Amazigs

PREGUNTA LO QUE IGNORAS Y PASARÁS POR TONTO CINCO MINUTOS; NO LO PREGUNTES Y SERÁS TONTO TODA LA VIDA. Proverbio chino.

El Sol saldrá a las 6,10h y se pondrá a las 18,17 h.

Los amazigh, más conocidos por el término foráneo de bereberes, son uno de esos pueblos antiguos que, teniendo tierra, no disponen de estado. Se extienden por el norte de África, principalmente por Argelia y Marruecos, aunque su influencia prosigue por Túnez, hasta llegar al oasis de Siwa, en Egipto. A ellos pertenecían lo guanches canarios, o en la actualidad los tuaregs, los rifeños de Marruecos o los cabilios de Argelia.

Disponen de idiomas propios y una cultura diferenciada que han amasado en 2.500 años de historia. Han hecho uso de la transmisión oral de sus costumbres y secularmente han pastoreado en tierras comunales sin tener en cuenta las fronteras de los estados. Gran parte de ellos son analfabetos y muchos sólo conocen su lengua, a pesar de tener su propio sistema de escritura (tifinagh). Utilizan el pacto verbal para cerrar acuerdos que respetan y a los cuales otorgan el mismo valor que al escrito.

Se mezclaron con la población árabe invasora en el siglo siete, al propio tiempo que abandonaban la religión cristiana y aceptaban la islámica. Su influencia en la cultura occidental es evidente si pensamos que el filósofo y teólogo San Agustín, el papa Melquíades o Tariq, invasor de la penísula ibérica, eran amazigh. Como lo fueron también Tertuliano, Caracalla o Cipriano de Cartago.

En Marruecos tienen negado utilizar sus nombres preislámicos y gran parte de sus derechos culturales. Normalmente sus poblaciones son las más abandonadas y a las que menos recursos dedica el gobierno. Tradicionalmente han defendido su tierra y han adoptado el nomadismo cuando los invasores se lo han impuesto. Su último gran éxodo lo constituye el de los tuaregs instalados en los campos de refugiados saharauis en Argelia.