Revista Economía

Aprendiendo de Warren Buffet en persona

Publicado el 28 febrero 2013 por Juanfactor @juanfactor8

Aprendiendo de Warren Buffet en persona
A finales del año pasado, tuve la gran oportunidad de visitar, en su ciudad natal, Omaha, al famoso inversionista Warren Buffet. Para aquellos que no saben quién es este personaje, basta una pequeña introducción para poner las cosas en contexto: Warren Buffet es el tercer hombre más rico del mundo, con 83 años de edad, conocido como el Oráculo de Omaha, considerado por muchos como el inversionista más exitoso del siglo XX, y principal accionista, presidente del directorio y CEO de Berkshire Hathaway, uno de los holdings más grandes del mundo.
Veinte alumnos de LBS, de diferentes programas, viajamos desde Londres hasta Omaha para visitar algunas de sus empresas, atender a una charla de dos horas en que Buffet respondería nuestras preguntas, y acompañarlo luego a un restaurante local para almorzar. Desafortunadamente, no éramos los únicos, como pensamos inicialmente, sino que tuvimos que compartir el tiempo con el multimillonario con otros 80 estudiantes, de cuatro escuelas estadounidenses.
Sin lugar a dudas, lo mejor del programa fue la charla. En la mañana habíamos visitado dos de sus empresas, pero él no había estado presente. La expectativa era grande camino a sus oficinas, donde finalmente lo veríamos en persona. En el trayecto, pasamos frente a su casa, y la verdad es que no hubiéramos podido distinguirla si el chofer del bus no nos la hubiera señalado: una casa chica, muy simple, similar a todas las del vecindario, y diría que también muy similar a la mayoría de casas de la ciudad. Esta primera impresión marcaría el tono de lo que luego aprenderíamos sobre el inversionista.
Una vez en la puerta de sus oficinas, la entrada al edificio no fue nada complicada, y ni siquiera nos pidieron nuestros nombres o identificaciones en la entrada. Al igual que la casa, las oficinas no tenían nada de especial. Subimos hasta el último piso del edificio, nos tomamos unas gaseosas (Coca Cola para ser precisos, empresa de la cual Berkshire Hathaway tiene más del 9% del accionariado), y a los diez minutos apareció el inversionista, entrando por detrás del pequeño salón, sin ningún personal de seguridad o acompañante que lo presente. Y comenzaron las preguntas, una pregunta a la vez para cada escuela, por algo de cuatro o cinco rondas.
Buffet nos advirtió que respondería cualquier tipo de preguntas excepto aquellas relacionadas con sus últimas inversiones en bolsa, por obvias razones. Los temas de las preguntas variaron mucho; algunos preguntaron sobre su filosofía de inversión (value investing o inversiones basadas en el valor fundamental de los activos), otros sobre sus planes futuros, sus mejores y peores experiencias, su tiempo como estudiante y emprendedor, y algunos otros se animaron a interrogarlo sobre su vida personal. Para que no solo se beneficien los lectores interesados en los consejos de inversión en mercados de capitales, compartiré también los consejos que nos dio sobre temas generales, incluyendo satisfacción laboral, crecimiento profesional, cómo gastar el dinero, felicidad, entre otros.
Sus consejos sobre inversiones fueron poco especializados y hasta un poco obvios. Comenzó diciendo que los mercados no son complicados, pero que la gente pierde plata porque los hacen complicados. Y aquellos lectores que tienen algo de experiencia invirtiendo, darán fe de que muchos de estos consejos, que paso a presentar, por muy obvios que puedan parecer, muchas veces no los seguimos. Los consejos que más llamaron mi atención fueron los siguientes:
  •    El éxito dependerá de dos factores principales: hacer tu tarea y controlar tus emociones. Hacer la tarea significa estudiar e investigar muy a fondo los activos financieros y empresas en las que se está invirtiendo, tratando de estimar un valor fundamental. Controlar las emociones, por otro lado, se refiere a, por ejemplo, no vender porque el mercado tuvo tres caídas consecutivas, porque se escuchó un comentario negativo, por impaciencia, etc., en vez de vender cuando la acción alcanzó el precio previsto. 
  •    Los precios usualmente reflejan el verdadero valor de las acciones, pero no siempre. Los precios bajos sirven para comprar.
  •    No hay que hacer o pensar lo que todos (los demás inversionistas) están haciendo o pensando; hay que pensar más, y de una forma diferente.
  •    Lo importante es comprar buenas empresas, en cuyos negocios y equipo gerencial se pueda confiar, y cuyos giros de negocios se dejen entender. Lo que pase en el camino, como por ejemplo correcciones en el mercado debido a factores exógenos (como comentarios de analistas sobre el futuro de Grecia o del euro) no debiera importar. Como dijo Buffet “yo no sé qué va a pasar con el precio de la acción de Coca Cola mañana, pero sí tengo una idea bastante clara de donde estará en los próximos cinco años”.
  •    Si estás seguro sobre una inversión, luego de haber realizado un exhaustivo estudio, apuesta en grande.
  •    Mira compañías sólidas con muy buenos negocios, cuyas acciones han retrocedido por razones específicas temporales (algún escándalo, un error menor de producción, salida del CFO, etc.). Compra buenos negocios a precios bajos; siempre existen ese tipo de oportunidades, hay que saber buscar.
  •    Mantener cash es una muy mala inversión, sin embargo siempre es necesario guardar un poco para aprovechar gangas en los mercados.
  •    El Sr. Mercado, como lo llama Buffet, y como lo llamó inicialmente Benjamin Graham, mentor de Buffet, en su famoso libro El inversionista inteligente, es inestable y se deja llevar por las emociones. Se tiene que tomar ventaja de la irracionalidad del mercado.
  •    Sólo es necesario realizar una, dos o máximo tres buenas inversiones en la vida para acumular una fortuna importante.
  •    La compra y venta frecuente de acciones, un pasatiempo de muchas de las personas naturales que invierten en bolsa, casi siempre reducen la riqueza del inversionista en el mediano y largo plazo. Hay que sacarle ventaja al hecho de que a las personas les gusta apostar.

