Revista América Latina

Ana Cairo habla sobre Chibás: “No existen ángeles, existen seres humanos”

Publicado el 28 junio 2013 por Yohan Yohan González Duany @cubanoinsular19
Dr. Ana Cairo Ballester

Dr. Ana Cairo Ballester

Transcripción de la intervención de la Doctora Ana Cairo Ballester, profesora Titular de la Universidad de La Habana y miembro de número de la Academia de Historia de Cuba, durante la Conferencia “La maleta de Chibás” organizada por la UNEAC.

26 de junio de 2013, La Habana

Buenas tardes.

Como todos saben yo hice un libro sobre Chibás, que es resultado de una línea de trabajo de aproximadamente diez años. Empezó con la figura de Mella, después se hizo la de Guiteras, se hizo la de Roa y se hizo la Chibás. Estos libros fueron concebidos como espacios de polémica y por eso, en la entrevista que citaba Lela [1]  que ella le hizo a Pardo Llado [2] , está en el libro, la pueden leer en “Chibás Imaginario”. Aquí hoy hemos visto algo, por lo menos yo, que llevo 40 años viviendo en estos medios, es común, son puntos de vista. Y cada quien construye y se construye imaginarios de puntos de vista. Por ejemplo, Newton[3]  decía que empezó en el 27, realmente la biografía política de Chibás[4]  como la de Aureliano[5]  comenzó en año 1925, porque los dos participaron en la huelga de hambre de Mella.

Eduardo Chibás

Eduardo Chibás

Entonces, cada momento histórico tiene modos de vista, modos o puntos de vista y usted puede aportar visiones. Aquí se ha dado un punto de vista y se ha dicho que ese es el único modo de vista, yo en eso tengo mis reservas. Creo que el libro que se hizo sobre Chibás es un libro que tiene una ventaja, el arcoíris de puntos de vista, también trabajando con algo que fue, tiempo y espacio. No es lo mismo lo que se declara a los veinte años, que a los cuarenta y cinco o que a los ochenta. Y por lo tanto una de las cosas que yo me preocupé en el libro, fue dar puntos de vista entre el tiempo y espacio, atendiendo a  la diversidad de cosas donde creo que en algunos casos no hay una versión definitiva y única, excepto en las creencias de las personas y creo que eso es muy importante. Si yo fuera como Lela, la hija de Aureliano, yo también hubiera hecho un libro como el que ella hizo. Pero ella también, como parte del problema, le faltaron puntos de vista, le faltó por ejemplo un mejor análisis de su padre y su personalidad. Yo estoy convencida que Aureliano no robó y no robó entre otras cosas porque quería ser Presidente de la República. Chibás quería ser presidente de la República y Aureliano también. Y eso motivó muchas cosas, no lo digo yo, es que existe un volante de época que circuló en el ministerio de Educación donde desde el Sindicato se proponía a Aureliano Presidente. Esas son versiones, todas las versiones.

El mismo Roa[6]  declaró en un documento y está publicado, que él había aceptado ser director de Cultura para que saliera un buen trabajo en el Ministerio de Educación y Aureliano pudiera ser presidente, eso está declarado. Por lo tanto estamos hablando de intereses, de puntos de vista. Lela dice que muchos los recoge en su libro, que había problemas personales entre los dos políticos que arrancaban desde Nueva York y cada uno tenía una mirada del otro. Aquí se habló de la polémica de junio, en verdad la polémica comenzó en mayo (año 1951), porque en mayo un periodista le preguntó a Chibás: “porque él nunca hablaba mal de Aureliano”. Eso está declarado desde mayo. Pero voy a ir más atrás, a diciembre del 50. En diciembre de 1950 se publica en la prensa cubana una carta de Orestes Ferrara[7]  que es invitado a opinar por Alonso Cumet. ¿Y qué dice Ferrara? Que hay que sacar a Chibás del camino, que todo proyecto electoral tiene que hacerse sin Chibás.

