Amigos a medio tiempo

Por Tania Yesivell desde Honduras
Supongo que la gente más normal les llama amigos a distancia, ciberamigos o algo así. Yo solía pensar en ellos como gente que conocí en internet, pero algunos de estos individuos se han tomado mayores molestias, o se han hecho demasiado presentes en cuestiones serias o irrelevantes de mi vida, como para ser vistos como simples conocidos, menos aún como una serie de bits que duran lo que la lectura de un correo electrónico. 

Pero, ¿"amigos"? 

Es como fuerte esa palabra, ¿no es verdad? No es fácil aplicársela a alguien a quien no conocemos en persona y podría no ser nada de lo que nos ha dicho. ¿Un desconocido que desaparece cuando se cae el Internet es un amigo? Hay que admitir que se ve raro desde ese punto de vista. Por más horas que pasemos conversando, estos "amigos" no van a visitarnos en el hospital cuando nos dé apendicitis. No nos pueden ayudar en las pruebas más duras si éstas son estrictamente locales. Pero... fue uno de estos amigos a distancia el que me ayudó cuando solo un par de mis amigos locales se ofrecieron. ¿Cuántos puntos comunes tengo con estás personas? ¿Cuántas veces me han levantado el ánimo? Que lo mismo pueden ser lo que dicen o asesinos en serie, quizás sea verdad. Es fácil olvidar que lo mismo se aplica para esos amigos que comparten el auto con nosotros para ir al trabajo. El ser humano es complejo aquí o allá. Ya no tengo miedo de llamarlos amigos. Si un día se van, no serán los primeros; si un día me dan la espalda o resultan ser una amenaza, duele decir que también me ha pasado (nada grave, eso sí). Después de todo, en cualquier interacción hay que mantener los ojos abiertos, ¿no les parece? Y el riesgo, siempre existe.Lo único que me sigue inquietando es que estemos limitados por la distancia y el estado de la conexión a Internet. "Medio tiempo" es mi forma de decir que su disponibilidad es relativa, pero eso no les resta a sus cualidades de amigos.