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Análisis Mark McMorris Infinite Air

Publicado el 30 noviembre 2016 por Jorge Farinós Ibáñez @Living_PS

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BadLand Games trae a España Mark McMorris Infinite Air, el simulador de snowboard de HB Studios y Maximum Games, un título que nos hará disfrutar de casi infinitos kilómetros de nieve en descensos llenos de saltos y obstáculos naturales que salvar.

Mark McMorris Infinite Air es prácticamente el primer juego de snowboard en llegar a PS4 y desde un comienzo podemos ver que si, por un lado HB Studios apuesta por el realismo de este deporte, por otro no deja atrás saltos y trucos que a veces desafían las leyes de la física y de la resistencia del cuerpo humano a las alturas y los aterrizajes forzosos, lo que bien mezclado nos da como resultado un juego entretenido y desafiante a la hora de conseguir aterrizar un buen salto más un truco espectacular.

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Kilómetros de nieve virgen nos esperan

Mark McMorris Infinite Air nos lleva fuera de pista para deslizarnos con nuestras tablas por montañas generadas tanto proceduralmente como por los propios jugadores que quieran pasar un rato en el editor y compartir sus creaciones con la comunidad. Así, podéis esperar la jugabilidad propia de un título de este género; descensos vertiginosos se combinan con rampas, barandillas, tubos, árboles caídos y desniveles para que realicemos un amplio número de trucos, todos ellos sacados del mundo de la competición real (Ollies, Nollies, Cannonball, Tamedog, Holy Crail, Japan Air, Backside, Frontside, Canadian Bacon…).

En Mark McMorris Infinite Air nos vamos a encontrar, aparte de un rider personalizable, seis riders de reconocido talento en las competiciones de deportes extremos y los JJ.OO.; el propio Mark McMorris, Craig McMorris, Silje Norendal, Torstein Horgmo, Danny Davis y Ulrik Badertscher, aunque al comienzo del juego solo podremos escoger entre Mark y el rider personalizable, ya que el resto deberemos ir desbloqueándolos al superar una serie de circuitos y desafíos en un de los modos de juego del título.

En ese aspecto, en Mark McMorris Infinite Air encontramos el modo clásico de juego de este género, que aquí se llama «Circuito», y en el que encontraremos 120 desafíos agrupados en seis circuitos, divididos a su vez en cuatro pruebas con cinco desafíos cada una. Habrá que ir desbloqueando cada circuito superando un número determinado de desafíos más alto cada vez. Las pruebas están sacadas del mundo de la competición, por lo que encontraréis descensos con zonas de puntuación para ejecutar trucos, bigair y halfpipes, donde los diferentes desafíos nos podrán pedir superar cierta puntuación, ejecutar un determinado truco, realizar un salto con una puntuación en concreto en una zona marcada, deslizarnos por una superficie dura durante varios segundos, realizar un número determinado de inversiones, no caernos en el recorrido, etc. Hasta llegar a la última prueba, que consistirá en competir directamente contra uno de los riders profesionales del juego para desbloquearlo al ganarle, además de contar con otros desafíos más que superar aparte.

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Superar desafíos tendrá como recompensa material para la personalización del rider, desde ropa y accesorios, hasta nuevas tablas. Encontraremos en ese aspecto cierta variedad de algunas de las principales marcas del mercado, aunque en determinadas prendas pueda parecernos que se queda un poco escaso (habrá que ver si en futuras actualizaciones recibe más contenido en ese sentido). En cualquier caso, podremos personalizar a nuestro rider bastante a nuestro gusto.

Al modo Circuito se suman cuatro modos más de juego para completar el título, aunque desbloquear todas las pruebas y superar todos los desafíos nos podrá llevar su tiempo, sobre todo si somos neófitos en el género o no muy hábiles con el mando. Así encontraremos un modo libre al que volveremos siempre que salgamos de los otros. En este modo podremos recorrer diferentes zonas de las montañas del juego y crear pruebas y recorridos propios cuando estemos en un lugar que nos gusta. También podremos encontrar los recorridos creados por otros jugadores. Y aquí encontramos otro modo de juego, el Editor, una completa herramienta, si bien no muy intuitiva, que nos permitirá crear una montaña o un recorrido propios y compartirlos con la comunidad para ver quién consigue las mejores puntuaciones. Mediante el uso del Explorador podremos buscar todas esas creaciones también y disfrutar de lo que otros han ideado, aparte de tratar de superar la puntuación más alta. Son seis las clases de creaciones que podremos hacer o encontrar: Fuera de Pista, Slopstyle, Carrera, Halfpipe, Bigair y Montañas; y en ellas prácticamente el único límite es la imaginación del creador. A esto sumamos el desafío diario del juego.

