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“Amador”: Rompecabezas moral para sufridores

Publicado el 09 octubre 2010 por La Mirada De Ulises

[7/10] Regresa Fernando León de Aranoa con una película entrañablemente humana y cargada de cuestiones existenciales. “Amador” se nos ofrece como un verdadero rompecabezas moral, con un comienzo de marcado carácter social que cede pronto ante la necesidad de dos personajes solitarios. Son Amador, un anciano postrado en su cama y al que su hija no presta mucha atención, y Marcela, una inmigrante peruana que acepta el trabajo de cuidar al enfermo para ganar algo de dinero. Él esconde un secreto que le ayuda a distraer a la muerte, y ella otro que le anima a esperar una nueva vida. Los extremos de la existencia coinciden en una habitación, y esas dos almas se entienden con miradas y silencios, con la complicidad que les lleva a confiarse lo que no les han desvelado a su hija o a su esposo, con la generosidad de saberse necesitados y estar dispuestos a dejar al otro un hueco en este mundo.

“Amador”: Rompecabezas moral para sufridores

Pobreza e inmigración, precariedad laboral e ingratitud filial, prostitución y aborto, pero sobre todo una mirada humana a la soledad y a la necesidad de sentir el cariño, un intento por dar respuesta al mal en el mundo –¿se esconde Dios tras las nubes porque se avergüenza de lo que creó o de los hombres hacen?, se preguntan los protagonistas–, y también una conciencia que se debate entre lo que debe y lo que necesita. Un dilema moral que Marcela se plantea desde su inocencia y buena fe, en una lucha por la supervivencia material y por la estabilidad afectiva. Ella está hecha un lío y acude a rezar, pide consejo y huye hacia adelante… intentando que las flores perfumadas ayuden en la impostura y simulación, y llegue el final de mes. Herida emocionalmente cuando Nelson la obligó a abortar hace dos años, ahora calla y espera… También espera Amador la respuesta a su carta urgente, sabedor de que nada puede recibir de una hija egoísta y poco comprometida.

“Amador”: Rompecabezas moral para sufridores

El acierto de León de Aranoa está en tratar temas de tanta enjundia y calado… y no aburrir al espectador, en construir una historia casi imposible con diálogos naturales y personajes creíbles en su soledad o desparpajo –la que le da Celso Bugallo a su personaje–, en saber oxigenar la gravedad de las situaciones con abundantes toques de comedia sin dejar que la película derive hacia el humor negro superficial. No pierde nunca la sutilidad para dejar entrever unas heridas ocultas ni para mostrar un poco de cielo o de mar –esas piezas del puzzle que tanto cuesta encajar–, aunque hay que decir que la cinta respira más tristeza y pesimismo que esperanza, más deseos que realidades. Entrañable es la escena en que Marcela simula hablar con su novio por teléfono, como simpática la conversación llena de doble sentido que mantiene con el cura, pero especialmente duro es el momento final en la cafetería con la hija de Amador, donde un envoltorio de caramelo dice tanto…, donde un gesto –qué gran actriz es Sonia Almarcha– habla por sí mismo. Extraordinario es el trabajo con los silencios –realmente pude decirse que se escuchan– y con las miradas, mérito a la par del director y de Magaly Solier, que transmite ternura e inocencia, bondad y comprensión, y también valentía y determinación cuando es necesario.

“Amador”: Rompecabezas moral para sufridores

La vida y la muerte, la maternidad y la ancianidad se dan la mano en “Amador” hasta completar el puzzle, cuando quizá los dos comiencen por fin a vivir… entre la mezquindad de la tierra o escondidos tras las nubes. Cada uno rompe y recompone su rompecabezas vital con decisiones morales que les hacen ser ellos mismos, y cada uno descubre cómo encaja mejor en un mundo de miseria y dolor. Porque el mundo de León de Aranoa es de sufridores –desempleados al sol, princesas aquí convertidas en sirenas– a los que presta su apoyo y para los que quiere dejar un resquicio de esperanza. Hay emoción que empapa poco a poco la película –el ritmo es parsimonioso– y que llega hasta lo más hondo del espectador. Y hay también un trabajo de producción muy cuidado para que todo encaje bien, con multitud de pequeños detalles con carga metafórica, lo mismo que sucede en ese puzzle que comienza Amador y termina Marcela, después de haber tomado dos importantes decisiones para su futuro.

Calificación: 7/10

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En las imágenes: Fotogramas de “Amador” – Copyright © 2010 Reposado y Mediapro. Distribuida en España por Alta Classics. Todos los derechos reservados.


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