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Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

Publicado el 21 noviembre 2016 por Lu

Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

Wendy recibe la noticia de que su marido la deja en una cena fuera de casa, y no es capaz de asimilarlo. Bronca a la entrada del taxi. Ese mismo taxista le devolverá un sobre olvidado en el asiento, y después será su profesor. Quiere aprender a conducir para ir a ver a su hija.

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Diferencias culturales y sociales. Ella, estadounidense y acomodada. Él, Sij, refugiado político. Ella a punto de divorciarse y él a punto de casarse por medio de un matrimonio concertado. Es genial la secuencia completa hasta que llega al aeropuerto a recibir a su prometida.

Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

Ante el volante, ella se siente muy perdida y vulnerable. Su matrimonio se desmorona y le cuesta centrarse, dirigir su atención a los peatones, los otros coches, las señales de tráfico, las marchas.... Está totalmente sobrepasada.

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Patricia Clarkson magnífica, y Ben Kingsley no parece él (entiéndase como un piropo).

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Una película de encargo que Isabel Coixet hace propia, con su inconfundible huella. Me ha gustado mucho. El acercamiento progresivo de los protagonistas, su complicidad, respeto y esa fuerza común frete a las adversidades. Una amistad verdadera en la feroz gran manzana.

Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

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Va sobre el envejecimiento y el deterioro. Ella pierde parte de su memoria a cada minuto que pasa. Su marido es consciente de la situación y pondrá todo su empeño en cuidarla. Los hijos no lo comprenden y buscan soluciones que su padre no acepta bajo ningún concepto.

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En un principio nos situamos, tal vez por simple inercia, del lado de los más jóvenes, que también nos parecen responsables, pragmáticos y sobre todo, que actúan por el bien de su familia.

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Un proyecto que podría ser descabellado. Además tropieza con todo tipo de inconvenientes. Ella no quiere irse de su casa. Sus hijos lo consideran una locura, a su edad. Por no hablar de las miles de trabas burocráticas.

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Con momentos llenos de ternura y respeto, con situaciones complicadas y dolorosas. Ante todo, un gran trabajo interpretativo de ambos protagonistas. Me ha gustado mucho. Me ha emocionado.

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Hay una escena en la que él recuerda cómo construyó la mesa del salón. Lo mucho que le desesperaba el poco cuidado que ponían todos. Las hojas de los deberes sin nada por debajo. Marcas imborrables que ahora son preciados recuerdos. Sus manos con delicadeza sobre la madera de pinto.

Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

Título original Still (Still Mine). Director y guionista Música Hugh Marsh, Don Rooke, Michelle Willis. Fotografía Brendan Steacy. Reparto Canadá 2012, 102 min.

La luz que no puedes ver de Anthony Doerr

Aprendiendo a conducir + Quédate conmigo + La luz que no puedes ver

Un día, navegando sin rumbo por la red, siguiendo unos enlaces, llego al blog Miss Finch little corner in the world (menudo título, increíble, de los que hace que te detengas de golpe). Reseña libros, el primero que aparece, de un autor japonés que me encanta. Y de ahí a este otro. Copio de su entrada párrafos rescatados a modo de aperitivo.

"Está a punto de pasarle el auricular a Jutta [...] cuando oye el corto pero drástico estallido de un arco contra las cuerdas de un violín. [...] Un segundo violín se acerca al primero. Jutta se acerca poco a poco al ver cómo se abren los ojos de su hermano.

El piano persigue al violín. Entran de pronto los instrumentos de viento madera, las cuerdas corren a toda velocidad, los vientos palpitan detrás. Se unen otros instrumentos. ¿Son flautas? ¿Arpas? La música se eleva, parece que va a envolverse en sí misma"

"Cuántos laberintos hay en este mundo. Las ramas de los árboles, las filigranas de las raíces, la matriz de los cristales, las calles que su padre recreaba en las maquetas. Laberintos en los nódulos de las conchas, en las texturas de la corteza del sicómoro y en el interior hueco de los huesos del águila. Nada es tan complicado como el cerebro humano, diría Etienne, seguramente el objeto más complicado que existe, un kilogramo húmedo en cuyo interior giran universos enteros."

Y una cita de Julio Verne "La ciencia, amigo mío, está hecha de errores, pero se trata de errores en los que ha sido útil caer porque nos han ido acercando poco a poco a la verdad".

Yo tampoco conocía de nada al autor. No soy asidua a los Pulitzer. Me he enamorado de esta novela. Conmovedores personajes, cada cual más desvalido. Soledad e infancia rota. Una guerra atroz, seas del bando que seas.

La magia de las historias escritas, refugio donde resguardarse, y dejar volar la imaginación.

Interés por la ciencia, radio que transmite desde lejanos lugares y que llega a la buhardilla del orfanato.

Fascinada. Muy muy recomendable.

Marie-Laure es una joven ciega que vive con su padre en París, donde él trabaja como responsable de las mil cerraduras del Museo de Historia Natural. Cuando los nazis ocupan la capital, padre e hija deben huir a la ciudad amurallada de Saint-Malo, llevándose con ellos la que podría ser la más preciada y peligrosa joya del museo. Werner es un muchacho huérfano criado en un pueblo minero de Alemania y fascinado por la fabricación y reparación de aparatos de radio, un talento que no ha pasado desapercibido a las Juventudes Hitlerianas. Siguiendo al ejército alemán, Werner deberá atravesar el corazón en llamas de Europa.

Nº de páginas: 664.

Editorial: SUMA (marzo 2015)

Premio Pulitzer de Ficción 2015.


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