No podemos negar que echamos en falta un modo carrera más profundo y personal, ya que los Circuitos no dejan de ser una suma de desafíos que no van más allá de las clases citadas más arriba. Un modo carrera le habría dado un aliciente extra a seguir progresando en el juego y desbloqueando contenido del mismo.

Finalmente, Mark McMorris Infinite Air también cuenta con un modo Multijugador, en el que encontraremos Ride en Vivo, donde podremos invitar a nuestros amigos a jugar con nosotros fuera de pista, crear una competición, unirse a una competición existente y ver las carreras recientes en las que hemos participado. Estas competiciones son «por turnos», por lo que aunque estaremos compitiendo con otros jugadores en directo, no los veremos en pantalla salvo en los marcadores.

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La potencia lo es todo

Sin duda, una parte importante dentro de este tipo de juegos son los trucos y cómo ejecutar los mismos, ya que son los que harán más dinámicos y desafiantes los descensos, sobre todo en aquellas pruebas donde necesitemos ejecutar los mejores movimientos para lograr el primer puesto, como en el halfpipe o el bigair.

En Mark McMorris Infinite Air la ejecución de los trucos olvida el aporreo de botones y los combos secuenciales por algo en apariencia más sencillo; bastará con usar los gatillos R2 o L2 para cargar los saltos y despegar (Frontside con el L2 y Backside con el R2, recto si pulsamos los dos a la vez) y usar estos mismos junto a los joysticks izquierdo y derecho para determinar la dirección de las volteretas y la velocidad de los giros, además, si pulsamos nuevamente los gatillos junto al joystick derecho realizaremos un agarre en la tabla, cuya posición dependerá de la dirección del joystick. Como decimos, en apariencia es sencillo, pero realizar algunos trucos, sobre todos los que involucran volteretas, nos podrá costar más, sobre todo si no controlamos la potencia de los saltos al cargarlos, ya que no hay medidor de ninguna clase que nos indique cuán cargado está el salto y será algo que deberemos hacer «a ojo», dependiendo completamente de nuestra intuición, sino queremos seguir girando hasta estamparnos contra el suelo. Una reciente actualización ha afinado un poco más este aspecto, aparte de incluir video tutoriales que nos ayudan a comprender mejor cómo funciona el asunto.

En cualquier caso, el control en el juego resultará satisfactorio para aquellos más amantes de la simulación y los desafíos, porque dominarlo por completo no será una tarea fácil. Esto unido a unas físicas decentes (salvo cuando nos caemos y nos arrastramos montaña abajo) y unos movimientos naturales de los riders en pantalla, hacen del título una buena experiencia de juego en su conjunto, sintiéndose en ese aspecto bastante realista, aunque si lo que buscáis es realizar trucos con facilidad, este no es vuestro título, ya que la curva de aprendizaje es pronunciada y durante las primeras horas de juego nos costará ajustar la potencia de los saltos para poder realizar con éxito los trucos más complejos.

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Sol, nieve y pistas infinitas

A nivel técnico Mark McMorris Infinite Air presenta un acabado satisfactorio en general, sólido en su tasa de frames, que no hemos notado bajar descaradamente, y sin fallos que hayan entorpecido la jugabilidad, salvo quizás unos tiempos de carga un poco más largos de lo normal a la hora de pasar de un evento a otro en modos diferentes, algo que podemos atribuir a esa generación procedural del entorno de juego y la necesidad de cargar las creaciones de otros jugadores.

