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Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Publicado el 26 noviembre 2018 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Suele convertirse en un sentimiento agridulce el hecho de que un aficionado a cierto anime (o manga) descubra que recibirá su propia adaptación con un videojuego. Esta sensación se encuentra sustentada por la ilusión de poder controlar a nuestros personajes favoritos, disfrutar de sus ataques, universos y librar con nuestras propias manos sus batallas. Pero, por otro lado, también por el miedo a que el videojuego sea mediocre, se aparte de la trama del anime o, simplemente, no haga justicia con nuestras expectativas.

El pasado mes de octubre los aficionados a Hokuto no Ken sintieron ese “je ne se qua” cuando tuvieron la oportunidad de poner sus manos sobre Fist of the North Star: Lost Paradise, el nuevo título de SEGA que se inspira en la obra original de Buronson y Tetsuo Hara, que bebió de la tal vez más conocida saga filmográfica Mad Max, añadiéndole a un universo punki postapocalíptico nuevas características propias de la animación japonesa.

Sin embargo, esa curiosa sensación ya ha pasado y hoy os ofrecemos las impresiones que nos han causado nuestras sesiones de juego con la nueva obra de Ryu ga Gotoku Studio, equipo responsable del desarrollo de la serie Yakuza, de la cual os adelantamos, bebe y mucho.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Una trama sobria muy interesante que choca con las mecánicas Beat ’em up y sandbox.

La trama que nos ofrece Fist of the North Star: Lost Paradise nos transporta a un universo que parece haberse sacado a la fuerza de la ya citada serie de películas Mad Max (sobre todo de los últimos films). En lugar de a Mel Gibson, el título nos presenta como protagonista de la historia a Kenshiro, un hipermusculado luchador de artes marciales que trata de encontrar a su fiancee (prometida en francés) Yuria, tras haberse separado de ella durante un encuentro con un antiguo enemigo y darla por muerta.

Sus agotados pasos por el páramo (y su habilidad de combate sin igual) le permiten descubrir la pista de que puede que una tal Yuria se encuentre en la idílica ciudad de Eden, donde no faltan recursos tan necesarios en su mundo como el agua, la comida o el combustible. Por supuesto, el bueno de Kenshiro pone rumbo al amurallado Eden, donde dará comienzo realmente la historia que nos presenta el videojuego.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Llegados a este punto es donde comenzamos a encontrar sus defectos: su trama es tratada con la misma importancia que se le da en el manga/anime, es decir, se le otorga un gran peso a la historia en un videojuego con mecánicas más afines al Beat ‘em up y de sandbox, lo que implica que sea desarrollada de forma algo atropellada. Esta curiosa mezcla no nos suena tampoco demasiado extraña, sobre todo viniendo de los responsables de la serie Yakuza, en la cual también sucede lo mismo. Sin embargo, este esquema parece encajar peor en el título que nos ocupa, sobre todo por la promesa de más acción y dinamismo inherentes tanto al páramo abierto como al universo de personajes ultrapoderosos e hipermusculados del que se inspira el videojuego.

La que nos narra este Fist of the North Star: Lost Paradise es una historia inédita independiente del anime que ha sido supervisada por Tetsuo Hara (uno de los creadores originales del manga), para asegurar su fidelidad a la original. Gracias a ello el juego ofrece a los jugadores neófitos (o desconocedores totalmente) del universo Hokuto no Ken la oportunidad de disfrutarla completamente y sin restricciones aunque, por supuesto, serán los más avezados fanáticos de la serie los que puedan sacar el mayor partido de ella.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Escenarios abiertos muy limitados, combates frenéticos y sangrientos y minijuegos, muchos minijuegos.

Como ya hemos mencionado anteriormente, estrictamente hablando deberíamos catalogar a este videojuego en el género de la acción y el Beat ‘em up. Sin embargo, al igual que en la serie Yakuza, también nos ofrece acercamientos a mecánicas más sandbox y roleras, además de otras inspiradas totalmente por el universo del manga ofreciendo un sistema de combate levemente parecido al del género musou.

Esta amalgama de géneros convergerá en una obra que nos ofrece libertad de movimiento a lo largo de unos pocos mundos abiertos muy limitados. La ciudad de Eden hará las veces de centro neurálgico de la trama, mientras que también nos permitirá explorarla libremente (como ya hemos dicho, de forma muy limitada) para disfrutar de sus actividades secundarias, tiendas y minijuegos.

