Revista Solidaridad

Apadrina un cerezo

Por Maletas@sinrumbo

Cada año el corazón de Extremadura se viste de blanco para dar la bienvenida a la primavera. Es ahora, en abril, cuando el Valle del Jerte se inunda de millones de cerezos en flor ofreciendo al visitante un cortejo floral único y deslumbrante, un capricho de la naturaleza que a principios de junio es renovado por los intensos colores de su sabroso fruto: la cereza.

Merece la pena hacer una escapada para ver la belleza de este valle. Eso sí, si te quieres quedar a dormir, reserva con bastante antelación. Todos los alojamientos hacen su agosto en esta época y no hay ni un solo hueco para los despistados de última hora. Si eres uno de los afortunados que va a visitar este año el Jerte, acércate a uno de sus once pueblos y no te vayas sin probar dos de sus productos artesanales: la mermelada de cereza y el licor del mismo fruto. Un consejo: éste último tómalo muy frío y en pequeños tragos si no quieres que se te suba rápido a la cabeza. Cada botella tiene 23 grados de alcohol.

Coincidiendo con el florecimiento de los cerezos, nace una interesante iniciativa para apadrinar estos frutales que pueden alcanzar los 13 metros de alto. Se trata del proyecto "Mi Cerezo".  La idea se le ocurrió en diciembre a Ladislao Díaz. Este empresario de Valdastillas estaba con su mujer Pilar y un grupo de amigos en la cocina hablando de lo difícil que resulta hoy día sacar adelante los cerezos. De repente, la solución tomó forma: hay que ofrecer a la gente que vive fuera del valle la oportunidad de involucrarse en el mantenimiento de estos frutales.

Y es que el cultivo de estos árboles no es nada fácil. El cerezo crece en bancales, una especie de terrazas de pequeño tamaño y difícil acceso, lo que obliga a que se sigan utilizando los métodos tradicionales que se llevaban a cabo hace siglos (con alguna pequeña modernidad, claro). Además, un cerezo no rinde al cien por cien hasta que cumple los ocho o nueve años. En el Valle del Jerte, la gente sigue cultivando por tradición familiar, pero cada vez es más complicado. La baja rentabilidad del negocio hace que muchas familias abandonen las fincas para dedicarse a otra cosa.

¿Y cómo puedo apadrinar un cerezo? La idea es sencilla: primero pagas una cuota anual de 65 euros y a cambio podrás hacer un seguimiento de tu cerezo durante todo el año. Recibirás fotografías en diferentes épocas del año, podrás visitar el árbol y tendrás descuentos en alojamientos del valle.

Pero lo mejor de todo es que podrás disfrutar de los frutos que nazcan de tu cerezo. En total, 12 kilos de cerezas llegarán a tu casa en tres envíos de cuatro kilos: el primero será en mayo, cuando comienza la recolección; el segundo en junio; y el tercero en julio, cuando la cereza ya se ha convertido en picota. Para estos envíos, "Mi cerezo" te cobra dos euros más por kilo (en total, 24 euros). Según ellos, los envíos son algo caros porque se hacen a través de mensajería urgente y como mercancía delicada para que las cerezas lleguen en menos de dos días de su recogida a las manos del socio en perfectas condiciones.

¡Ah! y echa un vistazo a estas “65 recetas con cerezas” (en pdf). Te darán muchas ideas para cocinar con tus picotas: desde cómo combinar pates con cereza, rellenar un costillar con este fruto, hacer compota o mezclar las picotas en una ensalada de bacon. Elige el plato que más te guste. ¡Todos son muy apetecibles!


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