Ana Romero: Los lectores me piden una segunda parte

La periodista analiza en Final de Partida los últimos años del reinado de Juan Carlos I

Para empezar nos gustaría saber qué le llevó a escribir Final de partida.
El convencimiento de que estaba viviendo una situación extraordinaria que en ningún caso iba a volver a presenciar como periodista. Lo pensé (¡lo sentí!) volviendo a Madrid en coche el sábado 14 de abril de 2012 tras saber que D. Juan Carlos estaba en el hospital recién operado tras Botsuana. En diciembre de 2011 viví otro momento electrizante cuando Spottorno apartó a Urdangarín de la agenda oficial de la Casa. Observaba lo que estaba pasando como si lo estuviera viendo en la pantalla de un cine. La guinda fue la entrevista con Corinna zu Sayn-Wittgenstein. ¡Puro film de intriga!

Cuando ya decidió escribirlo, ¿se marcó algún objetivo?
El único objetivo fue contar lo más claramente posible lo que vi.

Haciendo memoria del hermetismo que había hace unos años sobre la Casa Real, ¿este libro hubiera sido posible sin los escándalos que propiciaron la salida del trono de don Juan Carlos?
Seguramente no. Este libro no habría podido salir antes de la abdicación del rey emérito.

La sinopsis publicada en la web de Esfera de los libros habla de un rey de brillante pasado, vinculado a la Transición y la resolución del 23F. Sin embargo, hay gente que no cree en ese brillante pasado. ¿A qué se debe esa percepción?
Se debe a las incógnitas que rodean al papel de D. Juan Carlos: ¿apoyó el advenimiento de la democracia a España por convicción o por conveniencia? ¿Alimentó la esperanza de Alfonso Armada de ser presidente de un Gobierno de concentración y luego salió en defensa de la España constitucional porque intuyó que los españoles no apoyarían un golpe militar?

Son preguntas legítimas. Para algunos, sin embargo, basta con que lo hiciera independientemente de sus convicciones profundas.

Después de todas las entrevistas que ha realizado para escribir el libro. ¿Qué imagen se ha hecho usted del monarca?
Aún ahora navego entre varias aguas, como el propio emérito. Hay días que siento cierta pena por el final poco honorable que protagonizó. Otros- hoy mismo- siento cierto rechazo al verle navegar por la Costa Azul con la jet-set internacional. Solo, con 77 años, con gafas de espejo claramente inapropiadas para un hombre de esa edad y de esa condición, que ha representado a mi país durante casi 40 años y que ahora parece un playboy cualquiera. Podría ayudar más a la monarquía que representa su hijo si veraneara en España, donde hay sitios hermosísimos, y se codeara con más con sus 8 nietos y menos con los plutócratas árabes y rusos.

Suponemos que tuvo que hacer selección  de la información, ¿podría salir otro libro con toda esa información?
Sí, siempre digo, medio en serio medio en broma, que Final de Partida tiene hechas la manicura y la pedicura: hay información que tuvo que quedarse fuera para que el libro pudiera salir. Podría escribir otro libro completando lo que se quedó fuera, pero a buen entendedor…

Muchos de los escritores que han publicado libros sobre la monarquía, antes de ponerlos a la venta envían un ejemplar a la Casa del Rey. ¿Lo hizo usted?
No, yo no envié ejemplar, pero sospecho que las altas instancias del Estado tuvieron la oportunidad de comprobar antes de la salida que Final de Partida no era un libro altamente destructor como se suponía.

Fuente: La voz libre

¿Tiene información de cómo ha sentado Final de partida a los protagonistas de la historia?
Al rey emérito y a Corinna zu Sayn-Wittgenstein  no les apasiona, eso me consta.

No es la primera vez que dedica un libro a la figura del rey. Ya lo hizo en Carmen, Suárez y el Rey. El triángulo de la transición. Tampoco es la única autora que ha dedicado obras al monarca emérito. En su opinión, ¿cree que queda algo relacionado con el monarca que podría sorprendernos si saliese a la luz?
Claro que sí, creo que los historiadores tendrán mucho que desenterrar en el futuro.

Su libro ha sido recomendado por periodistas como Rosa Villacastín y algunos programas de actualidad. ¿Esperaba ese recibimiento por parte de sus compañeros de profesión?
Mis colegas han reaccionado positivamente, hasta en los silencios.

¿A qué tipo de lector cree que va a satisfacer más Final de Partida? ¿A los que buscan información de carácter más social o quienes quieren conocer los hilos que unen a don Juan Carlos con el Caso Noos?
A los que quieren hacerse con un retrato de la monarquía borbónica en la España contemporánea y entender mejor cómo se deterioró el tejido institucional de nuestro país.

Afortunadamente ha tenido una importante campaña promocional, con presentaciones de éxito en cuanto al aforo. ¿Qué extrae de esas presentaciones?
Muchísimo. He recorrido España estos tres últimos meses y he hablado con mucha gente: monárquicos, republicanos, podemitas, populares, socialistas, liberales…Puro material periodístico.

En esos actos, los escritores tenéis la oportunidad de conocer la opinión de los lectores. ¿Qué es lo que más le han dicho?
La conclusión que saco es la que Zarzuela pudo comprobar en las encuestas internas a partir de Botsuana: las acciones del rey emérito sufrieron un crash en 2012 y nunca se recuperaron. Tampoco ahora. Los lectores me piden una segunda parte.

En estos momentos está inmersa en poner en marcha El Español, un nuevo medio de comunicación, ¿le deja tiempo para un nuevo proyecto más literario?
El Español es un proyecto fascinante, pero sospecho que a partir de septiembre consumirá todo mi tiempo…Quiero hacer un esfuerzo para seguir escribiendo libros y quizá algún día me atreva con la ficción.