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ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

Publicado el 22 octubre 2019 por Raúl Vázquez Santos @Generacionpixel

Nos tenía inquietos, nos tenia expectantes, y ante todo, nos tenia llenos de curiosidad por saber como un juego de descenso en bicicleta podía aparecer en el mercado y ser capaz de sobrevivir en el.

Pues ya sabemos cómo, demostrando como haciendo bien las cosas, perfeccionando a niveles muy alto lo poco que tienes, y consiguiendo dar ese toque visual y sonoro que lo hace especial.

Y es que Lonely Mountains desde este momento es uno de esos juego de obligatoria instalación y casi a diario disfrute, que no nos esperábamos, pero que desde aquí os recomendamos con toda la fuerza del mundo, ya que vais a disfrutar como enanos desde todos los puntos de vista que un videojuego os puede dar, pero ante todo por lo que nos propone y por lo bien hecho que está.

Disfrutad de este descenso a nuestro análisis, como nosotros lo hemos hecho entre arboles, riachuelos, y verdes prados, con este juego independiente del estudio Megagon Industries. Nos quitamos ya el sombrero ante ellos.

FICHA DEL PRODUCTO

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

Fecha de lanzamiento:23-10-2019

Desarrolladora:Megagon Industries

Distribuidora:Thunderful Publishing

Plataformas:PS4- XONE -PC-SWITCH

Versión Analizada:PC

Idiomas Voces/Texto:NO/ESPAÑOL

Número de jugadores:1

NOTA FINAL

9

NUESTRA FORMA DE VALORAR LOS JUEGOS

CONCEPTO BASE DEL JUEGO

En concepto base del juego es sencillo, pero a la vez droga pura. Todo se basa en realizar unos circuitos de descenso en el menor tiempo posible. Simple y “llanamente”. Y con ello, ya no solo desbloquear más fases y objetos, si no que luchar por ser el mejor dentro del ranking mundial del juego. Sencillo, conciso, pero adictivo a más no poder.

DETALLES Y CONCEPTOS JUGABLES PROPIOS

Si algo hay que hablar dentro de este juego es sin lugar a duda el control. Y es que nos encontramos ante una autentica delicia. Un control preciso, original, divertido, perfectamente reglado, y en el que si fallas es por tu culpa nunca del propio juego. Y es que han conseguido que sea el pilar base de esta experiencia… llegando a unos niveles que pocas veces se ven en un juego, y demostrando que hay ciertos puntos esenciales dentro del videojuego que hacen que uno producto pase de ser del montón a excepcional.

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

Más allá de dicho control, hay que decir que este es adaptativo a nivel de concepto, dándonos a elegir entre varios tipos que se adapten lo mejor posible a nuestro chip mental y nuestra coordinación espacial. Y es que no han dejado ni un detalle para que este punto sea lo esencial del juego.

Por cierto, hay que hablar de que nos encontramos con un control que se basa en acelerar, frenar, esprintar y derrapar. Y donde las físicas influyen directamente sobre este y sobre nuestros actos, teniendo que sopesar en todo momento qué actitud tomar ante cada zona de un terreno para sacar el máximo rendimiento y reducir con ellos los tiempos.

Y es que hay que tener muy en cuenta los tiempos, ya que el juego se basa en ello como concepto jugable principal, como ya os hemos comentado. Así que analizar cada circuito, rebuscar sus atajos, y ante todo, repetir, repetir y repetir, hasta que reduzcamos algunos segundos va a ser lo mejor que podemos hacer para mejorar. Y lo mejor de todo, que esto es tremendamente adictivo y se realiza casi de forma instantánea, consiguiendo el juego meternos en la cabeza ese concepto de “una partidita más”.

Por otro lado, hay que hablar de los escenarios. Y es que nos han parecido una delicia en cuanto a su diseño, y las posibilidades que estos nos dan para su disfrute. Y es que aunque parezca mentira, cada uno de ellos tiene una cantidad increíble de posibilidades más allá del camino “principal”. Consiguiendo darnos atajos, recovecos, desvíos, o sencillamente zonas donde nos podremos jugar la vida, para recortar esos segundo, y que nos sorprenderán por la cantidad y variedad de opciones que nos da si estamos bien atentos a cada rincón de estos escenarios.

