Andrea Bocelli se sienta al piano. Una de las voces más famosas de la ópera mundial titubea un momento antes de empezar una canción. Le vemos con los ojos cerrados: Bocelli tiene glaucoma congénito y perdió la visión por completo a los 12 años, tras ser golpeado fortuitamente en la cabeza. Indudablemente, está conmovido: parece dispuesto a abrir su corazón a la audiencia. Y empieza a contar la historia de una joven esposa, en los comienzos de su embarazo, a la que los médicos aconsejaron abortar…
Es una historia preciosa, que termina de forma sorprendente, y que culmina con la interpretación al piano de la canción que más les gusta a los hijos de Andre Bocelli. Una historia para reenviar a mucha, mucha gente…