Revista Tecnología

Análisis Little Nightmares

Publicado el 23 abril 2017 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

Análisis Little Nightmares

Tarsier Studios nos trae Little Nightmares, un juego en el que volveremos a enfrentarnos a esos miedos infantiles que ya creíamos olvidados. Como la pequeña Six tendremos que escapar del Maw y sus terribles monstruos. Puzles, habilidad y sigilo nos esperan en esta interesante propuesta de terror.

Cuando uno piensa en Bandai Namco, editora que ha dado su apoyo a Tarsier Studios y su juego, se le vienen a la cabeza títulos sobre todo de manga y anime, Tekken y SoulCalibur. Pero de un tiempo a esta parte, la compañía japonesa ha ido ampliando su catálogo de juegos con títulos que se salen de esas líneas, ya sea como editora o distribuidora; así nos han traído Project CARS, Ride, la saga Dark Souls o The Witcher 2 y 3. Y parecen dispuestos a seguir por ese camino, apostando por juegos de diferentes géneros y estilos para presentar un catálogo todavía más amplio y variado. Y Little Nightmares es la última incorporación a dicha colección. Un juego indie de terror que nos presenta una interesante propuesta dentro de su género. No esperéis sustos, ni un gore desmedido que salpique de sangre vuestra pantalla, pues este pequeño juego apuesta por la tensión que experimentamos en esas pesadillas en las que solo queremos escapar de los monstruos que nos persiguen.

Análisis Little Nightmares

Una historia contada sin palabras

Como decíamos al comienzo de este análisis, Little Nightmares va sobre miedos infantiles y todos los elementos del juego representan esos temores que nos acompañaron durante la infancia y que nos gusta creer que hemos superado, pero ¿quién no siente cierta ansiedad en un cuarto completamente a oscuras?, ¿o cuando la oscuridad no es completa y las sombras y formas indefinidas juegan una mala pasada a nuestra imaginación?, ¿o cuando oyes ruidos en la siguiente habitación y temes continuar para descubrir qué hay allí? Pues Little Nightmares juega con esos miedos y los utiliza para contarnos la historia de Six, una niña de tamaño diminuto frente a las amenazas que se ciernen sobre ella y de las que debe escapar; pequeña porque nuestros miedos siempre nos hacen sentir así, pequeños frente a ellos. Y esta historia se nos cuenta sin palabras, en una narración visual que nos conducirá a lo largo del Maw, un siniestro barco de cuyos monstruosos ocupantes deberemos escapar.

Análisis Little Nightmares

Oscuridad, puzles, monstruos y un Zippo

Con ese planteamiento, el único objetivo del juego es, por tanto, escapar del Maw y sus moradores, cuyo único fin parece ser atraparnos para devorarnos. Y Little Nightmares no nos cuenta nada más, no nos explica por qué estamos en ese lugar, pero nos impele a escapar de él. Incluso prescinde de tutorial (aunque si os atascáis aparecerán instrucciones sobre cómo mover a Six en determinados momentos).

Iremos recorriendo el barco a través de cinco zonas diferentes, zonas inspiradas en la realidad, en habitaciones de una casa cualquiera pero deformadas como solo una pesadilla puede deformar un entorno familiar y seguro y convertirlo en material de sueños retorcidos y hacernos sentir intranquilos y amenazados. En cada zona nos esperan puzles que hacen uso del escenario y un tipo de «enemigo» al que tendremos que evitar, de manera que las únicas armas de Six serán nuestro ingenio y el Zippo con el que iluminar las oscuras habitaciones. También tendremos que correr, saltar y escalar, así como escondernos y avanzar sigilosamente. Todo ello crea diferentes tipos de niveles que superar en un planteamiento de scroll lateral en 3D que le sienta muy bien a la idea que transmite el juego, pues apenas podremos vislumbrar qué nos espera más adelante.

Con esta disposición y el diseño visual escogido, donde se usa una paleta de colores ocres y oscuros que contrasta con el chubasquero amarillo de Six, así como el diseño de los propios escenarios, con una atención al detalle perfecta, Little Nightmares consigue crear una tensión y una sensación de anticipación que nos acompañan durante todo el juego y que a la vez nos impele a continuar aún sabiendo que tras la siguiente puerta que tenemos que abrir nos espera una nueva amenaza.

Análisis Little Nightmares

Los puzles y las secciones más cercanas al plataformeo no son excesivamente complejas, pero sí que nos harán caer más de una vez en un proceso de prueba y error para superar algunas de ellas, incluidas algunas en las que «moriremos» nada más cruzar el umbral a la siguiente zona, de manera que tendremos que observar el entorno, a los enemigos que se mueven por él y aprender sus patrones de movimiento, anticipar sus reacciones y buscar el lugar dónde escondernos o hacia dónde huir. Y aunque a veces puede que nos toque repetir una sección varias veces, lo cierto es que no llegaremos a sentirnos frustrados con el juego, sino que más bien nos hará sentir la necesidad de superar ese desafío y poder seguir avanzando.

