Revista Coaching

Año nuevo, juego de azar o estrategia.

Por Valeramariscal @ValeraMariscal

Termina el año, es hora de hacer balance. Mucho trabajo, un año duro,
diversos logros conseguidos… Pero, ¿De qué sirve mirar atrás, si no es
más que pasado?. Ya no podemos cambiar nada. Si, hoy puede ser un buen
momento para estar orgulloso de los éxitos alcanzados, y por otro lado
de aprender de las dificultades. Pero, el pasado no es más que pasado,
la verdad nos viene por delante.
La partida 2013 ha terminado. Ahora tenemos ante nosotros un tablero
nuevo, tenemos que vivir, es obligatorio participar. La pregunta es
¿Qué tipo de juego tenemos ante nosotros?
Si nos limitamos a hacer balance, haciendo memoria, mirando hacia
atrás, todo lo que venga delante será una sorpresa. El próximo año
será para nosotros un juego de azar, como La Oca, en el que todo lo
que ocurra dependerá  de cómo caigan los dados del  destino. Nos
tocará luchar contra imprevistos y estaremos a merced de la suerte.
Por otra parte, si definimos nuestras metas, y aprendemos de lo
vivido, nos daremos cuenta, de que  podemos cambiar el juego y
transformar el tablero de la Oca en Ajedrez,  de juego de azar en
juego de estrategia.
Ante el azar cuando perdemos, sólo queda esperar que en la próxima
tirada la suerte nos sea favorable. La experiencia en el juego no
mejora las posibilidades de ganar en el futuro.
Por el contrario, en el juego de estrategia, la clave no es la suerte,
sino la propia habilidad e inteligencia. Dependemos tanto de los
movimientos del contrario, como de nuestras propias acciones, perder
es una oportunidad para aprender, para conocer mejor el juego y probar
nuevas alternativas. Cuanto más jugamos, más posibilidades de éxito
tenemos, aprender de la experiencia nos favorece.
¿Qué podemos hacer para transformar calendario del año que viene de un
tablero de azar en un juego de estrategia? Propongo 5 sencillos pasos:
1.      Tener las metas claras, objetivos, debemos saber qué queremos
conseguir, que es para nosotros ganar. ¿Qué deberemos haber conseguido
en esta misma fecha del año que viene? Así tendremos los extremos de
nuestro tablero. Hoy la casilla de salida, y nuestro objetivo, la
casilla de llegada.
2.      Anotar lo que ya conocemos seguro que ocurrirá. Si, el futuro es
incierto pero, no tanto, todos los años hay cosas que se repiten: la
noche, el día, ciclos fiscales, mensualidades, vacaciones. Por otro
lado tenemos eventos y actividades ya programadas, festividades,
eventos, bodas, ferias,… Nuestro tablero del futuro no está en blanco,
coge el calendario y toma nota de lo que ya sabes.
3.      Anotar lo que es altamente probable que ocurra. En este caso es
bueno, mirar al pasado para obtener datos que nos ayuden a conocer el
futuro. Tenemos elementos del pasado que nos sirven para predecir el
futuro, si analizamos, veremos que existen indicios que nos permiten
deducir que nos espera. Por un lado, podemos conocer las
probabilidades de error, o de ocurrencia de imprevistos. Por ejemplo,
a qué hora es más probable que me interrumpa una llamada o una visita,
o qué épocas del año suelen tener más carga de trabajo. Seguiremos
coloreando nuestro el tablero con estos eventos probables.
4.      Buscar los efectos halo. Todo evento seguro puede tener una
influencia en el tiempo anterior y posterior.  Por ejemplo, si tengo
una boda en la última semana de Mayo, muy probablemente las semanas de
antes estaremos más ocupados de lo normal por tener que comprar un
regalo, buscar alojamiento, ir al peluquero, etc… y tras la boda,
sería conveniente dejar unos días antes de afrontar una negociación
importante, pues el cansancio y la resaca podría jugar en nuestra
contra. El siguiente  paso sería localizar en el tablero del año que
viene que puede haber antes y después de las casillas que ya tenemos
marcadas.
5.      Planificar nuestras jugadas. Ahora, hemos de descubrir el tiempo
que nos queda para maniobrar. Hasta ahora hemos marcado en el tablero,
muchos eventos que en la mayoría de los casos no dependen de nosotros,
las tiradas de otros jugadores. En algún caso, podrán ser una
oportunidad para alcanzar nuestros objetivos y en otros supondrán un
freno. Nos ayudarán o no pero no es algo que podamos o queramos
cambiar. Una vez tenemos esto claro, hemos de encontrar cual es el
tiempo que de verdad nos queda, ahora nos toca jugar. Deberemos ver
cuánto tiempo tenemos, y qué deberemos hacer para aprovechar al máximo
la tirada, qué deberíamos hacer en estos momentos para tener la mayor
probabilidad de lograr nuestro objetivo. Nuestro éxito personal.
De este modo el año que viene ya no será un tablero establecido,
lineal e inevitable, como la Oca, a merced del dado, ahora tenemos
ante nosotros las previsibles jugadas del adversario pero en el que
tenemos también espacio para decidir nuestras propias jugadas, tenemos
la oportunidad de darle la vuelta a la partida por nuestros propios
medios.
Es fin de año, es el momento decidir, esperar a que el destino arroje
los dados o definir nuestras metas, planificar y cambiar el tablero,
para convertir el futuro en un juego de estrategia y tomar las riendas
de nuestro propio destino. Tu eliges el tablero.


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