Revista Cultura y Ocio

Amores poco felices

Publicado el 24 noviembre 2016 por Revista Pluma Roja @R_PlumaRoja

562294g0Se dice que Won Kar-Wai, cineasta hongkonés, quería hacer una película que se llamara The Buenos Aires Affair tal como la novela que antes (1973)  hubiera publicado el escritor  argentino Manuel Puig, pero por problemas de burocracia no pudo utilizar el mismo nombre. Lo cierto es que nadie pudo impedirle al cineasta valerse de la inspiración que la obra de Manuel Puig le provocaba y así dio vida a la película que añoraba: Happy Together (1997), cuyo título nace de la canción homónima de The Turtles que por ese entonces sonaba mucho en las casas de China.

Tanto la película de Won Kar-Wai como el libro de Manuel Puig basan su historia en amores poco felices, situaciones inconducentes, felicidad lejana y sombría. Manuel Puig relata la tormentosa vida amorosa de Gladys y Leopoldo, quienes desde su infancia sufrieron circunstancias que los condujeron a llevar una existencia errante e inestable, forjando relaciones siempre endebles y llenas de sufrimiento que más que completarlos, les vaciaban el alma y los empujaban al abismo. Won Kar-Wai, por su parte, presenta una obra que se desenvuelve en la ciudad de Buenos Aires, protagonizada por dos hombres jóvenes Ho Po-Wing y Lai Yiu-fai procedentes de Hong Kong, cuyo amor es también inestable y tormentoso. Este amor significa, especialmente para uno de los jóvenes, mucho sufrimiento, sometimiento y dolor.

En ambas obras se muestran tres elementos en los personajes que son claves: la carencia de un lugar propio, el lenguaje ajeno y confuso, la inestabilidad emocional de sus protagonistas. En la obra de Puig tenemos una serie de personajes con muestras de inestabilidad emocional debido a ciertos eventos del pasado que son claves en su comportamiento actual y en su manera de enfrentar la vida; sin embargo, los personajes más insignes, pos su nivel de protagonismo, son Gladys y Leopoldo, quienes a lo largo de todo el relato tienen relaciones complejas tanto con otros como consigo mismos. Su intimidad emocional parece ser algo de lo que no pueden hablar porque la desconocen, les desborda la tristeza y no saben leer lo que les sucede, muchos menos pueden hablar de ello. En Happy Together también tenemos un escenario similar en cuanto a la inestabilidad emocional de sus protagonistas puesto que los dos jóvenes tienen una relación que más que ayudarles a sobrellevar la emigración, los destruye y los daña fuertemente. Ho Po-Wing parece tomar ventaja de Lai Yiu-fai y lo busca cada vez que necesita su ayuda o compañía una vez que su relación hubo terminado. Llama la atención, por ejemplo, la escena en que se muestra a Lai Yiu-fai enfermo y su expareja, que estaba alojando en su casa luego de una golpiza, lo obliga a levantarse para preparar la comida porque él tenía hambre. Lai Yiu-fai Obedece sin chistar y sin fuerzas prepara la cena.

Por otro lado en la obra de Puig se muestra que Gladys y Leopoldo son ambos errantes, se van de su país natal para conseguir el éxito profesional que no conseguirán sino lejos y logran relativo reconocimiento. No obstante hay un éxito que jamás alcanzaron: la felicidad que entrega el poder conectar con otros de manera profunda, encontrar en el otro un espejo, una guía, una compañía. Son seres errantes del terreno de la emocionalidad y no saben construir desde ella un lugar propio en el cual cimentar su persona y proyectar relaciones estables con otros. En Happy together se muestra una situación similar, pues ambos personajes emprenden un viaje a Sudamérica con la pretensión de llegar a las cataratas de Iguazú, quedándose finalmente en Argentina, allí trabajan e intentan construir un hogar. Todo esto lo intentan pero siempre les resulta complejo porque están en un sitio que es muy desconocido para ellos, en el cual, debido a su inestabilidad emocional, tampoco consiguen hacerse del todo parte. Ninguno de los dos cuenta con un sitio al que llamar hogar. Lai Yiu-fai tiene una pequeña habitación donde reside sin muchas comodidades y recibe por un tiempo a Ho Po-Wing cuando éste cayó en desgracia, pero nunca lograron hacer de ese sitio un hogar para ambos lejos de su país y su gente.

