjunto, forman una narración con posibilidad de múltiples y variados comentarios y reflexiones. Como todo relato, una película utiliza técnicas que hay que conocer, descubrir e interpretar para que los mensajes lleguen a nosotros de la forma más parecida a como pretenden quienes han realizado la película.
¿Qué valores aporta el cine actual a los jóvenes?. ¿Cuáles son los modelos que el cine trasmite a jóvenes y adolescentes?  Estas preguntas me las hicieron hace unos meses en un debate televisado. Es difícil responder a ellas, pues para conocer la repercusión que realmente ejerce el cine sobre la juventud y la adolescencia es necesario, con anterioridad, disponer de información sobre la asistencia al cine de una amplia muestra de jóvenes de diversos niveles y características.
Los que enseñamos historia parece que enseñamos solo hechos violentos con lo cual retrasamos nuestra humanidad; pero es que reflexiono y veo que los hombres hacemos mérito para que esto siga sucediendo. Pero también sé que saber historia es respirar aires de rebeldías y esa rebeldía la encarna la juventud.
La historia trata de construir respuestas en un mundo que no está, que es ideal en nuestro pensamiento pero quiere mejorar. La historia resignifica nuestra vida como seres sociales que somos.
La historia, entendida como materia escolar, es la vida pasada en movimiento, no debe concebirse como un cuerpo de conocimientos acabados, sino como una aproximación al conocimiento en construcción. Preguntar, preguntar, preguntar. Más preguntas que respuestas en tiempos de pocas certezas y relativismo cultural es una de las misiones que debemos tener los profesores de historia. La pregunta nos saca de la casilla mental para poder mirar nuestro mundo con otros ojos.
En realidad, la finalidad de la historia es explicar porque somos así socialmente desde el presente. Ella, como maestra de vida, nos cuenta por qué las cosas que valoramos son las cosas que debemos valorar. No conocer la historia o la propia historia de un país, es no conocerse a uno mismo ni al mundo que nos rodea. En definitiva, todos formamos parte de la historia para formar nuevas historias. 
Adentrándonos en el tema que me convoca, esta vez, "La noche de los lápices", empecemos por los antecedentes; en la década de 1960 más precisamente en 1968 Juan Domingo Perón, durante un gobierno militar del General Juan Carlos Onganía, había escrito "La Hora de Los Pueblos" donde impulsaba a crear una Argentina contraria al imperialismo; quizás una remembranza de su Tercera Posición unida a otros países latinoamericanos, oprimidos y excluidos de toda fuente de razón. En este documento se ponía como mascarón de proa a los jóvenes y obreros entre otros para lograr este cambio.
Durante el secuestro de la denominada Noche de los lápices, los jóvenes de La Plata fueron sometidos a torturas y vejámenes en distintos centros clandestinos, entre ellos el Pozo de Arana, el Pozo de Banfield, la Brigada de Investigaciones de Quilmes y la Brigada de Avellaneda.
El operativo fue realizado por el Batallón 601 del servicio de Inteligencia del ejército y la Policía de la Provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps, que calificó al suceso como "accionar subversivo en las Escuelas". Lista de jovenes secuestrados: Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler.  Seis de ellos continúan desaparecidos (Francisco, María Claudia, Claudio, Horacio Daniel y María Clara) y sólo cuatro pudieron sobrevivir, Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Emilce Moler y Patricia Miranda. Este episodio, por lo tanto, constituye uno de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el terrorismo de Estado.
El trabajo que se presento fue realizado por alumnos de Quinto B de Economía, del Colegio San Cayetano de La Plata. 
El trabajo demando más de seis meses, se filmó con celular, cámaras. Participaron todos los alumnos junto con las autoridades,  profesores de la institución, alumnos de distintos años, personal auxiliar de la institución.

Por Daniela Leiva Seisdedos.-  El trabajo fue realizado por alumnos de Quinto B de Economía, del Colegio San Cayetano de La Plata. Demando más de seis meses, se filmó con celular, cámaras y participaron alumnos junto con las autoridades,  profesores, alumnos de distintos años y personal auxiliar de la institución. Además la profesora de Historia, Daniela Lieva Seisdedos en la crónica reflexiona y cuanto porque la realización de este trabajo audiovisual. 
Alumnos platenses realizaron corto sobre Noche Lápices






Colegio San Cayetano de La Plata. Historia. www.elarcondeclio.com.ar

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