Estos consejos, aunque parezca raro, constituyen la base de la filosofía de inversión del billonario. Y como comenté antes, también compartió consejos fuera del mundo de los mercados de capitales, prácticas que han forjado la personalidad y estilo de vida de una persona que, pudiendo vivir una vida llena de lujos y extravagancias, lleva una vida muy simple y austera, y que, cuando muera, el 99% de su fortuna será donada a la caridad. Y si no lo ha hecho antes, según él, es porque le gusta disponer de su fortuna para hacer lo que le gusta, que es invertir y comprar empresas. Algunos de los consejos más relevantes fueron:
  •    El dinero solo sirve para dar la libertad de hacer lo que uno realmente quiere hacer, para nada más. El dinero puede destruir vidas. Siempre hay que pensar en las cosas que dan verdadera felicidad (amigos, familia, pareja, etc.).
  •    Hay que relacionarse y estar cerca de gente que a uno lo hacen ser una mejor persona.
  •    El éxito está muy relacionado con el tipo de persona que uno es. Algunas características de la personalidad que Buffet relaciona en mayor medida con el éxito son liderazgo, generosidad, sentido del humor, responsabilidad, disciplina. Hay que elegir un modelo de persona, una persona que uno admire, y tratar de ser como él o ella.
  •    Tener buenas habilidades de comunicación, oral y escrita, es clave para triunfar en el mundo corporativo y de los negocios. De nada sirve tener buenas ideas en la cabeza si no pueden ser transmitidas o presentadas a una audiencia. 
  •    Todas las personas cometen errores; aprendan de sus errores, ¡pero realmente aprendan!

Estos consejos constituyen un muy buen resumen de lo que habló el filántropo por un espacio de casi dos horas (no me estoy guardando los mejores consejos). Podrán parecer simples, obvios o repetidos –tanto en los temas bursátiles como en los personales–, pero al final parecía que no tenía más que decir, que nos había dicho todos sus secretos de éxito. No creo que vuelva a viajar cerca de 10,000 kilómetros para ver a una persona, al menos en un muy buen tiempo, y no me arrepiento de haber elegido al Sr. Buffet.
Fuente: SemanaEconomica Joaquin Alcazar
Tambien Puede Visitar Mi PAgina Web: http://www.juanfactor.org

Volver a la Portada de Logo Paperblog