Aquí hay mucha tela de donde cortar

Por si esto lo lee el ministro en funciones de Hacienda en funciones, he de aclarar que el título no se refiere al presupuesto de I+D+i. La tela aquí está bastante deshilachada ya.

Me refiero al sector textil. En España hay mucho de esa industria: somos los cuartos de la Unión Europea y eso no es decir poco, ya que la UE emite una cuarta parte de las exportaciones mundiales. Inditex encabeza la lista de empresas, por mucho-mucho-mucho; Cataluña, la de las comunidades autónomas, con más de un 40%. Como sucede en cualquier industria manufacturera, el progreso técnico (de procesos discontinuos a continuos, automatización del control, economía de escala, etc.) permite que la producción aumente aun si el número de trabajadores baja. Esto de menos trabajo y más valor, en realidad, es algo bueno, pero depende de la política económica si es algo bueno para todos o algo bueno para algunos.

Y hay un detalle aún más importante: la industria textil es tema de interés para mí y para mi tesis. ¿Eso que hago yo de meter cargas positivas en la pasta de celulosa para hacer papel? Pues empezó con el algodón (o sea, celulosa también) para vestir y esas cosas que se hacen con la ropa. Que no es que sea papel mojado lo que hago solamente porque, sobre el papel, otros hayan jugado un papel similar en el mundo textil, ¿eh? Pero tiene tela el asunto.

A pesar de las similitudes entre los productos fibrosos, como el hecho de prestarse amablemente a mis chistes malos (no podía evitarlo), la oportunidad para reducir el impacto ambiental de la industria textil es limitada. La prioridad siempre se halla en reducir: reducir la necesidad del consumidor con bienes alternativos y reducir, por consiguiente, la producción. En el caso del papel, los medios digitales nos dan la oportunidad de prescindir de las fibras. En el caso de la ropa… bueno, digamos que la ropa en formato JPG no abriga igual.

Afortunadamente, la producción de ropa de lana (¡muy contaminante!) no aumenta. La de poliéster, no obstante, lo hace vertiginosamente.

Evolución y proyección de la producción. Fuente: Notey.

Algunos bienes, en definitiva, podrán ser prescindibles, pero siempre necesitaremos la ropa para protegernos del frío y de nuestra vergüenza. Oh… y para marcar nuestro estatus socio-económico, por supuesto. Y para estar a la moda. Y para definirnos en alguna tribu urbana en particular, huyendo de la masa anónima para encontrar la identidad en una masita suficientemente pequeña. Y para dejar claro que sí compramos o no compramos las camisas en Alcampo. Y para presumir de vestido, que no ha de coincidir con el de la anterior boda, o de traje. Y para agradecer un buen contrato en una operación inmobiliaria, que es de buen nacido ser agradecido y Franciscos Correas hay muchos.

Puesto que es una necesidad imperiosa y no podemos atajar el tema de su reducción, al menos hay que intentar que los procesos de producción sean menos contaminantes. La producción de hilo y de tela gasta mucha energía, emite partículas y a veces va acompañada de agentes químicos volátiles. La tintura produce efluentes con mucha materia orgánica y los vertidos tintados perjudican la fotosíntesis de algas y plantas acuáticas. En la estampación se utilizan compuestos nitrogenados como urea y amoniaco, además de orgánicos difícilmente biodegradables (p. ej., alcoholes polivinílicos).

Por fortuna, la Unión Europea tiene un documento de referencia sobre las mejores técnicas disponibles. Creo que puedo resumir sus 626 páginas a un texto igualmente aburrido pero mucho más breve:

Preparación de fibras, hilo y tejido

• Sustitución de los aceites minerales como lubricantes para la preparación de las fibras sintéticas, la hilatura de la lana y la fabricación del tejido.
• Sustitución de las colas de aplicación a los hilos de urdimbre por otras basadas en poliacrilatos.
• Reducción de los insecticidas y pesticidas contenidos en las materias primas.
• Sustitución de reactivos: tensioactivos con baja biodegradabilidad y alta toxicidad, complejantes compuestos por nitrógeno y/o fósforo; y selección de agentes antiespumantes ambientalmente correctos.
• Lavado de la lana: sistemas de recuperación de la grasa de la lana y minimización del consumo energético.

Pretratamiento

• Recuperación de los agentes de encolado por ultrafiltración.
• Oxidación de los agentes de encolado.
• Desencolado, descrudado y blanqueo en un único paso.
• Sustitución de los compuestos con cloro en el blanqueo.
• Minimización del consumo de agentes complejantes en el blanqueo con peróxido de hidrógeno.
• Descrudado enzimático.

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Tintura

• Tintura de poliéster por agotamiento de las fibras y sus mezclas, sin carriers, o con carriers alternativos; utilización de dispersantes bioeliminables, tintura continua con colorante tina en un solo paso.
• Tintura con colorantes sulfurosos con bajo contenido en sulfuro.
• Minimización de las pérdidas del baño de tintura en el proceso Fulard.
• Tintura con colorantes reactivos.
• Colorantes con cromo para una correcta fijación.
• Optimización de los equipos en los baños de tintura, de la tintura en barca torniquete y de la tintura en jet.
• Recirculación del agua en los procesos discontinuos
• Tintura por agotamiento con tintes reactivos, con baja aplicación de sales, para las fibras de celulosa.
• Eliminación del uso de detergentes en el lavado posterior de la tintura del algodón con tintes reactivos.

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Estampación

• Sustitución de la urea en estampación con reactivos.
• Estampación con pigmentos en pastas ambientalmente más correctas.
• Recuperación de la pasta de estampación desde el sistema de suministro en la estampación con cilindros microperforados.
• Reciclaje de las pastas de estampación residuales.
• Reducción del consumo de agua en operaciones de limpieza.
• Estampación digital.

Aprestos y Acabados

• Minimización de: consumo de energía en la rame, agentes suavizantes en los procesos Batch y emisiones generadas por la aplicación de productos insecticidas.
• Apresto de fácil cuidado exento o bajo en formaldehído.

Lavado

• Optimización del uso de agua y de energía en los procesos de lavado y aclarado discontinuos.
• Conservación del agua y la energía en el lavado y aclarado continuo.
• Tratamiento de las aguas residuales y de las emisiones a la atmósfera.
• Gestión de fangos.