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Apología del amor “de verdad”

Publicado el 02 diciembre 2010 por Cluisa
Apología del amor “de verdad”  El amor que la gente da es basura, la mayoría de las veces vale tan poco que dura lo que dura la relación. Tengo un defecto: no se decir adiós y sufrí muchos años por eso. Hoy hacia memoria, pensaba en eso, me sentía idiota, torpe y tonta, pensando que he tenido el mal gusto y el mal tino de querer a gente que ha estado en mi vida y ha decidido por voluntad propia dejar de estar. No sé decir adiós, lo admito, y quizás por eso he querido seguir “queriendo” a la gente. Como en “Como agua para chocolate” me he casado con la hermana para seguir viendo a “mi amada”, pero en el fondo, en un principio uno comienza así, quiere seguir porque simplemente quiere seguir, porque no quiere irse, pero después uno sigue porque el afecto te empujo a no odiar, no pensar mal y no despreciar u olvidar a quien lo ha hecho contigo antes.

En el fondo da pena darse cuenta de la basura de amor que la gente da,de la basura de amor que tienen en sus corazones,  tan exiguo, tan escaso que no alcanza ni para si mismos.

Trato de que el mío no sea así, trato, aunque es difícil. Recuerdo haber visto entrevistas con Maite Delgado donde muchos artistas juraron  “amor eterno” y al año, de esa “pareja” queda tan poco… Y no se trata de seguir “juntos” forever, se trata de al menos conservar ese afecto de otro modo, no en el olvido, la indiferencia, el odio y la pesadumbre. Se entiende que la gente quiere olvidar la tristeza, la envidia que da ver a quien “quieres” sonriendo por otras causas que nada tienen que ver contigo, pero piensa si “tanto amor” sientes, ¿Por qué no habría de alegrarte la felicidad ajena? ¿Por qué habrías de querer condicionadamente a los otros? Entiendo que la gente humilla y ultraja el afecto, porque poco solemos apreciar lo que se nos da sin trabajo alguno o lo que se nos da cuando ya lo echamos de nuestro lado. Pero pensando y pensando,  sufriendo y pensando, creo que hay que correr el riesgo. Creo que hay que querer porque si, porque debe haber un equilibrio sano entre querer a la gente y querer a la gente, desear su compañía y al mismo tiempo desear la armonía de su existencia, aunque en esa existencia no te incluyas tú.

Seguro es una idiotez, a menudo la sociedad te hace saber que si no "olvidas", eres un imbécil que te quedaste "mal pegado". Alguien me dijo recientemente "los despechos no deben durar tanto" y me sonó tan vulgar, tan lugar común, tan burdo: "despecho". Una palabra tan tonta no encaja en nada que tenga relación con un afecto legítimo. Un afecto legitimo no se "despecha". Dejemos ese término para novelas Mayameras, donde la Gata Salvaje  -perdonen pero es la que se me viene a la memoria- jura venganza cuando el protagonista la ha abandonado por la rubia de turno. "Despecho" pensé, que básicos somos, que poco importa "el amor" por el que se escriben canciones y se matan en películas, si bien puede reducirse su “perdida” a un término tan baladí, si bien puede reducirse todo a “búscate otro novio y se feliz”, claro antes: habla pestes del anterior y  no le des lugar en tu “nueva vida”.Y no lo creo, como la Tina Turner de ficción interpretada por una Angela Bassett de los 90 me pregunto: ¿Qué tiene que ver el amor con eso?


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