Gráficamente estamos ante un trabajo sin grandes alardes, pero que mantiene bien el tipo, sobre todo en las físicas, como ya comentábamos antes, en la fluidez de movimientos de los riders y sus animaciones, así como en la representación de las dos calidades de nieve que encontraremos en el juego: dura y polvo, que harán que sintamos diferente la velocidad de bajada. Destacamos el cuidado puesto en algunos detalles, como la flexibilidad de la tabla o de las animaciones, así como la buena sensación de velocidad que transmite. Sin embargo, peca de sencillez en otros elementos, como la vegetación y las rocas, además de emborronar el fondo por una escasa distancia de dibujado, o una iluminación sencilla, y sufre de popping en la aparición de algunos elementos del juego. Pero en general, estos fallos no entorpecen la jugabilidad más allá de restarle puntos al acabado final. Finalmente, lo único que nos sacará un poco del juego será la forma abrupta con la que terminaremos los desafíos, donde una pantalla naranja frenará en seco a nuestro rider.

En cuento al sonido, nos encontramos un buen trabajo en efectos sonoros que ayudarán a meternos más en el juego, ya que mantienen un buen nivel de realismo. Mencionar que de vez en cuando, sobre todo cuando logremos un truco espectacular o una caída igual de espectacular, oiremos la voz de nuestro compañero por la radio al realizar un buen truco, aunque estas voces están en inglés sin traducción, si bien el resto del juego está en un perfecto español. Respecto a la banda sonora, son temas genéricos que nos acompañarán de fondo sin mucha transcendencia, siendo quizás el punto que más flojea de este apartado, y no será raro que optemos por quitarla y poner nuestra propia música para amenizar los descensos.

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Conclusión

Mark McMorris Infinite Air es un juego entretenido, con más de simulador que de arcade, con 120 desafíos que superar y que nos harán permanecer horas practicando los mejores trucos para poder conseguir las puntuaciones más altas, ya sea en los Circuitos, en el modo online o en las creaciones de otros jugadores. Su editor nos permitirá dar rienda a nuestra imaginación y crear los recorridos más descabellados o técnicos y subirlos para que otros puedan disfrutar de ellos y batir nuestra puntuación. Con montañas que se crean proceduralmente y los aportes de la comunidad, tendremos numerosos recorridos diferentes de los que disfrutar. Su sistema de ejecución de trucos resulta desafiante y más complejo de lo que podríamos pensar al comienzo del juego. Podría incluir más riders, un modo carrera un poco más personal y una mejor banda sonora, pero en general estamos ante un juego bastante completo si sumamos el contenido de los usuarios. Puede que no esté orientado para jugadores más casuales que busquen entretenimiento rápido y divertido (como encontrábamos en los SSX de pasadas generaciones), pero resultará atractivo a aquellos que busquen más simulación en su juego de snowboard.

BadLand Games trae a España Mark McMorris Infinite Air, el simulador de snowboard de HB Studios y Maximum Games, un título que nos hará disfrutar de casi infinitos kilómetros de nieve en descensos llenos de saltos y obstáculos naturales que salvar. Mark McMorris Infinite Air es prácticamente el primer juego de snowboard en llegar a PS4 y desde un comienzo podemos ver que si, por un lado HB Studios apuesta por el realismo de este deporte, por otro no deja atrás saltos y trucos que a veces desafían las leyes de la física y de la resistencia del cuerpo humano… Análisis Mark McMorris Infinite Air Análisis Mark McMorris Infinite Air 2016-11-30 Helena Ramírez
Jugabilidad - 70%
Gráficos - 70%
Sonido - 65%
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68%

Un juego entretenido, con más de simulador que de arcade, con 120 desafíos que superar y que nos harán permanecer horas practicando los mejores trucos para poder conseguir las puntuaciones más altas, ya sea en los Circuitos, en el modo online o en las creaciones de otros jugadores. Su editor nos permitirá dar rienda a nuestra imaginación y crear los recorridos más descabellados o técnicos y subirlos para que otros puedan disfrutar de ellos y batir nuestra puntuación. Con montañas que se crean proceduralmente y los aportes de la comunidad, tendremos numerosos recorridos diferentes de los que disfrutar. Su sistema de ejecución de trucos resulta desafiante y más complejo de lo que podríamos pensar al comienzo del juego. Podría incluir más riders, un modo carrera un poco más personal y una mejor banda sonora, pero en general estamos ante un juego bastante completo si sumamos el contenido de los usuarios. Puede que no esté orientado para jugadores más casuales que busquen entretenimiento rápido y divertido (como encontrábamos en los SSX de pasadas generaciones), pero resultará atractivo a aquellos que busquen más simulación en su juego de snowboard.

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