American Horror Story: Asylum. Inquietante e hilarante

Tras sorprender y enganchar a todos con su primera entrega, Ryan Murphy y su fiel escudero, Brad Falchuk, han vuelto con la segunda temporada, miniserie o antología del terror americano de American Horror Story. Tan o más inquietante, excesiva y loca como fue la pasada edición.

En esta ocasión, dejamos las casas encantadas para trasladarnos a un manicomio de los años 60, regentado por la Hermana Jude (Jessica Lange), en el que ingresará un joven acusado de asesinar a su mujer y otras mujeres… pero él no recuerda nada.

Como todos sabemos, gran parte del casting repite, pero no con los mismo personajes, sino cambiando totalmente de papel, además de añadir caras tan conocidas como James Cronwell (A dos metros bajo tierra, Babe, el cerdito valiente) o Chloë Sevigny (Big Love, Hit & Miss).

Desde el primer episodio de la temporada, Murphy y Falchuk quisieron dejar una cosa bien clara, en American Horror Story tienes todo lo que puedes esperar de una serie de terror, y ocho tazas más. Porque en esta temporada han decidido tirar la casa por la ventana y tocar todas y cada una de las temáticas que pueden producir miedo o inquietud al espectador. Tenemos asesinos en serie, tenemos enfermos mentales, experimentos con seres humanos, monstruos invisibles, exorcismos, y si, incluso hasta extraterrestres.

Y es que en lo que otras series puede ser su punto débil, en esta es su punto fuerte. Episodio tras episodio te quedas con los ojos como platos, o ya directamente te pones a reír de lo absolutamente loco y excesivo que es todo. Pero no me entendáis mal, esto es bueno, pero hay que ser consciente de que es en esa locura donde reside su grandeza, hay que dejarse llevar por ese “Dominique, nique, nique” que suena en cada episodio.

En cuanto a personajes, Jessica Lange vuelve a ser quien domina la serie, pero James Cronwell le sigue bien el ritmo, con su malvado doctor de oscuro pasado, Evan Peters, una de las revelaciones de la pasada temporada es al personaje que quieres apoyar y que le salgan las cosas bien (en mi lo consigue mucho mas que el personaje de Sarah Paulson), y Lizzie Brochere, como Grace, es la revelación del año, con un personaje tan psicópata como entrañable.

En conclusión, American Horror Story: Asylum, ha empezado con fuerza. Puede no ser tan terrorífica como la anterior (el opening sin embargo, lo es aún más), pero lo compensa con su esquizofrenia, su montaña de temas y tramas y sus radicales giros de guión. Si estas listo para dejarte llevar por esa feria de los horrores ambulante que es la serie, para reírte con el festival de excesos y “momentos WTF” que es Asylum, no lo dudes, no hay serie igual en emisión.