Aureliano Sánchez Arango

Aureliano Sánchez Arango

Entonces son versiones y puntos de vistas, esto no es solo un problema de “la maleta”. Yo quiero decir algo porque creo firmemente que las convicciones existen y los puntos de vista existen y tenemos que aceptar que existen. Yo no puedo pensar que una persona es mentirosa porque cree que algo, sino, figúrese usted cada uno tiene convicciones y puntos de vista. Y yo voy a decir más, el claustro universitario se dividió , porque una parte del claustro eran compañeros de Aureliano y no creían que Aureliano robaba. Y eso dividió, eso que dice Pardo Llado es cierto, se dividió el partido porque consideraban que Chibás había cometido un error, pero eso no niega que Chibás creyera algo. Sobre todo que insisto en que hay viejos elementos de querellas personales entre los dos. Cuando usted está, y vamos a la vida, y acuérdense que la vida personal forma parte de la biografía política, por eso hay que atender a eso, por eso a veces cuando hay una gran carga de afectividad la gente no puede escribir o puede dar de eso solo una versión o un punto de vista, solo eso.

Como no tengo una relación afectiva con los problemas, traté de hacer un libro que les diera a las personas 30 o 40 entrevistas. Sé por ejemplo que Poncio Agüero se puso muy feliz porque está en el libro, me imagino que la familia de Portell Vilá se debe de haber puesto muy feliz porque está en el libro. Toqué todos los puntos de vista, pero yo quisiera decir algo también, las convicciones, incluidas las de los historiadores, no son pruebas.

Además voy a decir algo, porque me gasté el trabajo de revisar el archivo de Chibás, el archivo de Chibás es un archivo muy incompleto, lo que está en el Archivo Nacional. Lo que está en el Archivo Nacional no es un archivo entregado, es un archivo saqueado, donde aparece una cosa y luego no aparecen 18 más. Por ejemplo a mi me llama la atención que no hay un solo papel ni un expediente, y yo esperé encontrar un expediente, sobre todo esto, no lo hay. Una de las cartas que por ejemplo citó Newton en su libro (General Regreso) está metida en un archivo de carta. Como yo me encontré las dos versiones del texto del cinco de agosto, porque hay dos versiones, por eso las puse en mi libro, cada cual se queda con la que decida.

Y con esto que quiero decir, yo creo y estoy de acuerdo con Lela que es muy bueno que haya este tipo de sesiones, donde hay diferentes puntos de vista, diferentes modos de ver, diferentes todos. Pero ojo, son puntos de vista. Mis respetos para cada una de esas personalidades políticas que tienen una historia. Pero vamos a decir: yo respeto la versión de Newton. Pero yo pudiera hacer la historia de Aureliano, porque Aureliano en 1925 no es el Aureliano de 1927 y es inexacta la versión de que él fue centro del Directorio de 1927. O sea que no inventó solo Chibás, el secretario del Directorio en 1927 fue Chelala Aguilera, como lo demuestran los documentos. Y si vas a las versiones que se han dado sobre la posición de Aureliano como secretario del Directorio, son falsas, porque los documentos del Directorio en 1927 son categóricos: José Chelala Aguilera, secretario. Entonces son versiones.

Pero es más, la cárcel cambia a la gente, y existe un texto de Pablo de la Torriente Brau[8] , que está publicado en “Cartas cruzadas” donde Pablo habla del cambio de Aureliano, de Yeyo como le decían. Que él ha cambiado, que se le ve una megalomanía visible además, lean la versión del libro del 54 de Aureliano como él se cree que el mundo existe, Dios y él. Porque forma parte de su mirada de que él creía que el debía ser el Presidente de la República y es totalmente legítimo. Pero hay que preguntarse algunas cosas, ¿cómo podía funcionar Aureliano en el Partido Auténtico?

Aureliano fue del Directorio del 27, luego fue del Ala, fue después Joven Cuba. Sobre él en Joven Cuba[9] , hay que ver las cartas y las correspondencias de Joven Cuba, él quería liderar Joven Cuba. Y no pudo. Después se fue a los Auténticos, pero él no tenía linaje entre los auténticos. Yo me pregunto, ¿con qué contaba Aureliano para aspirar a ser el presidente de la República? Y de eso no hay ninguna duda porque está el documento circular, en el ministerio de Educación, que dice: Aureliano Presidente. Entonces, Chibás estaba aspirando a la presidencia y el otro también.

