Ficha técnica
TÍTULO: Años de sequíaAUTORA: Jane HarperTRADUCCIÓN: Maia FigueroaPUBLICACIÓN: 05/10/17PÁGINAS: 361EDITORIAL: SalamandraGÉNERO: Novela negraMi opinión
Jane Harper nació en Manchester, pero a los ocho años se mudó a Boronia, Australia. Licenciada en Historia y Literatura Inglesa, Años de sequía es su primera novela que ha cosechado prestigiosos premios y ha sido traducida a más de veinte idiomas. Revelación literaria del año en Australia, ha sido acogida con un entusiasmo unánime en Reino Unido, con más de cien mil ejemplares vendidos, y Estados Unidos, donde ya ha escalado hasta el segundo puesto en la lista de e-books.Aaron Falk es agente federal especializado en delitos financieros en Melbourne. Hace veinte años tuvo que huir precipitadamente junto a su padre de su pueblo natal, Kiewarra. Cuando se entera que su amigo de la infancia Luke Hadler y su familia han sido asesinados, no tiene intención de acudir al sepelio. Todo indica que Hadler ha asesinado a su mujer Karen y a su hijo Billy de 8 años, para terminar suicidándose. Dejando solo con vida a Charlotte, la hija pequeña de tan solo 19 meses. Pero un mensaje de Gerry Hadler, el padre de Luke, le hace cambiar de opinión.
"Luke mintió. Tú mentiste. Ven al funeral."
El recibimiento en Kiewarra no es precisamente amigable. El ambiente es muy hostil. Nadie ha olvidado la acusación por la que se vio obligado a marchar. Así que Aaron quiere volver a casa en cuanto termine el funeral. Pero tras la insistencia de los padres de Luke y junto al sargento Raco, el jefe de la policía local, decide quedarse unos días en el pueblo para investigar de forma extra oficial que le pasó a la familia Hadler. Hay cosas que no encajan, además de intentar limpiar la acusación que se cierne sobre él desde hace dos décadas.Años de sequía es una novela sencilla y muy bien escrita. A través de un narrador omnisciente en tiempo presente Falk y Raco dedican su tiempo a investigar con pistas e indicios, que les servirán para ir formándose teorías y avanzar poco a poco hasta el desenlace. Es decir, como en una buena novela policiaca. No se trata de una trama trepidante ni mucho menos, el ritmo es pausado, pero esto no va en contra de la historia ni mucho menos, ya que pese a ese ritmo el suspense y la tensión se mantienen en todo momento. La autora intercala la historia del presente con pasajes sobre lo que pasó en la vida de Aaron Falk con tan solo 16 años que comportó su macha de Kiewarra, y pasajes de los últimos días con vida de la familia Hadler. Estas tramas no están separadas en capítulos, sino como decía antes estan intercaladas entre el texto, un acierto que alimenta la intriga y la tensión del lector. Un desenlace sorpresivo consigue redondear esta magnífica novela; sobre todo en la trama del presente, la resolución de la trama del pasado es algo más predecible, aunque no por ello menos bien hilada.
Si a una buena investigación policial sumamos una magnífica ambientación, el combo es casi perfecto. Kiewarra es el típico pueblo pequeño con una calle principal en que hay un pub en un extremo, el centro social del pueblo por supuesto, al lado de un quiosco y una farmacia en el otro. Pero el resto de la calle está plagado de escaparates vacíos de locales abandonados, una panadería, una librería, una ferretería... A la salida del pueblo una carretera protegida por una fina cerca de malla que protege unos matojos amarillentos, tras los que se vislumbran campos marrones y beis. Durante el camino señales de aviso de posibles incendios anuncian que el nivel de alerta es alto. La sequía acecha el pueblo y amenaza acabar con él. A medida que avanzas en la trama impresiona la magnitud del paisaje y la sensación de ahogarse en él, la misma sensación que tiene Falk y con la que viven diariamente los habitantes del pueblo. Si a ese ambiente sumamos los chismorreos que corren como la pólvora en un pueblo pequeño y lo que significa vivir bajo la mirada de todos, la sensación de ahogo todavía es mayor. Nadie se libra de las penurias económicas que ha traído consigo la sequía, y muchos se encuentran al límite de la supervivencia.
Los personajes, tanto los principales como los secundarios, están bien construidos. Conocer el pasado y el presente de Falk contribuye a un buen desarrollo psicológico del mismo. Los hechos que precipitaron su huida del pueblo y la forma en que lo acechan por ellos a la vuelta, afectó a la relación con su familia y lo ha convertido en un hombre cerrado y solitario, con dificultades para mantener una relación estable, pero también con ganas de pasar página. Raco y Falk se compensan uno al otro y forman un buen dueto policial. Entre los habitantes del pueblo palpamos ese odio y rencor hacia Aaron, dónde flotan secretos, mentiras y miedos que lo enturbian todo.
En definitiva, Años de sequía es una gran novela policíaca con una ambientación magnífica y una trama con suspense y tensión suficientes para absorber al lector sin remedio. Si la opera prima de Jane Harper tiene este nivel, no puedo imaginar que conseguirá en un futuro. De momento quedo a la espera de la traducción de la segunda parte de esta serie, que se publicó en Australia hace un par de meses.