Revista En Femenino

Anhelado Silencio

Por Ana Maria Constain Rueda @amconstain
Por Ana María Constaín
Anhelado Silencio
Muchas veces, al final del día, siento un nivel de agotamiento que me supera. Toda mi paciencia se esfuma y me voy convirtiendo poco a poco en un ser que dista mucho de lo que quisiera ser como madre.
Respiro. Intento contactar con todo el amor que tengo por ellas que parece ocultarse en una olas de desesperación que empiezan a ocupar todo mi espacio.
Las miro y me recuerdo que son niñas pequeñas, y yo, la madre adulta que está ahí para ellas.
Vienen sus gritos, proporcionales al cansancio de todos Su lado fugitivo en cuando aparece la pijama El jugo que se riega en la mesa, El cuento leído 5 veces, Las preguntas más filosóficas Las ganas de aprender algo nuevo y muy complejo El descubrimiento de un juguete viejo cuando estamos al fin terminando de recoger El popo en el pañal recién cambiado El yo puedo sola de la que no puede y el lo haces tu? de la que si puede.
Respiro. Comprendo que son niñas.
Se acerca la hora gris. Tan próxima a la hora negra.
¡Que no estoy cansada! Dice una Tete… tete… dice la otra
Cuando al fin se logra lo heróico, de tenerlas a las dos en cama Faltan cobijitas, muñequitos, almohaditas Sobran la ganas de ir al baño Mas agua, menos luz, Calor, frio…
Voces. Muchas voces. Gritos. Quejido. Llantos. Pedidos. Cuerpos demasiado cerca de mi.
Colapso. Siento mi cuerpo completamente saturado. Mis sentidos ya no pueden recibir más información. Mi piel no tolera más contacto.
Anhelado silencio
Anhelado espacio
Tan escaso.
Viene el grito incontrolable. El regaño. El no puedo más. El me voy a enloquecer El me voy a ir y se duermen solas!
Y toda la ráfaga de palabras que había tenido dominadas. Se apoderan de mi Una explosión que no puede ser evitada.
Al fin llega el sueño.
Y un dulce silencio me envuelve
En puntillas salgo con terror a hacer un movimiento equivocado. Romper ese momento tan frágil
Voy a mi santuario El cansancio me domina Y el silencio se convierte en un sueño profundo
Interrumpido en poco tiempo Por dolores de barriga Fiebres Pesadillas, Soledades Un mamaaaá , que retumba en mis oídos y me atraen en una especie de hipnosis  a volver a entregar mi cuerpo, mi alma, mi amor y mi presencia para atravesar la noche
Ese ser indeseado logra apaciguarse un poco con unas mal dormidas horas, para iniciar el nuevo día con dos niñas que han recuperado toda su energía y están listas para devorar el mundo… Y cereales, y huevos, y panes que quedan a la mitad.
El anhelado silencio simplemente no hace parte de mi maternidad
Hasta ahora me había resignado un poco Asumiendo casi con alma de mártir mi condición E intentando a punta de buena voluntad encontrar mi paz interior Para apaciguar al monstruo que empieza a llegar al final del día.
Ya me rendí.
Me doy cuenta de que por mi bien y el de toda la familia, necesito ir en búsqueda del anhelado silencio Encontrar espacios para estar a solas con las silenciosas letras de los libros Permitirle a mi cuerpo algunos centímetros de soledad Darme tiempo para que mis sentidos se neutralicen Sentir la calma. Y si no se puede, Aceptar entonces, que de vez en vez vendrá este monstruo que alimentado de ruidos y caos intentará a su manera ser esa válvula de escape que me resetea el sistema y así permitirme seguir presente.

Conocerlo y acogerlo para que al menos no nos tome a todos por sorpresa.

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