Dirigido a españoles abandonad@s por sus parejas caribeñ@s:
Cuando los marineros de la Santa María se le amotinaron a Colón, “hicieron cosas malvadas, no por hambre o desespero de tanta navegación, sino porque tenían humores o fluidos locos y el espíritu retomado por Satán, que no parecían cristianos”, le contaba el Almirante a los Reyes Católicos en Barcelona.
Cambio de carácter, que también le afectó a él –“yo rezaba fervoroso, pero íbaseme la mente disolviendo”—, debido al trópico en el que navegaban las carabelas.
Cuando se definió una franja por encima del Ecuador llamándole Trópico de Cáncer (23º27’N), y por debajo, de Capricornio (23º26’S), los marineros descubrieron que en esas latitudes experimentaban cambios de carácter y sentimientos. Muchos barcos llevan ahora un camarote acolchado y camisas de fuerza para controlar la locura de algún tripulante tropicalizado, como se califica en lenguaje naval al afectado por este síndrome.
El carácter mayoritario de los nativos que socializan con los turistas en las feraces tierras tropicales, cálidas y húmedas, es como el medio: exuberante, inconstante, cargado de sensualidad, de lengua, ritmos y lenguaje juguetones y melosos.
Gente así, de pródigas cadencias para la intimidad, se traen como objeto de gozo y orgullo much@s español@s que se tropicalizan mientras exploran y jinetean por Cuba.
Cuando se les pasa la tropicalización es demasiado tarde para su capital, sentimientos y ardores. Tales nativ@s se les han ido a casas de posibles más generosos.
(El uso de la arroba (@) es un simple juego para ver cómo resulta para evitar los géneros masculino y femenino en la gimnasia sexual, y para que usted opine lo que se le ocurra)
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure