Arco 2015

Nadie tiene ni idea de arte. Esta es la conclusión que muchos que muchos de nosotros deberíamos sacar tras la visita a ARCO en cualquiera de sus ediciones. Porque el arte hace ya mucho tiempo que dejo de basarse en la técnica perfecta que nos enseñaron los romanos y anteriormente los griegos. El arte hoy, es un vaso medio lleno y medio vacío. La percepción depende de todos y cada uno de nosotros, de nuestras circunstancias, de todo lo que nos sale de las entrañas. El arte sirve para arañarnos, para rascar en eso que tenemos dentro pero no podemos expresar en conversaciones de bar (de bares normales, de los de toda la vida, en los que el Gin Tonic se sirve con Larios). Allí hay que hablar de cosas banales, pero en ARCO 2015 se habla de muchas cosas banales, pero de esas de las que no se hablan casi nunca con nadie.

Ayer fuimos, a ver qué nos contaban los cientos de artistas que habían colgado en Ifema lo que les recorre las entrañas, todo eso que no les cuentan a sus madres, se lo cuentan a aquéllos que visitan ARCO. Y nos contaron muchas cosas, todas muy bonitas, a su manera. Os mentiríamos si yo ahora os dijese que esta es la mejor selección de obras de este año. Esta es mi selección de lo que hemos podido ver en ARCO 2015, la que a mi me ha dicho muchas cosas, que yo tenía en el fondo de mi cabeza y no había pensado. Al igual que muchas otras que no es que me digan nada, simplemente es que no podía dejar de mirarlas.

También hay cosas que me han hecho gracia, o que a nivel visual son una pasada. Porque un ingrediente fundamental de ARCO es la referencia clara al sexo y los desnudos everywhere, alternados con un poquito de crítica social y espíritu nihilista. Y eso también hay que decirlo.

Porque al final, de todo el arte y de todo el compendio de cosas que nos rodean, lo importante es quedarse con aquello que punza, que se hinca en nuestro subconsciente y levanta ampollas.Como dijo el gran Cortázar, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo.