Revista Danza

Anda, muchacha, ven y siéntate a mi lado

Por Carlaber
Anda, muchacha, ven y siéntate a mi ladoValeriy Gridnev

Anda, muchacha, ven y siéntate a mi lado.
Venía de contarle mis cosas a la tarde
y de pronto me veo,
como quien siente haber estado ya
allí adonde por vez primera llega,
en mitad de tu vida,
contándote mis cosas.
No bajes la mirada. No me digas
que nadie te lo ha dicho, que no sabes
que es un mar de agua dulce tu sonrisa.
Y mírame, que quiero ver el cielo.
Mañana es ahora mismo.
Aunque a veces alumbre,
ayer es una estrella que no existe.
Toda una eternidad nunca hizo falta
para saberse iguales. Para tocar la luz
basta con un silencio,
aquel instante en que nos sobra el mundo.
Si supieras las veces que te tuve
desnuda entre mis sueños,
vistiéndote de abrazos
antes de conocerte. Si supieras...
Si supieras, muchacha,
que esta noche el reloj
me clava en la esperanza sus agujas,
que se abre la distancia lo mismo que una herida,
que más temo al recuerdo que a la ausencia.
Si mañana mis ojos te dijeran...
Si fuera yo capaz,
si tuviera valor para decirte
mañana estas palabras que ahora arranco
no sé bien cómo, pero sí de dónde.
Si, al menos, cuando leas estos versos
en un libro, algún día, comprendieras
que sólo para ti fueron escritos.
Si tuviera valor, si tú supieras...
Si tuviera valor, me callaría.
  • Víctor Jiménez
  • Sevilla, 1957
  
      
      
      
      
      
	   
	  

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas