Anatomía de un árbol, reflejo de uno mismo.

Uno de esos días horribles, en los que nada ha salido como tú esperabas, te propongo realizar una sencilla y gratificante experiencia: acércate a un jardín o a un bosque y siéntate al lado de un árbol, obsérvale sin prisas. A continuación, estableceré un paralelismo entre el árbol y el ser humano, espero que te guste y te sea útil.

Si empiezas a mirar el árbol desde la parte alta del mismo, te encontrarás en primer lugar con la copa, es lo que los otros ven de ti, es la parte más visible y vistosa,  es lo que reconocen todos. Cuando estás triste te faltan las hojas ó, en cambio, puedes estar en una pletórica primavera, en plena floración, entonces tu alegría es desbordante. Hay incluso algunas veces, que una drástica poda de tu copa, modifica temporalmente tu aspecto externo, pero en breve, vuelves a disfrutar de todo tu esplendor, ya que una poda ayuda a la renovación: “quitar lo viejo para dar paso a lo nuevo”.

Si bajas un poco la mirada, te encontrarás con el tronco, sujeta la copa. Es lo que te ha llevado a ser lo que la gente ve de ti, tu trayectoria,  lo que ha moldeado tu existencia, en definitiva,  la acumulación de todas las experiencias, tanto positivas como negativas, que han ocurrido durante tu vida y que se han añadido a tu experiencia vital, es el camino recorrido.

Finalmente,  y no visible, debajo del suelo están las raíces, todo lo que está dentro de tí y que te forja como persona, te hace ser como eres y no de otra manera, es el sustento de la copa y el tronco, son tus principios.

El tamaño de la copa en un árbol es equivalente en volumen al sistema radicular (raíces), por ello, lo que los otros ven de tí será un reflejo de tus principios, cuánto más asentados y firmes estén en la tierra, más fuerza vital tendrá el árbol.

Después de unos minutos frente al árbol, te ves reflejado en él, sois dos criaturas únicas e irrepetibles frente a frente.

Qué sencillo ejercicio y a la vez complejo: vernos a nosotros mismos ahí enfrente, con todas nuestras fortalezas y debilidades al descubierto. Conocernos, es un reto apasionante, y un árbol, puede ser una gran ayuda en esa búsqueda vital.

Supongo que ahora entiendes el porqué de incluir el árbol, en la cita de origen musulmán que hace referencia a “lo importante en la vida es escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo”.

Siempre que tengas un mal momento, párate y observa tu árbol, es tu reflejo, sois únicos e irrepetibles ¡no lo olvides!.