Revista Cine

Angry Birds, La película: malaje

Publicado el 29 mayo 2016 por Juancarrasco @JuanCdlH

Red es un pájaro incomprendido que vive al margen de la sociedad que le rodea pero no le hace compañía. Sus intereses, sus entretenimientos, su filosofía existencial, prácticamente todo lo aleja de sus vecinos y le hace sentir un marciano que da la nota entre la normalidad. Evidentemente, se trata de una alegoría de nuestra propia existencia. Vivir en sociedad conlleva identificarnos de una u otra manera con la misma y su correspondiente sentimiento de pertenencia que nos hace ser seres que se agrupan por tribus. Si no te adaptas a tu propia tribu o simplemente no caes bien, amigo, tienes un grave problema: eres lo que los demás conocen como "un malaje". Hagas lo que hagas, no es "cool" y desagrada a los demás, estás fuera de lugar, eres un gruñón, un aguafiestas…, mientras que aquellos que están integrados tendrán margen para tener un mal día o reaccionar igual que el blanco de la crítica generalizada en cualquier ámbito, que no será tenido en cuenta o mirado con la misma lupa. Si de alguna forma alguien se siente identificado, me temo que podría ser usted un malaje, y ese estigma es complicado de quitar; esto es justo lo que le ocurre al protagonista de esta película, que además de mirar mal las estupideces que hacen y dicen sus semejantes, lo cual le atribuye el citado calificativo, posee unas pobladas cejas negras que tampoco ayudan a evitar su imagen de tipo rudo y malhumorado.

Angry Birds, La película: malaje
El argumento de esta cinta promocionada como evento de animación familiar es de una imbecilidad galopante, descabellado desde su concepción de los pájaros que no saben volar y viven felices en una isla, pero que se ven alterados en su rutina por unos misteriosos cerdos verdes con dudosas intenciones que explicarán el porqué de tanto enfado plumífero. No podíamos esperar mucho más, seamos realistas, de una adaptación al cine animado de una aplicación que nació para formatos de telefonía móvil. Si ya era misión casi imposible sacar un guión decente de cualquiera de las revisiones de un videojuego que se han hecho y se harán para la gran pantalla, a quién narices se le habrá ocurrido sacar algo de un juego que por gracioso y adictivo que sea, no es más que lanzar pájaros con un tirachinas para destruir lo que hay delante…

El malhumorado protagonista está doblado al castellano por Santiago Segura, que parece haber nacido para poner voz a este inadaptado con mala imagen, y en la aventura le acompaña el camaleónico José Mota poniendo voz a Chuck, su veloz escudero amarillo. Ambos tienen tablas en el oficio de poner voces a animaciones, se desenvuelven muy bien en esta nueva ocasión y suponen uno de los pocos alicientes de aquellos temerarios que crean que Angry birds: La película (todo lo que lleva como parte del título la leyenda "la película", mal asunto) supone un plan interesante, mejor que cualquier otra opción de ocio.

Moraleja: si es usted un malaje, un grinch, un angry bird, haga un esfuercito de integración, no se deje llevar por su propio e instintivo desinterés hacia los demás, que desemboca en resentimiento y más aislamiento todavía. Esto le llevará a la infelicidad y a vivir en un eterno lamento autocompasivo. La otra opción es liarse a cabezazos y destruir todo lo que se encuentre en su camino…

Dirección: Clay Kaytis y Fergal Reilly. País: USA. Duración: 97 min. Género: Animación, comedia, videojuego. Doblaje original: Bill Hader, Josh Gad, Peter Dinklage, Danny McBride, Jason Sudeikis, Maya Rudolph. Guión: Jon Vitti. Música: Heitor Pereira. Productora: Rovio Mobile / Sony Pictures Animation / Sony Pictures Imageworks (SPI). Estreno en España: 13 Mayo 2016.


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