Revista Remedios

Anemia ferropénica

Por Gabriel Giner @esaludcom

Anemia ferropénica

La anemia forma parte de las patologías hematólogicas, es decir, de enfermedades vinculadas con algún trastorno asociado a la sangre. La anemia ferropénica es la condición que ocurre cuando el cuerpo humano no cuenta con suficientes glóbulos rojos sanos en el fluido sanguíneo. Debemos recordar que los glóbulos rojos son las células sanguíneas producidas por la médula ósea que tienen la función de transportar el oxígeno a todos los tejidos del organismo.

Existen muchos tipo de anemia, pero la anemia ferropénica sucede cuando la persona presenta deficiencia de hierro, sustancia que interviene en la producción de los glóbulos rojos. Este tipo de anemia es el más común en las personas. Diagnosticar y tratar la anemia ferropénica tiempo es necesario para prevenir complicaciones mayores.

Causas de la anemia ferropénica

Los glóbulos rojos son producidos en la médula ósea y pueden vivir en el cuerpo entre 3 y 4 meses hasta que están viejos y son eliminados por el bazo. El hierro es indispensable para que la sangre transporte el oxígeno, razón por la cual su deficiencia en el organismo afecta la cantidad de glóbulos rojos sanos. Normalmente las personas obtienen suficiente cantidad de hierro a través de la alimentación.

Anemia: hemoblogina baja
La anemia por deficiencia de hierro es la forma más común de anemia.

Las causas de la anemia ferropénica o por deficiencia de hierro son:

  • El cuerpo humano está perdiendo mayor cantidad de glóbulos rojos y hierro del que puede reponer por sí solo.
  • El organismo tiene un problema para absorber correctamente el hierro.
  • La persona no está consumiendo suficientes alimentos con hierro.
  • El cuerpo necesita mayor cantidad de hierro debido a una condición específica como el embarazo o período de lactancia.

Cuando el cuerpo humano pierde mucha cantidad de sangre inesperadamente los valores de hierro suelen disminuir. Esto puede ocurrir por las siguientes causas:

  • Periodos menstruales incesantes y abundantes.
  • Várices esofágicas a causa de una cirrosis.
  • Consumo porlongado de medicamentos como el ibuprofeno o la aspirina que pueden causar hemorragia gastrointestinal.
  • úlcera péptica.

Otras causas de la anemia ferropénica son:

  • Consumo excesivo de antiácidos con calcio.
  • Cirugía bariátrica del estómago para bajar de peso.
  • Celiaquía.
  • Enfermedad de Crohn.
  • Ser vegetariano.
  • Desnutrición.

Síntomas de la anemia ferropénica

Una persona puede tener anemia ferropénica y no saberlo, ya que esta condición no suele presentar síntomas en su fase inicial o cuando es moderada. Sin embargo, cuando la anemia no se atiende comienza a manifestarse de la siguiente forma:

  • Debilidad o cansancio. las personas suelen sentirse fatigadas todo el día, incluso después de haber descansado. Este síntoma puede empeorar después del ejercicio físico durante el mismo.
  • Falta de energía que impide hacerlas actividades cotidianas con el ritmo acostumbrado.
  • Dificultad para concentrarse o memorizar.
  • Dolores de cabeza frecuentes.
  • Deseo repentino por querer consumir hielo.
  • Mareos o pérdida del equilibrio al ponerse de pie o a levantarse de la cama.
  • Color pálido de la piel y uñas quebradizas.
  • Dolor de lengua.
  • Dificultad leve para respirar.

Cuando la anemia es causada por otra enfermedad e malestar puede manifestarse de distintas maneras. Entre los síntomas de algunas afecciones asociadas a la anemia ferropénica encontramos los siguientes:

  • Cambios en las evacuaciones. Se pueden presentar heces muy oscuras o heces con sangre.
  • Dolor en la región inferior del abdomen a causa, normalmente, de úlceras.
  • Sangrado abundante durante los periodos menstruales.
  • Pérdida de peso inexplicable.

Tratamiento de la anemia ferropénica

Tratar la anemia ferropénica correctamente y a tiempo es necesario para prevenir que dicha afección cause complicaciones y para asegurar la correcta oxigenación de los tejidos del cuerpo humano. Afortunadamente la anemia ferropénica se puede tratar y al cabo de unos meses los valores de hierro, hemoglobina y glóbulos rojos en sangre vuelven a la normalidad, lo cual permite que los síntomas desaparezcan.

El tratamiento de la anemia ferropénica tiene como objetivo combatir la deficiencia de hierro para regular la composición de la sangre, por esta razón comprende el consumo de suplementos de hierro, cuando la deficiencia es muy grave, y una dieta con abundantes alimentos ricos en hierro. El consumo diario de hierro en cápsulas dependerá de cada persona y de lo grave de la deficiencia, por lo tanto, solo debe ser indicado por el especialista médico.

Si la persona con anemia ferropénica es intolerante al consumo de suplementos de hierro será necesario que se someta a tratamiento endovenoso. Este consiste en inyectar dosis de hierro en la vena o a través de una inyección de tipo intramuscular. Durante el embarazo o periodo de lactancia es importante que la mujer tome suplementos de hierro para prevenir la anemia ferropénica. Si llegara a presentarse la anemia durante el embarazo o la lactancia necesitarán de igual modo tomar hierro adicional.

Por lo general, después de 2 meses e tratamiento la persona habrá superado la anemia ferropénica y los valores sanguíneos habrán vuelto a la normalidad. Sin embargo, el consumo de suplemento de hierro debe prolongarse hasta 6 y 12 meses más para reponer correctamente las reservas del cuerpo y evitar que la anemia se convierta en una condición recurrente.

Cuando la anemia ferropénica es causada por una enfermedad, será necesario atender dicha afección para poder tratar la anemia. En estos casos es aún más importante mantener una alimentación balanceada y rica en hierro, ya que del consumo de suplementos dependerá de la condición de salud de la persona.

La dieta es fundamental para tratar la anemia ferropénica

Todas las personas que no tengan problemas para absorber el hierro correctamente pueden ayudar a equilibrar los niveles de este mineral a través de la alimentación. Los alimentos ricos en hierro son muchos, pero entre los mejores resaltan: tomate de árbol, remolacha, mariscos de concha como las ostras, almejas y mejillones, anchoas, sardinas, boquerones, hígado de ternera, morcilla, soja, lentejas, garbanzos, espinacas, acelgas, brócoli, coliflor, perejil, almendras, uvas y mango.

El diagnóstico y tratamiento de la anemia ferropénica requiere supervisión médica. Por lo tanto, al presentar indicios de esta enfermedad es necesario acudir al médico para un chequeo exhaustivo que confirme la anemia. No se recomienda el consumo de hierro sin orden médica.


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