de un futuro anegado.
A veces emboscados
por la aparatosa circunstancia de vivir.
A veces puedo escuchar desde aquí
el quejicoso crujido de los espantapájaros
en su ridículo intento de huir.
A veces ella viene hasta mí
como animalillo asustadocon todos los fuegos el fuego
lamiéndole los pasos descalzos
temblando en mitad del camino
de baldosas amarillas de orín.
A veces mientras disparan los telediarios
ella baila Valquiria en la callecon el pelo mojado de oro y porvenir.
Se me derrama un aria un Valhalla
porque ella tiene ángeles nazis en su coño.
A veces esclavos, ya ves,
de la tiranía de nubes negrassodomizando océanos de gris.
Levantando el aleteo de entre el barro
por la aparatosa circunstancia de vivir.