Revista Cuba

Antes de votar

Publicado el 06 diciembre 2015 por Yusnaby Pérez @yusnaby
Antes de votar

Recuerda todas las veces que te han atracado, las que te han abierto el carro, las que se ha quedado tirado en alguna parte porque la batería no daba para más, o las que sencillamente no lo has encontrado donde lo dejaste. Piensa en la cantidad de huecos que pueblan las oscuras autopistas donde te juegas la vida, en el dinero que tuviste que pedir prestado para pagar el rescate de algún familiar o amigo secuestrado, en las rifas que hiciste para poder pagar la cuenta en alguna clínica privada.

Recuerda todas las vueltas que has dado para buscar un medicamento, o las veces que has tenido que bajar la dosis para rendirlo mientras encuentras a alguien que te diga dónde conseguir otra cajita. Recuerda cada vez que has abierto el grifo y ha salido un líquido marrón y maloliente. Recuerda las veces que te levantaste para ir a trabajar y no había luz, las que has llegado tarde porque el metro no funcionaba, o cada palo de agua que te ha empapado mientras esperabas un autobús para subirte aunque fuera colgando.

Piensa en todas las veces que tus hijos han regresado del colegio con una oda a un líder corrupto como tarea. Recuerda todas las veces que algún empleado público te ha pedido dinero a cambio de agilizar la gestión de algún documento, las que has sentido vergüenza por el ridículo que hacen en el extranjero los representantes de este régimen, o las que has visto que para obtener un empleo vale mucho más el color de una camiseta que la preparación.

pañales

Antes de votar piensa en cada hora que has pasado bajo el sol para poder comprar alimentos, en todo lo que has tenido que pagar a algún mafioso uniformado para que tus hijos pudieran tener pañales. Piensa en las veces que alguna mujer ha tenido que quedarse en casa por no tener toallas sanitarias, en los comerciantes que se han quedado en la calle porque les han robado el fruto de años de sacrificio, en los miles que emigraron a lugares donde su condición legal no les permite votar. Recuerda las veces que has tenido que usar cualquier cosa para limpiarte porque el papel sanitario lo reservas para tus padres o tus hijos.

Recuerda todas las veces que has tenido que lavar a mano, o las que perdiste la comida porque con tantos cortes de luz se te dañó la lavadora, la nevera, o ambas. Piensa en lo mucho que te esfuerzas para poder sobrevivir mientras con tu dinero más de uno disfruta el presente y se asegura el futuro con millonarias cuentas bancarias en Suiza.

Antes de votar piensa en los muchachos encerrados en “La Tumba”, en toda la gente que está tras las rejas por capricho de unos indecentes. Piensa en las personas que no pueden votar hoy porque murieron luchando para que tú tuvieras la libertad de hacerlo. Recuerda todos los amigos, familiares y vecinos que has perdido porque una bala les truncó la vida. Piensa en cada despedida a la que has asistido, en lo que te cuesta hacer mercado, en las noticias que no te dejan leer en los diarios, y en los canales de televisión que no puedes ver.

 

Antes de votar

Saca la cuenta de las veces que has tenido que bañarte con un tobo de agua, de los pedacitos que sacas de una pastilla de jabón, de lo que antes costaba un cartón de huevos, un pollo en brasa, un jugo de parchita, o un pan de jamón. Calcula los remiendos que le has hecho al morral que tu hijo lleva al colegio, cuánto de agua puedes echarle al champú para que en la casa todos puedan lavarse el pelo, cuántos sueldos representa cada botella de champán con la que los vividores de la “Revolución Bolivariana” esperan celebrar esta noche. Suma todas las amenazas que has recibido si no votas a los malandros que gobiernan y la cantidad de enchufados que viven bajo el poderoso manto del abuso, la impunidad, y el despilfarro.

Antes de votar recuerda todas las lágrimas de frustración y dolor que has derramado en estos diecisiete años, en todas las colas injustas que has tenido que hacer. Reflexiona, respira profundo y siente cómo con un sencillo gesto ayudas a dejar atrás el periodo más sangriento y mediocre de nuestra historia. Piensa en la grandeza del Auyantepui, en la fortaleza de este país, en los millones de personas que quieren vivir en paz. Mira la pantalla sin miedo, vota para retomar las riendas de Venezuela y convertirla en el lugar que realmente merecemos. Vota y sal sonriendo feliz por no haberte vendido, por haberle dado una manito a tu país.

Antes de votar

Fotos:

Valentina Quintero

Infobae

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