La práctica totalidad de estas actividades secundarias, que no sean estrictamente minijuegos, desembocarán en un nuevo enfrentamiento en el que deberemos hacer frente a un buen número de enemigos a puño descubierto. El sistema de combate se compone de combos muy básicos y se apoya demasiado en los QTE que darán paso a las reconocidas técnicas del Hokuto Shinken. Esto no es malo de por sí, aunque llega a convertirse en algo demasiado monótono, dada la cantidad de enemigos que encontraremos y el número de batallas del juego. Para paliarlo encontramos algunas opciones que nos permitirán mejorar las habilidades de Kenshiro, e incluso descubrir nuevas. Estas opciones se apoyan en las mecánicas roleras ya citadas, y nos invitarán a ganar experiencia peleando y mejorando así no solo nuestras habilidades sino también brindándonos nuevas opciones como el parry.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

No nos gustaría dejar aparcado el tema de las batallas sin hacer una especial mención a la implementación de los clásicos resultados de un ataque del Hokuto Sinken. Y es que como todos los aficionados al manga/anime sabrán, este arte marcial aprovecha los puntos de presión de sus enemigos para acabar con ellos utilizando tan solo un dedo. Ello se resuelve con los QTEs que ya hemos mencionado, y que a pesar de ser muy sencillos y de no existir prácticamente ninguna penalización por fallar, también se nos han antojado algo demasiado recurrentes sobre todo porque no existe mucha variedad y veremos cómo se repiten una y otra vez las mismas explosiones de cabezas verdaderamente dantescas.

Otro de los apartados más significativos de la propuesta es también uno de los heredados de la serie Yakuza. Al igual que en la obra protagonizada por Kiryu, Fist of the North Star: Lost Paradise también nos ofrece toda una serie de minijuegos que hará las delicias de todos los jugadores que deseen aprovechar esa limitada exploración de la que ya hablamos. Desde hacer las veces de barman, hasta disfrutar por completo de algunos de los clásicos videojuegos de SEGA Mega Drive.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

El Dragon Engine vuelve a nuestras pantallas con un estilo cel-shading que no decepciona, pero que tampoco destaca.

En lo referente al apartado visual, el estudio ha echado mano del mismo motor gráfico Dragon Engine que vimos en el reciente Yakuza Kiwami 2 (así como en anteriores entregas de la serie), que ya cuenta con unos añitos a sus espaldas, pero readaptado para ofrecernos un aspecto más afín al cel-shading. A pesar de que ello lastre en cierta medida la apariencia general del juego (sobre todo en las zonas desérticas), también le ha permitido a SEGA que la tasa de frames alcance los 60 por segundo, algo que en el rápido combate del juego se agradece y mucho.

También de la serie Yakuza hemos encontrado algunos efectos sonoros reciclados que, eso sí, cumplen con su misión de forma impecable pero sin alardes. Lo mismo pasa con una banda sonora que tampoco llega a sobresalir, acompañando la acción a la perfección pero sin llegar a ofrecernos un motivo para escucharla más allá del juego. De obligada mención es el trabajo que el equipo de Ryu ga Gotoku Studio ha empleado a la hora de doblar el título, aunque solamente a los idiomas inglés y japonés. El resultado es excelente sobre todo en el segundo de los casos que es el que elegirán los seguidores más acérrimos de Hokuto no Ken. Por último también debemos señalar que hemos echado en falta la traducción de los subtítulos a nuestro idioma. Aunque el lenguaje con el que hemos disfrutado el juego haya sido un inglés muy asequible (con poco que controléis el idioma de Shakespeare no debéis preocuparos de perderos nada), la falta de traducción siempre es un inconveniente.

Análisis Fist of the North Star: Lost Paradise – punkis hipermusculados y cabezas que explotan

Conclusión

Fist of the North Star: Lost Paradise es una adaptación a la industria del videojuego de un notable manga/anime muy disfrutable tanto para los aficionados al mismo como para los neófitos. El título cuenta con una extensa gama de actividades secundarias que harán las delicias de los jugadores mientras se toman un descanso de su sobria trama. Los combates reflejan a la perfección el universo creado por Buronson y Tetsuo Hara, y realmente ofrecen una experiencia frenética y divertida para los jugadores sobre todo en los sobresalientes aunque algo escasos enfrentamientos contra jefes (a pesar de que, por lo general, sí que acaban volviéndose demasiado repetitivos muy rápidamente).

En definitiva, la obra de Ryu ga Gotoku Studio no se encuentra exenta de errores, y se ganaría muchos enteros de no haber heredado tanto de la serie Yakuza. A pesar de ello, ofrece a los jugadores una experiencia verdaderamente entretenida y una trama que merece mucho la pena.

Historia - 82%
Jugabilidad - 64%
Gráficos - 60%
Sonido - 70%

69%

Fist of the North Star: Lost Paradise es una adaptación a la industria del videojuego de un notable manga/anime muy disfrutable tanto para los aficionados al mismo como para los neófitos. El título cuenta con una extensa gama de actividades secundarias que harán las delicias de los jugadores mientras se toman un descanso de su sobria trama. Los combates reflejan a la perfección el universo creado por Buronson y Tetsuo Hara, y realmente ofrecen una experiencia frenética y divertida para los jugadores sobre todo en los sobresalientes aunque algo escasos enfrentamientos contra jefes (a pesar de que, por lo general, sí que acaban volviéndose demasiado repetitivos muy rápidamente).

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