Antes y después de una mesa de hierro

Antes y después de una mesa de hierro auxiliar

Cuando llegó a casa era una mesa auxiliar de hierro relativamente plegable y oxidada, Oscar
descubrió ésta belleza en la basura, cuando la vi inmediatamente me encantó, a pesar del trabajo
que me llevaría, ni siquiera sabía donde la podría, ya le encontraría un buen lugar.

Va a ser un antes y después muy lucido, la mesa de hierro es preciosa, poco va a necesitar para que
salga a flote su potencial, unas cuantas horitas de trabajo y conseguiremos una mesa que
seguramente, pueda ir tanto en exterior, como en interior.

Para empezar la mesa no era estable, estaba completamente torcida, las patas plegables no estaban

rectas, tenían tanto oxido que se habían quedado enganchadas y era imposible ponerlas rectas.
Se notaba que antiguamente vivió en exterior, el oxido también había hecho de las suyas en el sobre
de la mesa, incluso creando burbujas de oxido.
Así que la mesa era una amalgama de suciedad, inestabilidad, cercos y desgaste, no pasa nada, todo
se puede solucionar.

Cómo poner a punto una mesa de hierro

Manos a la obra, lo más urgente era poner la mesa de hierro recta y que volviera a ser plegable,
utilicé un afloja-todo en spray para poder acceder a todos los recovecos.
La verdad es que éste tipo de productos son milagrosos, en un momento la mesa ya tenía juego y
la mesa volvía a ser útil!

Ahora que mi mesa de hierro está recta, tenía que quitarle todas esas manchas y burbujas de oxido,
primero con una lija quité determinadas manchas, después con un cepillo de púas metálicas me centré
en las burbujas de oxido, había que igualar la superficie.
Por último unas buenas pasadas con la lijadora y la superficie quedó suave y preparada para pintar y
ponerla bonita.

Después de limpiar a conciencia el polvo e impurezas que había en la mesa de hierro, ahora ya está
preparada para pintar, primero he aplicado una imprimación para metales, de esta forma la pintura se
agarra más y seguramente nos ahorraremos alguna que otra mano, también hay esmaltes específicos
que directamente se pueden aplicar a superficies con oxido, en la isla no suelen ir muy bien, el oxido
siempre termina saliendo, de manera que es mejor preparar bien la pieza con su imprimación, y
seguidamente aplicar una pintura con componentes anti-oxido.

He elegido un color muy ingles, en Menorca es bastante usual encontrarte fachadas con este tono
rojizo y la verdad, me apetecía incluirlo en esta casa.
Para que quedara como a mi me gusta, he tenido que dar dos manos de pintura, lo siguiente es pintar
el comienzo de las patas en una tonalidad grisacea, y es que ya empezaba a pensar dónde pondría mi
mesa.
Utilizaremos un poco de cinta de carrocero para delimitar el area que queremos pintar y medimos
bien para que todas la patas queden igual, ya se puede proceder a pintar las patas.

Ya tengo pintada toda mesa de hierro a mi gusto, lo siguiente es darle un buen acabado, comienzo
con una lija súper fina para suavizar la superficie y matar un poco el color, el tacto que deja este tipo
de lija es una maravilla.
En la patas y el borde de la mesa he utilizado una lija con un grano mas grueso, quiero que en algunas
zonas se deje ver el gris, quedará todo más uniforme.

Como por aquí todavía nos quedan días estupendos de verano, he decidido poner mi mesa de hierro
en la terraza, tengo pendiente acondicionar esta zona tan divina.
Tiene unas vistas estupendas y se está genial, es mi asignatura pendiente, además tengo muchas ideas
para ella, he comenzado con este pequeño rincón con un aire vintage campestre.
Seguro que ahora entendéis la cosa de pintar el principio de las patas en un tono gris, es que si llego
a dejar el tono granate, hubiera sido todo demasiado homogéneo y con ese pequeño toque, ya hay un
contraste entre el suelo y la mesa.

Estoy muy contenta con el resultado, la mesa ha pasado de cochambrosa, a ser una mesa de hierro
monísima! Ésta terraza pide a gritos vida, la próxima temporada había pensado hacer un rincón
chill-out con dos camas de hierro antiguas que tengo guardadas por ahí, de estas típicas plegables
que tienen tanto encanto y encima, si no recuerdo mal, son del mismo color con el que he pintado
la mesa, lo genial es que conservan ese color en bastante buen estado, habrá que ponerlas a punto,
pero puede quedar una terraza súper cómoda para pasar unos ratos estupendos!

¿Qué os ha parecido el antes y después de mi mesa de hierro basurilla?