Quisiera decir esto para que entendamos que son puntos de vista, que las personas directamente interesadas. Van a seguir teniendo sus puntos de vista, pero a lo que tenemos que aspirar es al respeto y a la mirada de todos, pero que nada nos confunda. Sobre todo yo que vengo del mundo de la literatura, que trabajo las metaficciones y los metarelatos todos los días y las construcciones de personajes, sabemos cómo se hace eso. Pero además quiero llamar la atención que la prensa jugó un papel muy importante en los sucesos entre mayo del 51 y agosto del 51, y se manipuló a la opinión pública y se construyó opinión. Y se dio en ese momento, lo que hoy se puede llamar Guerra Mediática. Se podría hacer un estudio, los estudiantes de comunicación, sobre las técnicas que se usaron. Porque eso que dijo Ferrara de que había que sacar del camino a Chibás, se hizo. Y eso es una realidad, y eso hay que asumirlo con todo su costo.

Pero también podemos decir históricamente, se sacaron lecciones. Entre los chibacistas, hay una discusión sobre si fue suicido o inmolación. Porque también déjenme, si fue inmolación, hay que ir a los cristianos partidarios: “Con mi vida mis creencias”. Eso tiene que tener también un respeto, “Con mi vida mis creencias”. También una lección política que se los voy a poner más para acá y lo podemos ver en lo que le dijo Fidel a Chavez, de que se no se inmolara. Allí hay una lección política. La inmolación es una opción de creencia, tan respetable como lo era.

Por eso estoy hablando de que estamos debatiendo de sesenta años, y sesenta años en la historia no es nada, porque están las emociones, los puntos de vista. Yo voy a hablar de algo que pensé que nunca me iba a pasar, de que me parara en la calle un custodio y me dijera: “Usted es la mujer que hizo el libro de Chibás, porque mire en mi casa yo tengo la escobita y el pin del Partido Ortodoxo”. Y contra las emociones es muy difícil luchar.

Por eso yo saludo este evento y saludo los puntos de vista, me parece muy justo y muy respetable la posición de Lela de que se diga de que su padre no fue un ladrón. No fue un ladrón, pero también hizo otras cosas, no muy agradables y no muy beneficiosas. Como el embarque que les dio a los profesores del Claustro de Derecho en el sesenta. De eso nunca se ha hablado. Que le costó que sacaran a todo el claustro de Derecho. Porque él se metió en la embajada y pidió una licencia. O lo que yo en esta misma sala oí discutir a los miembros de la Triple A, aquí discutiendo en el año 2007 en el centenario de Roa, lo que pasó cuando este (Aureliano) entra en negociaciones con Trujillo. Por eso quiero decir que mis respetos a Aureliano, porque es un hombre del Directorio de 1927 y merece respeto y merece atención. Pero aquí nadie es ángel, no existen ángeles. Existen seres humanos, que tienen lecciones, que se equivocan, que tienen puntos de vista y que todo eso forma parte de la vida y de la ética.

Por eso yo saludo este encuentro. Me parece muy bueno, muy útil. Pero ojo, con manchar la fe. Chibás es una trayectoria. Todo el mundo comete errores, todo el mundo tiene puntos de vista. Pero las ideas han sobrevivido, su leyenda ha ido más allá de su vida. Porque bajo su advocación, miles de cubanos han participado en la historia de este país. Por eso hay tener un punto de respeto, yo respeto a quien considera que él es un mentiroso desde que tiene 20 años. Pero por mi parte eso es un punto de vista. Todo su derecho  a tener eso. Pero también hay que ceder a otros puntos de vista.

Por lo demás saludo esta idea e insisto hay muchas cosas que son metaficciones. Como en las novelas. La historia a veces hay que verla como una novela, una novela.

Gracias.


[1] Lela Sánchez Echevarría. Hija del exministro cubano Aureliano Sánchez Arango. Autora del libro: La Polémica Infinita: Aureliano Vs. Chibas Y Viceversa (2004)

[2] José Pardo Llado. Popular periodista cubano. Famoso e influyente en tiempos republicanos. Emigró fuera Cuba.

[3] Newton Briones Montoto (1941). Licenciado en Historia. Participó en la lucha clandestina contra Batista. Tiene publicado los títulos Acción Universitaria (1999), Aquella decisión callada (2005) y General Regreso (2005).

