Angry Birds. La película, esos dulces pajarillos

¿Quién no recuerda el juego de Rovio para móviles? Yo fui uno de los millones de jugones que en el 2011 se pasaron horas lanzando pajaritos de diferentes tamaños y colores contra plataformas y cerdos verdes ocultos. Un entretenido juego que ahora ha sido llevado a la gran pantalla con la clara pretensión de relanzar este producto en las nuevas generaciones. A raíz del estreno de Angry Birds. La película se prevé una campaña de marketing brutal intentando colocar todo tipo de merchandising en las casas de todos los niños, en este caso españoles.

La historia es muy sencillita. Los habitantes de dos islas separadas por un profundo océano se ven enemistados por el robo de unos especiales huevos. En realidad se trata de los futuros hijos de algunos de ellos que aún no han nacido. Los cerdos verdes con su rey a la cabeza maquinan dicho robo despistando a sus vecinos con halagos y lisonjas en nada verdaderas. Los pájaros de la segunda isla, convencidos de sus falsas buenas intenciones abrirán las puertas de sus casas de par en par permitiendo que estos puedan campar a sus anchas y perpetrar la sustracción de los valiosos huevos. No tienen en consideración las advertencias de Red y sus amigos, una panda de inadaptados que necesitan ir a terapia para rehabilitarse de sus malas e ilegales acciones. Con la idea de que les ayude a recuperarlos acuden a una montaña sagrada donde en teoría habita el Águila Poderosa, un héroe antiguo venido a menos que baila canciones ochenteras y que presume de una tripa Increíble de Disney. Por desgracia parece que no está por la labor.

El doblaje de Angry Birds. La película corre a cargo de algunos de algunos de nuestros actores y actrices más conocidos, expertos en algún caso por haber participado en otras producciones de animación como son José Mota y Santiago Segura. A su lado una actriz que parece haber decidido explorar otros campos diferentes a la interpretación en series como es la diosa pelirroja Cristina Castaño de La que se avecina.

Angry Birds. La película es un film hecho especialmente para los niños aunque los padres pueden echarse unas risas con algunas escenas que recuerdan películas clásicas del pasado como El Resplandor de Stanley Kubrick. El tono infantiloide que recorre de principio a final esta película no está reñido con algunas imaginativas gracias que pueden sorprender tanto a niños como a mayores. En ocasiones el abuso de la cámara lenta es un acierto que provocará la risa fácil entre los asistentes a la sesión consiguiendo con gran acierto que nadie caiga bajo los brazos de Morfeo.

Tenemos nuevo jefe en la oficina y ya no son miles de seres amarillos al servicio de un malvado de nariz aguileña, ahora los Village People son pequeñitos, verdes, bailan canciones country y se disfrazan no solo de indios o vaqueros sino de cualquier cosa que provoque carcajadas entre el personal. Clay Kaytis y Fergal Reilly, famosos por haber colaborado en Frozen u Hotel Transilvania como animadores o artistas de la storyboard suben un escalón más en su deseo de llegar a la cima del Olimpo que por ahora ocupan las mejores obras Disney. Pronto comprobaremos si Red y compañía pinchan en hueso o por el contrario se convierten en nuevos amiguitos que decoran todo tipo de material escolar en el próximo curso.

No es sencilla la misión pero si algunos son capaces de volar, explotar y correr como alma que lleva el diablo, cualquier cosa puede ocurrir hasta que ¡tengamos una segunda o tercera parte!