A partir de estos problemas emocionales y de desarraigo se pone de manifiesto la nula capacidad de los personajes de utilizar el lenguaje como parte de sí mismos y de lo que les sucede. Tanto Gladys como Leopoldo, en The Buenos Aires Affair están aparentemente imposibilitados de comunicar, de hablar de lo que les acontece; parecen ignorar que los seres humanos somos esencialmente palabra, que sólo en su compañía podemos encontrar una salida a aquello que nos aqueja. Este problema los lleva a cometer muchos errores, a encerrarse en sí mismos, a vivir enajenados de las emociones y las relaciones sanas con sus pares. Esto último, el problema del lenguaje, también lo sufren los protagonistas de la película de Won Kar-Wai, quienes estando en un país de lengua castellana no dejan de utilizar su lengua materna para comunicarse entre sí, como si esa lengua fuese un lugar donde la intimidad se despliega. Es el cantonés la lengua que se utiliza para hablar en casa, para hablar de lo que les sucede, para relacionarse íntimamente. Todo lo particular en la vida de los personajes de Won Kar-Wai sucede en su lengua materna, en un sitio cerrado, como si los lugares más esenciales de las habitaciones pudieran cobijar el secreto de ese lenguaje tan propio de las conversaciones más íntimas.

La narración del libro The Buenos Aires affair se da con mucho pormenor y descripción detallada de cada situación y lugar, así como en el cine. Mientras que la película de Won Kar-Wai es muy narrativa, tiene primeros planos muy largos, hay que mirarla con mucha atención para poder seguir su hilo narrativo pues en ocasiones se suceden muchas imágenes que podrían confundir al espectador distraído. Es sabido que a Manuel Puig le apasionaba mucho el cine, pero siguen siendo un misterio las razones por las cuales no se dedicó de lleno a él. Seguro él habría amado hacer una película que se llamara The Buenos Aires Affair, pero en cambio hizo un libro en formato de película que luego tomaría impulso por sí solo y lograría inspirar a otro creador, Won Kar Wai, que desde el otro lado del mundo se sentiría tocado por la pluma de Puig y crearía una película narrativa que no podría llevar el mismo título, pero que llevaría otro mucho más irónico y sugerente que de seguro habría encantado a Manuel Puig.

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Ambas obras tienen mucho en común, pero no podría afirmarse que la película de Won Kar-Wai está basada en el libro de Manuel Puig, puesto que no se trata de una obra que lleve a la pantalla grande la historia de Gladys y Leopoldo sino que lleva una historia completamente nueva creada por el director hongkonés. Sí es cierto que hay un guiño por parte del cineasta y que toma elementos que Puig incluía en sus obras, pero la de Won Kar-Wai es una obra totalmente nueva. Lo que impulsó a los críticos y al público a emparentar a estas obras es que parecen contener la misma crítica social y el mismo afán de poner el acento sobre las cosas que les molestan a la vez que expresar su malestar en torno a ellas. Sin duda alguna el desapego de los personajes al encontrarse solos, tristes, ajenos al lugar donde residen habiendo perdido toda vinculación con la gente y con el lugar que les rodea; su imposibilidad de conectar, la inestabilidad emocional, la violencia, entre otros, son elementos que se repiten en ambas obras, pero cada cual le imprime un estilo propio. Ambas son grandes obras y merecen ser tratadas con atención y cariño porque vienen a hablarnos de aquello que preferimos callar, vienen a mostrarnos la sociedad y, más profundamente, el drama interior humano desde un prisma que no acostumbramos a verlo. Tanto Won Kar-Wai como Manuel Puig nos hablan de esos amores poco felices que se dan en las ciudades de todo el mundo y que toman como protagonistas a quienes llevan tras de sí la estela del desamor y el sufrimiento.

Por Cristal

llavedecristal.wordpress.com


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