[4] Eduardo Chibás (1907 – 1951). Relevante político cubano, que se destacó en la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado y la denuncia de la corrupción en la Cuba prerrevolucionaria.

Fue miembro del Directorio Estudiantil Universitario y expulsado de la Universidad por sus actividades contra la prórroga de poderes impuesta por Gerardo Machado. Luego del la caída del dictador tuvo gran influencia en la Comisión Ejecutiva y el Gobierno de los Cien Días.

Ingresó al Partido Revolucionario Cubano (Auténtico) y fue de los más firmes defensores del gobierno del presidente Ramón Grau San Martín (1944 – 1948), pero desengañado del autenticismo por la inmoralidad pública y la corrupción fundó el Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo) bajo la consigna “Vergüenza contra Dinero”.

En 1951 sostuvo una polémica pública con el Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, a quien acusó de malversación de los fondos del ministerio. Incapaz de presentar las pruebas se suicidó públicamente durante una transmisión radial.

[5] Aureliano Sánchez Arango (1907 – 1976). Fue un político y profesor universitario cubano que destacó en la etapa republicana. Miembro del Ala Izquierda Estudiantil y destacado en la lucha contra Gerardo Machado y luego en los procesos de depuración de la Universidad de la Habana, fue ministro de educación y de Estado durante el gobierno de Carlos Prio Socarrás. Aureliano Sánchez Arango. Fue un político y profesor universitario cubano que destacó en la etapa republicana. Miembro del Ala Izquierda Estudiantil y destacado en la lucha contra Gerardo Machado y luego en los procesos de depuración de la Universidad de la Habana, fue ministro de educación y de Estado durante el gobierno de Carlos Prio Socarrás.

 [6] Raúl Roa García (1907 – 1976). Escritor, polemista, profesor, político y diplomático. Figura combatiente en la República mediatizada y después, por la dignidad de Cuba y de América Latina. Poseedor de una extensa obra literaria y periodística. Historia de las doctrinas sociales constituye su aporte historiográfico más importante.

Nombrado al triunfo de la Revolución Cubana, embajador de Cuba ante la OEA, con posterioridad Ministro de Relaciones Exteriores y después embajador ante la ONU. Su larga e intensa actuación al frente de la diplomacia revolucionaria, y sus cruciales batallas en la sede de organismos internacionales en defensa de la soberanía de Cuba le hizo merecer el apelativo de Canciller de la Dignidad.

[7] Orestes Ferrara Marino (1876–1972). Militar, político, diplomático, profesor universitario, escritor y periodista de de origen italiano. Coronel del Ejército Libertador cubano y uno de los líderes del llamado Liberalismo histórico. Ocupó una notable posición en la vida pública cubana durante la primera mitad del siglo XX. Representante a la Cámara por varios períodos, diplomático, secretario de Estado en el gobierno de Gerardo Machado, delegado a la Asamblea Constituyente de 1940. Autor de numerosos ensayos y estudios sobre historia y relaciones internacionales.

[8] Pablo de la Torriente Brau (1901 – 1936). Líder revolucionario e intelectual, conocido como el mayor cronista de su época. A través de sus crónicas, reportajes y entrevistas renovó el lenguaje de este medio de comunicación. Participó de los esfuerzos para exigir la libertad de Julio Antonio Mella cuando la famosa huelga de hambre de éste; fue herido en los sucesos del 30 de septiembre de 1930; cultivó estrecha amistad con Rubén Martínez Villena; denunció desde las páginas del periódico Ahora la explotación sufrida por los campesinos del Realengo 18 y, desde el exilio en México, el asesinato de Antonio Guiteras y Carlos Aponte. En la defensa de la República Española realizó una tarea multifacética como periodista, comisario político y combatiente.

[9] Joven Cuba. Organización fundada por el líder revolucionario Antonio Guiteras Holmes en mayo de 1934. La tesis insurreccional de la agrupación planteaba el desarrollo de la guerra revolucionaria, pasando por sucesivas fases con el apoyo de un aparato clandestino que golpease a las fuerzas represivas dictatoriales en las ciudades y en la retaguardia.

Su programa explicaba la situación concreta de la sociedad cubana de entonces y trazaba objetivos y tareas de una revolución de liberación nacional, agraria, democrática y antimperialista.


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