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

En cada escenario tendremos una serie de retos, los cuales una vez superados nos desbloqueará una serie de componentes tanto estéticos como de reglaje de nuestra bicicleta y nuestro ciclista, que consiguen darnos ese toque de querer conseguir objetivo y con eso tener un punto de motivación más allá de los propios tiempos.

MODOS DE JUEGO

Dentro de los modos de juego, hay que decir que todo se basa en un concepto online de tabla de tiempos a nivel mundial. En la que tendremos nuestros marcadores de cada circuito, y competiremos por subir dentro de este ranking.

Un modo de juego, que se acompaña por el modo principal contrarreloj que posee el juego, el cual se divide por niveles de dificultad en cuanto a los objetivos que hay que conseguir, que no respecto a la jugabilidad, la cual nos marcamos nosotros hasta donde queremos arriesgas. Así que veremos cómo pasamos desde una sencilla vuelta de reconocimiento, a ponernos retos alocados a nivel de tiempos y caídas que nos supongan jugarnos la vida cada vez que juguemos.

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

DURACIÓN, DIFICULTAD Y DIVERSIÓN

La duración del juego es casi infinita, ya que no es solo el conseguir desbloquear todo lo que nos ofrece, si no que a ello hay que añadirle el afán por ser el mejor a nivel mundial, cosa que en estos años donde la competición lo es todo en el mundo de los videojuegos va a hacernos pasar muchas horas delante de él si os picáis con ello.

Desde el punto de vista de la dificultad, y como ya os hemos comentado, aquí todo va a depender de nosotros mismos. Y es que la progresión de esta va a depender de lo que nos arriesguemos, lo que nos la juguemos en cada curva, en cada rampa, y cada recoveco. Un concepto muy afín al mundo deportivo, más allá de las propias condiciones de cada uno.

En cuanto a la diversión, lo hemos repetido en este mismo análisis ya varias veces, droga en estado puro, hacía tiempo que no nos divertíamos tanto con un concepto, y con un aprendizaje que nos hace evolucionar a cada segundo que controlamos nuestra bici, y con ello el aumento de motivación que supone, y que nos incita a volver a jugar y jugar sin parar.

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

APARTADO GRÁFICO

Pero si solo hemos hablado maravillas hasta ahora de su parte jugable, toca entrar en su apartado técnico… otra delicia. Y es que detrás de ese concepto minimalista con toques poligonales, hay un trabajo de ambientación, coloreado y detalles que trasmiten sensaciones totalmente impresionantes.

Y es que nos encontramos ante unos entornos que son una delicia lumínica, con una viveza encantadora, con uso efectos de partículas sobresalientes, y en general, con una capacidad de darnos esa sensación de estar paseando por campos, montañas, prados, que ni en juego centrado en ello hemos conseguido tener como en este Lonely Mountains.

Por cierto, hay que hacer mención al buen uso de la cámara, la cual se colocará en todo momento en el mejor sitio para sacar el mejor rendimiento de la situación sin perdernos un segundo de ella.

APARTADO SONORO

Otro de los puntos perfectamente reglados. Y es que si el aspecto visual trasmitía sensaciones, el sonoro tampoco se queda atrás. Y es que más allá de pequeñísimos momentos musicales, por encima de todo destaca una calidad en la ambientación de la naturaleza y del terreno, deliciosa como pocas.

ANÁLISIS: Lonely Mountains Downhill

El juego nos llega con textos al castellano, cosa que siempre agradecemos desde aquí.

NUESTRA OPINIÓN FINAL

En definitiva, nos encontramos ante una de las experiencias jugables del año. Un juego que es adición en estado puro. Donde un exquisito control, una genial regulación de las físicas, un concepto sencillo a la vez de maravilloso, y todo engalanado con un minimalista y precioso apartado técnico, nos obliga a deciros que corráis a por esta delicia de juego que no os vais a arrepentir aunque al principio os penséis que estás haciendo con vuestra vida, ya que una vez con él en vuestra librería digital vais a quedar prendados y enamorados.

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