Si algo hay que criticarle a Little Nightmares es su corta duración, las cinco horas más o menos que nos llevará pasarlo se nos hacen pocas, aunque bien aprovechadas para contarnos esta peculiar historia, cuya conclusión no podría ser otra que la que nos ofrece (no os preocupéis, que nos os contamos nada más sobre ello).

Análisis Little Nightmares

Un mundo de pesadilla

En Little Nightmares todo sirve para crear y transmitir esa sensación de tensión frente a los miedos que vivimos en la infancia y el apartado técnico sigue también ese propósito. Desde el diseño de los escenarios y los personajes, pasando por el contraste de colores y tamaños, hasta el uso del silencio y los efectos sonoros, todo gira en torno a crear esa atmósfera de terror que se aleja del susto fácil o el simple gore, para presentarnos algo más sutil, más psicológico y relacionado con el mundo desde la perspectiva de un niño y cómo lo más cotidiano puede convertirse en pesadilla cuando cerramos los ojos. El conjunto crea sensaciones contrapuestas, nos crea tensión, pero a la vez su maravilloso diseño visual, sus desafíos y la necesidad de escapar nos hacen seguir adelante y «disfrutar» de cada zona superada.

A nivel gráfico el juego luce exquisito, el Unreal Engine 4 está demostrando ser un motor que da mucho juego para estos títulos indies. Cuenta con unas físicas que nos han sorprendido gratamente porque consiguen transmitir muy buenas sensaciones cuando toca mover un objeto pesado, ascender por una estructura, arrancar un tablón o caminar lentamente para que nuestros pasos descalzos no resuenen y atraigan una atención no deseada. Como ya dijimos antes, el scroll lateral en 3D es una opción acertada para el avance del juego, implica avanzar siempre hacia delante sin mirar atrás para superar esos miedos en forma de monstruos de pesadilla. Y se nota el mimo puesto en los detalles, como las diminutas huellas que deja Six en el suelo. Como decimos, una maravilla visual que sabe jugar con las metáforas que nos presentan.

El sonido sigue esa misma línea y se convierte en otro punto a su favor. El uso de los efectos sonoros, de nuevo con gran atención al detalle, como cuando el agua gotea sobre el chubasquero de Six, es no solo acertado, sino que además nos sumerge perfectamente en la atmósfera del juego. Apenas usa música, pero el silencio que muchas veces nos acompaña ayuda a transmitir esa sensación de tensión. Y cuando la música hace acto de presencia, estamos ante una banda sonora que evoca esas mismas sensaciones de tensión y anticipación, de temor a lo que se esconde entre las sombras de nuestra habitación.

Análisis Little Nightmares

Conclusión

Little Nightmares es un juego corto y «sencillo», que no necesita tirar de sustos para mantenernos en tensión, que usa todos sus elementos para crear un relato en el que el jugador adulto se enfrentará a esos viejos miedos infantiles, a esa cotidianidad deformada en pesadilla, a ese mundo de adultos que cuando éramos pequeños nos parecía tan incomprensible y grande. Y lo hace de una forma acertada, entretenida y que nos engancha irremediablemente. Lo único que le podemos criticar es que se hace corto. Pero sin duda, es una experiencia de juego muy interesante.

Nota: Este análisis ha sido realizado en una PS4 estándar. No haremos videonálisis de él porque pensamos que lo mejor es comenzar este juego sin ver ningún gameplay que pueda estropearos la resolución de sus puzles o su historia.

Jugabilidad - 80%
Gráficos - 90%
Sonido - 90%

87%

Little Nightmares es un juego corto y «sencillo», que no necesita tirar de sustos para mantenernos en tensión, que usa todos sus elementos para crear un relato en el que el jugador adulto se enfrentará a esos viejos miedos infantiles, a esa cotidianidad deformada en pesadilla, a ese mundo de adultos que cuando éramos pequeños nos parecía tan incomprensible y grande. Y lo hace de una forma acertada, entretenida y que nos engancha irremediablemente. Lo único que le podemos criticar es que se hace corto. Pero sin duda, es una experiencia de juego muy interesante. Nota: Este análisis ha sido realizado en una PS4 estándar. No haremos videonálisis de él porque pensamos que lo mejor es comenzar este juego sin ver ningún gameplay que pueda estropearos la resolución de sus puzles o su historia.

User Rating: Be the first one !

Volver a la Portada de Logo Paperblog