El pasado domingo 28 de septiembre publicaba El País una noticia titulada “convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales” sobre una entrevista a Allen Francés, catedrático emérito de la Universidad de Duke que dirigió años el manual diagnóstico y estadístico ( DSM) considerado como la biblia de los Psiquiatras y que ya va por su quinta revisión. Actualmente se ampliado tanto las patologías y síndromes en Salud Mental que y ahora cualquier problema cotidiano y de la vida diaria se convierte en un trastorno mental en el que todos podemos vernos reflejados alguna vez.
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En el enlace podéis ver la entrevista que os invito a leer al completo porque es una excelente reflexión y autocrítica del DSM-V, sobre si todos vamos a ser considerados o no enfermos mentales, sobre el poder de las industrias farmacéuticas, como frenar esta tendencia y sobre como influye que te etiqueten con una enfermedad mental, sobre todo en psiquiatría infantil, sector en el que trabajo y que puedo afirmar el malestar y trauma que supone tanto para padres como para los niños o adolescentes. Tal y como afirma Allen: “esta inflación diagnóstica produce mucho daño, sobre todo en psiquiatría infantil”.
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La influencia de las farmacéuticas es evidente, pero un psiquiatra difícilmente prescribirá psicoestimulantes a un niño sin unos padres angustiados que corren a su consulta porque el profesor les ha dicho que el niño no progresa adecuadamente, y temen que pierda oportunidades de competir en la vida. ¿Hasta qué punto influyen estos factores culturales?
En la entrevista se hablan de datos sorprendentes de Holanda donde el 34% de los niños es diagnosticado de TDAH, cuando en realidad la incidencia real está en el 2 o 3%, así como también es alarmante que más de 100.000 niños menores de 3 años esté en tratamiento, dato para horrorizarse, sin duda.
¿ Cómo frenar esta tendencia?
Controlar mejor a la industria y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso. En mi país, el 30% de los estudiantes universitarios y el 10% de los de secundaria compran fármacos en el mercado ilegal. Hay un tipo de narcóticos que crean mucha adicción y pueden dar lugar a casos de sobredosis y muerte. En estos momentos hay ya más muertes por abuso de medicamentos que por consumo de drogas.
Aquí la respuesta de Allen ante la pregunta de como parar esta tendencia, porque que haya más muertes por consumo de medicamentos que por drogas ya es para hacer un pensamiento y que cada vez haya más intentos de autolisis en jóvenes y adolescentes por medicamentos que ellos tienen acceso en su domicilio, antidepresivos, antipsicóticos, etc, por algo será que habrá que controlar todo esto y evitar el peligro.
Entrevista muy interesante y que a mi como enfermera que trabaja en esta unidad me da que pensar, hay que estar informado de todo y saber la verdad y la realidad a la que nos enfrentamos, porque de lo que se trata es de buscar el bienestar del paciente, quizá escucharle más, normalizar situaciones de su vida haciéndole ver que son problemas cotidianos a los que todos nos hemos enfrentado alguna vez y deben por tanto hacerse más resilientes en la vida, sea la clave para afrontar la adversidad sin tener que poner una “etiqueta mental” para solucionarlo. Y como nos aconseja el Catedrático Allen: debemos dormir más, nuestro cerebro elimina toxinas cuando dormimos. A dormir se ha dicho.
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